La imagen cruenta, así se bautizó al coloquio con motivo del centenario de la
Decena Trágica organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia,
la Dirección de Estudios Históricos, la
Dirección de Etnología y Antropología Social y el Sistema Nacional de Fototecas;
realizado el 7 y 8 de Febrero pasado. Tras la apertura del evento e
inauguración de la exposición fotográfica se dio paso a la conferencia
magistral impartida por el Doctor Carlos Martínez Assad: “Vidas paralelas:
Reyes y Madero”. Donde se plantearon las diferencias de carácter y visión de
ambos personajes que poco a poco los confrontarían en la pretensión de dirigir
el destino de México y donde salió a relucir la Segunda Reserva.
Izquierda: Tarjeta postal, autor anónimo. General Bernardo Reyes. Derecha: Fotografía 8x10, editada por el estudio fotográfico Marst, autor: Heliodoro J. Gutiérrez. Presidente Francisco I. Madero. |
La prensa ha retomado el tema a su modo, simplificándolo en la confrontación entre democracia y militarismo, tema muy de moda. Si bien ninguno de los personajes del drama pudo dominar las riendas de los acontecimientos ambos contribuyeron cuales corceles de un mismo carro en el decisivo vuelco del destino en la nación mexicana. Es paradójico que ni ellos en su momento ni nosotros en gran medida en la actualidad distingamos esto, no eran dos corceles en una carrera parejera, eran dos briosos animales en un mismo aparejo. Cual correspondía cada uno con sus viseras, la tragedia estriba en que no hubo un sabio conductor llevando las riendas. Con frecuencia se le atribuye ingenuidad a Francisco I. Madero, pero en muchas ocasiones ha sido una característica de la nación mexicana, nada de exclusividad. Cuan diferente hubiera sido el resultado con Madero en la presidencia y Reyes de vicepresidente o alguna otra combinación por el estilo que implicara un trabajo en equipo, las políticas implementadas en el Estado de Nuevo León por el general Reyes funcionando a nivel nacional sin dudad hubieran sido una base firme para una democratización no solo de las estructuras políticas, sino también de la generación y repartición de la riqueza, todo paso a paso; de nuevo hablando de paradojas la formula "Madero-Vázquez Gómez" era eso, en las palabras de Roque Estrada representaban la popularidad (Madero) y el legítimo prestigio (Vázquez). Es ingenuo pensar que la democracia era o es una solución mágica, como también lo es pensar la existencia de una sociedad sin militarismo, somos "seres humanos", con defectos y virtudes, no entes perfectos en conciencia y actuar. Es utópica la sociedad universal donde no se necesite ni Policía, ni Leyes, ni Jueces, ni Milicia porque todos sus miembros son cien por ciento responsables y autónomos. No olvidemos que la diferencia básica entre Policía y Milicia es su uso, en esencia son iguales, cuerpos armados de ciudadanos al servicio de la Sociedad. La policía es el cuerpo armado de los ciudadanos (polites), mientras la milicia son los ciudadanos adiestrados comunitariamente para usar las armas; una policía capacitada es una milicia. El origen de las palabras: milicia, miliciano, militar, etc., se encuentra en la raíz Indoeuropea mel-, misma raíz que da las palabras mejor, mucho o multitud; por lo tanto el miliciano, el que cumple con el servicio militar, es el ciudadano que se congrega, milita, para proteger-servir a la sociedad, no necesariamente esgrimiendo las armas, los bomberos también son una milicia. El uso de una palabra que implica solidaridad, compromiso y conciencia (la fuerza de la unión) pasó a ser sinónimo del miliciano profesional que cobra por su trabajo (miles), algunas veces al mejor postor (mercenarius). Es ingenuo pensar que la integridad territorial de México y la política nacionalista de la post-revolución fueron resultado de la tozudez y sagacidad de los caudillos a cargo de la silla presidencial, eso es no ver el mundo donde vivimos, y fue precisamente lo que no hizo ni Madero, ni Reyes, ni los Científicos, ni Díaz, ni los Magón, ni…nadie lo vio durante los primeros años del conflicto un caso diferente es Venustiano Carranza y el Plan de San Diego. Para las potencias mundiales México había entrado en las grandes ligas les gustara o no, formando parte de lo que terminaría siendo una guerra global. México mantuvo su integridad territorial y pudo implementar políticas hasta cierto punto independientes incluyendo reformas sociales a un en contra de los intereses internacionales gracias al caos de una sociedad militarizada, los costos de tratar de imponer un “orden” en México por la fuerza era simplemente tan altos en recursos e implicaciones dadas las circunstancias mundiales de 1910 a 1920 que había que meditarlo bien, los acontecimientos en México era parte de un conflicto global y no solo asuntos internos; la Revolución Mexicana fue el elemento militar disuasivo a falta de una milicia efectiva. Con México en paz y la milicia incapaz que existía las presiones internacionales de todo tipo hubieran hecho ceder a cualquier gobierno mexicano, de hecho ocurrió en gran medida en 1911 y 1913. Los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, naciones que se consideraban la punta de lanza de la democracia y cultura occidental, modelos para Francisco I. Madero, eran potencias militaristas, y en el cenit del conflicto mundial dirimido con las armas se convirtieron en gran medida en sociedades militarizadas. Una diferencia entre un estado civil no militarista, uno civil militarista y uno civil militarizado, es el servicio militar obligatorio, no por conciencia sino cohersionado por la Ley. Si el servicio es obligatorio la sociedad esta militarizada…claro hay de servicio militar a servicio militar, no era lo mismo el servicio militar del Imperio Alemán que las Segunda Reserva implementada por Bernardo Reyes, o el servicio militar de la actualidad en México. Como mencionó el Doctor Carlos Martínez Assad, la Segunda Reserva tenía la virtud de disolver las barreras sociales de sus miembros, era el lugar donde se daba cohesión social, convivencia sana, se ejercitaban físicamente, se aprendía disciplina, y claro estaba el uso de armas. Pero también era el ambiente ideal para la difusión de ideas. En la Grecia clásica junto a la democracia estaba el servicio militar como un deber cívico, aunque con el pasar de los siglos y con una Grecia militarista se veía más como una carga onerosa en todos los sentidos, cada ciudadano a parte de su vida ponía los recursos económicos para armar la milicia. Existen las milicias políticas, y la democracia no es un concepto ajeno a la milicia, en ello no solo está el caso del general Bernardo Reyes también el del general Felipe Ángeles hablando de forma explicita, un partido político es una milicia; a caso no se milita en un organismo político...cuando necesitas educar a una sociedad de adultos una buena escuela es la militancia. El reyismo ganó preponderancia no solo por las virtudes del General Reyes, la Segunda Reserva jugó su papel de promover ideas, y no precisamente como foco de una insurgencia militar. El maderismo se nutriría de la Segunda Reserva con hombres política y militarmente aptos.
La pregunta es porqué la democracia se sirve de la milicia y después la traiciona, para que posteriormente sea la milicia la que traicione a la democracia...
En un Estado democrático ideal, todos los ciudadanos deben ser militantes, así como en una Iglesia los creyentes deberían ser practicantes.
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