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Dice el refrán popular, “el que a hierro mata a hierro muere”; a veces es verdad y en otras ocasiones alejado de la realidad.
Francisco I. Madero era un personaje en cierta forma ingenuo, demasiado idealista, le aconsejaron fusilar a uno que otro; por el bien de su gobierno... Poniendo en riesgo su vida, le salvo la suya al General Navarro después de la caída de Ciudad Juárez, también abogó por los Generales Félix Díaz y Bernardo Reyes y como lo pago…
Victoriano Huerta pensaba muy diferente y una vez amarrado al poder, inició una despiadada campaña en contra de sus opositores.
La presea, una medalla de plata, fue otorgada directamente por Lyles Jr.; no sabemos bajo que argumento la patrocino. Harvey S. Teal en su libro “Partners with the Sun, South Carolina Photographera 1840-1940” lo menciona como propietario del Estudio fotográfico del mismo nombre en Columbia, S. C., anota la apertura del establecimiento para 1914, anterior a esa fecha no aparece ningún registro mencionando su vinculación con la fotografía. Por desgracia no conocemos el material con el que concurso A. C. Escobar, la “Agricultural and Mechanical Society of South Carolina” guarda escasos registros sobre las actividades de la feria en gran parte de su historia y no pudo aportar mayores datos.
Entre otras actividades visita Caney Fork Falls; atractivo natural del condado de Warren, en las inmediaciones de McNinnville; entabla contacto con la Comunidad Presbiteriana de la zona, y se instruye en tópicos como la administración. Hacía el último tercio de 1913 Aurelio Escobar está viviendo en 1401 Blanding Street, Columbia S. C., otro destino en su itinerario fue Indian Lake y Russells Point, Ohio, durante septiembre de 1913; no fue meramente un viaje de placer, en Columbia South Carolina aprecia otro tipo de fotografía: la panorámica, uno de los principales productores de este formato en los Estados Unidos era “Haines Photo Co.” con su cede en Conneaut Ohio…La fotografía panorámica sería determinante en el quehacer de Aurelio Escobar C.
Heliodoro J. Gutiérrez patrocinó a Aurelio Escobar en sus estudios, con la intención de incorporarlo a la “H. J. Gutiérrez”; mientras eso ocurría se le presenta la oportunidad de trabajar con William H. Lyles, Jr., quien abriría el Estudio “Lyles” en 1914, 1438 Main Street, Columbia South Carolina.
Esta relación comercial resulta interesante, antes de entablar contacto con A. Escobar, William H. Lyles, Jr., no se dedica a la fotografía. Y alguno de los hermanos Escobar ó de los fotógrafos de la H. J. Gutiérrez siempre trabajará en el estudio Lyles entre 1914 y 1927. Aurelio: en 1914, entre 1915 y 1916 y entre 1918 y 1919, Enrique: en 1918 e Ignacio: entre 1917 y 1927, Emilio Pérez Figueroa a partir de 1918.
¿Podríamos pensar que el Estudio Lyles era una extensión de la H. J. Gutiérrez?
Al dejar Ignacio Escobar el estudio Lyles en 1927, W. H. Lyles Jr., se asocia con otro fotógrafo, Deaver C. Blackwell, hasta 1931 cuando ambos desaparecen de la escena.
Aurelio Escobar de forma esporádica se anunciará en publicaciones para realizar trabajos por su cuenta en fiestas y eventos. De esta forma transcurría el tiempo cuando el 15 de julio de 1914 el dictador Victoriano Huerta renuncia a la Presidencia de México y sale huyendo del país, Aurelio puede regresar.
Parecería que Aurelio Escobar tuviera una cita prefijada con la Historia. Con la caída del huertismo la revolución están en efervescencia, buscando su reacomodo en la estructura del poder, Villa y Carranza son los fieles de la balanza. Aunque no llegan al rompimiento definitivo, Venustiano Carranza lleva meses obstaculizando el movimiento de la División del Norte hacia el sur, y la eventual ocupación de la capital. La revolución se hace sobre ferrocarriles, y el Jefe máximo del Ejército Constitucionalista bloquea los suministros de carbón a la infraestructura villista; haciendo por demás difícil las comunicaciones para los civiles. Al tanto de todo en Columbia S. C. y sin el motivo original de su exilio, Aurelio Escobar se las arregla para llegar a la Ciudad de México antes que cualquiera de ellos.
