Hace un par de días se estrenó en la ciudad de México la cinta "Cristiada", en la que comparte créditos Andy García, Eva Longoria, Peter O’Toole, Rubén Blades, Catalina Sandino, Santiago Cabrera, Oscar Isaac, Eduardo Verástegui, Karime Lozano y Adrián Alonso entre otros. El título que en español se le dio engloba un concepto amplio, mientras que el film de forma preponderante se centra en la participación del general Enrique Gorostieta, entrelazando a su derredor micro historias que alimentan el dramatismo del conflicto. Se llama "Cristiada" a la guerra civil acontecida en México a finales de la década de 1920, con un tinte marcadamente religioso, donde surgirán mártires católicos, y una larga lista de villanos para los dos grupos enfrentados; la sociedad católica mexicana, especialmente la rural del bajío, y el gobierno federal. Rodada en inglés y con el nombre de "For Greater Glory", trata de dar vida a un periodo de la historia de México por mucho tiempo relegado al olvido, borrado de los libros de historia y que crea en muchos el cuestionamiento sí en verdad ocurrieron estos hechos.
Entre las micro historias aparece un infortunado fotógrafo cristero, que justifica su trabajo en el afán de dejar un testimonio de una historia que lucha por no ser condenada al olvido, gracias a la voluntad y fe de un pueblo que peleó al grito de "Viva Cristo Rey", se conservaron vestigios de su lucha. Al final de la película ya dentro de los créditos se van sucediendo una serie de imágenes fotográficas, algunas de las cuales sirvieron de modelo para recrear las secuencias fílmicas, una de las últimas corresponde al fotógrafo Aurelio Escobar Castellanos y la mostramos a continuación.
En ella encontramos al general Saturnino Cedillo, a quien no se menciona en el film, pero fue uno de los hombres más poderosos de México gracias a la presencia de su ejército agrarista, manteniendo bajo control el estado de San Luis Potosí con poca presencia de los cristeros. Asumiendo la gobernatura del estado en septiembre de 1927, convertido en pieza clave del gobierno de Calles para enfrentar la rebelión de los cristeros en los estados de Guanajuato, Jalisco y en la Sierra Gorda.
En julio de 1928 fue asesinado el general Álvaro Obregón. En noviembre del año anterior habían sido fusilados el padre Miguel Agustín Pro y otros católicos acusados de haber atentado contra Obregón. La guerra cristera se intensificó durante 1928 y 1929. En el lapso de unos cuantos meses, las fuerzas de Cedillo terminaron con las vidas de los principales jefes de la rebelión en San Luis: Fiacro Sánchez, Jacinto Loyola y Prudencio Zapata. En este contexto, Emilio Portes Gil asumió provisionalmente la presidencia de la república y Plutarco Elías Calles promovió la formación del Partido Nacional Revolucionario (PNR). Las tareas políticas del diputado potosino Gonzalo N. Santos le fueron de gran utilidad a Calles para lograr esa propuesta política. Santos se movía en los corredores políticos de la ciudad de México, entre la nueva y creciente burocracia política central, mientras Cedillo recorría los territorios de Jalisco, Querétaro y Guanajuato con sus soldados agraristas para apaciguar la rebelión cristera.
En ese contexto el gobierno de Portes Gil bajo el poder de Calles tuvieron que hacer frente a las fuerzas cristeras que habían encontrado un mando más unificado en manos del general Enrique Gorostieta y al mismo tiempo tenían que suprimir la revuelta de varios generales cercanos a Obregón; Manzo, Cruz, Topete y Aguirre, que comandados por el general Escobar se habían levantado contra el gobierno central y particularmente contra el general Calles. Cedillo y el general Almazán unieron sus fuerzas en torno al gobierno e impidieron así que la rebelión escobarista pudiera crecer y pronto los insurrectos fueron dispersados.
En abril de 1929 Cedillo, con 8 000 agraristas, se dirigió a combatir a los cristeros en Jalisco y, a pesar de algunas derrotas, logró que los rebeldes no tomaran la ciudad de Guadalajara. En el campo de batalla Cedillo aplicó la misma política que había seguido en San Luis Potosí. Jean Meyer refiere que "dio pruebas de una clemencia nueva, evitando el saqueo y suspendiendo las ejecuciones; dejó sentir por doquier que él no odiaba a los cristeros y dejó correr el rumor de que él mismo era católico y combatía a disgusto". A diferencia de muchos otros comandantes federales, se negó a fomentar el saqueo y liberó a todos los prisioneros que prometían quedarse en paz; estaba consciente de que con la ayuda del embajador de los Estados Unidos, Dwight Morrow, el gobierno estaba negociando un arreglo con la jerarquía de la Iglesia y que pronto se requeriría la reconciliación.