El 15 de agosto de 1914 entra en la Ciudad de México el contingente a cargo de Álvaro Obregón. Cinco días después es alcanzado por Don Venustiano Carranza Primer Jefe del Ejército Constitucionalista. Que fungiría a partir de entonces como encargado del poder Ejecutivo, tras el vacío dejado con la renuncia del Presidente Interino Francisco Carvajal el día 13. La “H. J. Gutiérrez” no está muerta, con la llegada de Aurelio Escobar sus fotógrafos vuelven a tomar la calle, y sus postales compiten con las imágenes de actualidad, donde hay noticia ahí están.
No fue un retorno feliz, las circunstancias políticas y económicas en México van de mal en peor. Durante 1914 Ignacio Escobar deja México rumbo a Nueva York y ahí permanece hasta fines de 1916 ó principios del 17 para iniciar su larga estancia en el estudio Lyles. Aurelio Escobar con un pie en México y otro en los Estados Unidos divide sus esfuerzos.
Luego del rompimiento entre Venustiano Carranza y la Convención, solo quedaba un camino: la guerra civil. Sin embargo, de manera simultánea se desarrollaría otro tipo de guerra menos estruendoso y dramática pero no menos efectiva: el de la propaganda ideológica. A través de la prensa escrita y las imágenes publicadas en ella.
La prensa ilustrada sería, a su vez, una víctima más de la contienda por el poder entre los grupos revolucionarios. La producción y circulación de imágenes fotográficas, dibujos y fotograbados sufriría las consecuencias, en los primeros meses de 1915 en la Ciudad de México se les propina una serie de golpes, tales que tardaría algunos años en recuperarse. Los reporteros gráficos, dibujantes e ilustradores al igual que el resto de los operarios técnicos y personal especializado padecieron los vaivenes políticos: muy pocos se fueron con Carranza a Veracruz; los que se quedaron en la metrópoli, buscaron acomodo en los medios convencionistas, aunque una buena parte se quedó sin empleo.
Ante tales circunstancias Heliodoro J, Gutiérrez y Aurelio Escobar C. se ven obligados a plegarse ante la envestida Constitucionalista encabezada por Álvaro Obregón. No volverían a aparecer ante sus cámaras ni villistas ni zapatistas…
A principios de julio de 1915 Heliodoro J. Gutiérrez y su esposa dejan México, el 17 de ese mes cruzan la frontera por Laredo, Texas rumbo a Cleveland. De cualquier forma en 1916 H. J. Gutiérrez está en México momentáneamente, con la intención de volver a los Estados Unidos lo más pronto posible, formará parte de la masiva migración de la burguesía mexicana; para marzo se encuentra en Mérida, Yucatán, como parte de un largo itinerario, en la primera parte del recorrido lo acompaña el fotógrafo Emilio Pérez Figueroa. En julio 21 llega a St. Louis, Missouri en agosto 31 a Atlanta, para nuevamente radicar en Cleveland Ohio.
Si bien Heliodoro y compañía no viajaban a todo lujo, tampoco escatimaban en gastos. Por ejemplo en St Luis se hospedaron en el hotel Jefferson, el edificio más alto de la ciudad en esos tiempos, con sus 12 pisos, construido en 1904. Y en Cleveland permanecieron en el hotel Statler, la recién inaugurada maravilla de la hotelería con sus 700 habitaciones, que le daría renombre mundial al emporio Statler, y sería el estándar de un hotel de primera clase hasta la fecha.
Desconocemos con exactitud cuando regresa Heliodoro J. Gutiérrez a México de su exilio, en el transcurso de 1917. Las largas estadías en el extranjero como en otras muchas familias bajo las mismas circunstancias mermará su economía permanentemente, siendo una de las causas del declinar de la “H. J. Gutiérrez”. Para retomar el rumbo aprovecha la oportunidad ofrecida por la revista El Universal Ilustrado, intercambiando fotografías por publicidad.
Mediados de 1918, con Heliodoro J. Gutiérrez en México; Aurelio Escobar C. y compañeros retoman sus planes de volver a los Estados Unidos en grupo. El cinco de septiembre de 1918 se le otorga su nuevo pasaporte a Aurelio Escobar, ese mismo día adquiere un documento similar Emilio Pérez Figueroa, quien dentro de las recomendaciones presentadas para gestionar el trámite, exhibe una carta donde asegura tener trabajo en el estudio “Lyles”, Columbia S.C.; junto a ellos también viajan Enrique Escobar Castellanos y Francisco Vélez de la Torre.
Durante su trayecto hasta Columbia, Aurelio Escobar C. tiene la oportunidad de reunirse con el General Antonio I. Villareal, en San Antonio, Texas. Villareal como otros muchos revolucionarios mexicanos encontraron asilo en los Estados Unidos, debido a sus divergencias políticas con los gobiernos en turno; a pesar de su actitud neutral durante la convención de Aguascalientes, terminó poniéndose en distanciamiento definitivo con Venustiano Carranza.
El gobierno de los Estados Unidos en función de las necesidades que le imponían su entrada a la Primera Guerra Mundial, el 12 de septiembre de 1918 convocó al tercer registro selectivo de candidatos de reclutamiento (World War I Selective Service System Draft Registration); al cual estaban obligados todos los hombres entre los 18 y 45 años de edad, nacionales y emigrantes radicados en los Estados Unidos y sus territorios. Aurelio Escobar C. y compañía acudieron a su “Local board” para registrarse el 12 de octubre de 1918, a los diez días de su llegada.
El 11 de noviembre de 1918 se firma el armisticio entre los Aliados y el Imperio Alemán, (República de Weimar) poniendo un alto al conflicto armado, en ese momento sin saber sí era una paz definitiva ó un descanso de la carnicería. La expectativa de guerra continuará en los Estados Unidos hasta mediados de 1919; con el fin oficial de las hostilidades y firma del tratado de Versalles.
La vida cotidiana de los ciudadanos norteamericanos en gran medida se vio alterada, por el esfuerzo que implicaba la conflagración, la movilización militar y los conflictos emocionales que acarreaba. No todos apoyaban la lucha y un 12% de los convocados al Draft desertaron. Por otra parte se abrieron oportunidades para la participación de la mujer en las actividades que le eran vedadas. Desde el punto de vista de la fotografía se crearía una explosión económica, con la apertura de estudios provisionales y la llegada de fotógrafos itinerantes en los alrededores de los campos de entrenamiento militar. Sixth National Cantonment, luego conocido como Camp Jackson, fue uno de esos lugares, creado en las inmediaciones de Columbia, llegando a ser el centro de entrenamiento militar más grande del mundo. Aurelio Escobar C. y su lente no perdieron la oportunidad de ser testigos de ello. La actividad militar que se desarrollaba en su entorno, los encuentros y desencuentros emocionales y finalmente las celebraciones del triunfo. Los acontecimientos que le incumbían a su nueva comunidad “South Carolina”, eran los que atraían su atención.
El estudio “Lyles” de hecho se había convertido en una réplica de la “H. J. Gutiérrez” con cinco de sus fotógrafos; Harvey S. Teal solo menciona a los Escobar y les da el rango de “assistants”, sin embargo el estudio “Lyles” cobra vida con la mancuerna de Aurelio C. Escobar y William H. Lyles Jr., el modesto local retratado por Aurelio en 1916, cambia por el elegante establecimiento perteneciente hasta entonces a “J. P. Howie’s Studio”.
Los 1200 acres donados por los ciudadanos de Columbia para el campo Jackson y sus 44,000 hombres rivalizaba con la misma ciudad, la población de Columbia en el censo de 1920 fue de 113, 798 habitantes. La 30th División compuesta inicialmente de la National Guard Units de North Carolina, South Carolina, y Tennessee "Old Hickory Division", se entreno ahí y en junio de 1918 peleaban en Bélgica, le siguió la 5th. A partir de abril de 1919 se reembarco hacia los Estados Unidos, participando en el desfile triunfal del 11 de mayo en Nueva York.
Durante los inicios de 1919 Aurelio se aboca a la búsqueda de un local propio; comprando el establecimiento “Hennies Studio”, 1615 Main Street, Columbia S.C., perteneciente a George V. Hennies, fotógrafo que había estado incursionando en el medio desde 1880, posteriormente el establecimiento será conocido como “A. Escobar”.
Nuevamente en México para 1923; cosa rara Aurelio Escobar no deja su negocio encargado con su hermano y es Joseph H. Mayfield el elegido. Las expectativas de trabajo no resultan ser halagadoras en México, el país no lograba un estado de paz y tranquilidad necesario. Mientras tanto en Columbia, Mayfield pone su propio estudio en 1515 Main Street dejando el establecimiento de “A. Escobar”. Aurelio se ve obligado a regresar. Aurelio Escobar C. visita México en 1924, el año siguiente hará su último viaje a los Estados Unidos para vender su estudio a Joseph H. Mayfield.
Fragmentos del libro:
Mirando fotografías, Recuerdos de Familia. De Arturo Guevara E. ©.
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