Con la muerte el dos junio de 1929 del general Gorostieta, en la Hacienda del Valle, Atotonilco el Alto, Jalisco, y los acuerdos de paz entre las autoridades eclesiásticas y el gobierno del presidente Emilio Portes Gil, la rebelión cristera declinó casi por completo. La muerte de Gorostieta se ha considerado un asesinato artero, Jean Mayer la llama "acaecida en circunstancias tan perturbadoras que es difícil creer en el feliz azar", mismo destino que muchos cristeros sufrieron una vez que los acuerdos se firmaron; Gorostieta murió 19 días antes de la firma.
El 4 de junio de 1929 en sesión maratónica en la Cámara de Diputados, la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión felicitó al ciudadano jefe del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos (Presidente) y por su dignísimo conducto, extensiva dicha felicitación al C. jefe de la División del Centro, general de división Saturnino Cedillo, por su encomiable y ejemplar actividad desplegada en la campaña contra los fanáticos clericales, que culminó con la muerte del cabecilla Enrique Gorostieta.
Grl. de Div. J. de la Div. del Centro S. Cedillo. Grl. de Brigada P. Rodriguez, G. Mayoy Ayte. P. Nungaray, Mayoy S. Garcia y Enrique Gorostieta llamado Grl. J. de la liga religiosa muerto en la Hda. del Valle Jal. el 2 de Junio de 1929. Nº7 A. Escobar Foto |
Han aparecido críticas en torno a la imagen fílmica de Gorostieta, comparándolo burdamente con Indiana Johnes, la realidad es inversa...
En San Luis Potosí, el 23 de junio se realizó una ceremonia con la presencia del presidente Portes Gil, del general Joaquín Amaro, secretario de Guerra y del general Cedillo frente a miles de campesinos armados, los soldados agraristas que comandaba Cedillo. Los campesinos armados regresaban a sus localidades recompensados con parcelas de tierras. En el acto se entregaron títulos ejidales por más de 100 000 hectáreas. Era el poder de Saturnino Cedillo en el estado de San Luis Potosí, su clientela política y su alianza con el poder central. Los agraristas de Cedillo, a diferencia de otros en los demás estados, no entregaron sus armas: eran su ejército y el del poder central, cuando así lo solicitara. Muchos cristeros de los estados vecinos buscaron refugio en San Luis Potosí. Temerosos de las represalias, se acercaron a la protección del general agrarista, que dejaba tranquilos a los católicos.
Para consultar la referencia, Biblioteca Digital ILCE
Esta pagina es muy importante. Debería tener mayor difusión. La película Cristiada se ha convertido en un panfleto propagandístico a favor de la iglesia católica. No tengo nada contra la iglesia. Pero no es una visión balanceada ni objetiva del conflicto. La mayoría de la gente, inmersa en la ignorancia y prejuicio, inmediatamente ataca las acciones de Calles como un tirano represor. Se les olvida que la iglesia católica tenía tal influencia en la toma de decisiones de este país, que afectaba los intereses nacionales a favor de sus propios intereses particulares. Benito Juárez tuvo que pelear toda una guerra cuando decidió separar a la iglesia catñólica del Estado (1856). La Constitución de 1917 ratificó esa separación. Pero fue hasta Obregón y Calles que se ejercieron esas leyes. La respuesta de los católicos no fue de los clérigos (que se convirtieron en las principales "victimas" del "represivo régimen"), sino de los fanáticos feligreses religiosos que, para variar, olvidaron las enseñanzas de "Cristo Rey" al decir "si te golpean en una mejilla, pon la otra", o "ama a tus enemigos" y se levantaron en armas causando más daño que beneficio. A la fecha del día de hoy, hay mucha tensión entre iglesia y estado. Eso no quiere decir que no exista libertad religiosa en México. Solo quiere decir que el Estado Mexicano, puso en práctica algo que los mismos católicos pueden leer en sus evangelios: "A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César...".
Para no tener nada contra la iglesia, es muy evidente que tras el conocimiento que pareces tener, no sepas que los líderes cristeros eran personas educadas y profesionales, con valor moral. Ademas que es más fácil criticar al no saber el contexto del el tiempo y situación del país en esos años. Calles a pesar de las intenciones políticas, para el país, discriminaba a la iglesia por segun el retrógrada y anticuada para sus ideales. El empezó el ataque al cerrar iglesias encarcelar a saserdotes y feligreses o desaparecerlos. Mira a Nicaragua! Me parece que estas de acuerdo que el estado arrolle al pueblo por su creencia.