Archive for abril 2010

En busca del fotógrafo de Zapata, parte III.


Publicado por Arturo Guevara Escobar

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El Formato.

Miguel Ángel Berumen en su libro “México: Fotografía y Revolución”, da un dato ambiguo aunque relevante, la mayoría de las fotografías durante la revolución se realizaron en formato 5x7. De alguna forma era algo obvio desde antes, y hubiera sido importante obtener una dato estadístico, mayoría sería 50% +1.

Estudios realizados fuera de México analizando el fenómeno de la tarjeta postal, confluyen en el punto que para el momento estelar de la tarjeta postal, inicios del siglo XX, la mayoría de las imágenes usadas en ellas provienen de formatos 5x7.

Entonces el uso mayoritario del formato 5x7 lo podemos entender como una respuesta mundial a las necesidades del mercado, en tarjetas postales, e imágenes para medios impresos, revistas, panfletos, periódicos, libros, etc.

The American Review of Review, julio de 1914. Fotografía acreditada por la agencia Brown Brothers, New York.

Las imágenes conservadas de la fotografía de F. Miller en México, como Mayra Mendoza Avilés apunta son reprografías, negativos formato 5x7, dos en placa seca de gelatina (cristal) y uno de película de nitrocelulosa. Las imágenes correspondientes a la fotografía de F. Miller en los Estados Unidos, aparecen sin firma, y son reprografías 5x7, la copia en la Biblioteca de Congreso es una placa de cristal. La copia de Getty Images, Hulton Archive, es la misma de F. Miller, con la fecha de creación del primero de enero de 1915.

Para hacer una reprografía a principios del siglo XX tenemos dos caminos, reproducir el negativo o reproducir una impresión. La reproducción profesional de los negativos es un poco complejo, donde se mantiene exactamente la proporción, no hay distorsión de la imagen pero se puede ver alterada la luminosidad. El otro camino es fotografiar la fotografía, muchas veces con distorsión de la imagen, con ondulaciones y reflejos, en el mejor de los casos cuando se coloca la fotografía en un plano completamente lizo, encontramos tachuelas o cintas adhesivas, y generalmente una reducción del formato.

Es obvio para reproducir un negativo, necesitamos del negativo; mientras que con una impresión, vemos reprografías de la reprografía, y reprografías de la reprografía de la reprografía…

Es curioso como una imagen que alcanza una difusión tan amplia en México y Los Estados Unidos, es básicamente mediante reprografías y no de su original.

Generalmente en las reprografías encontramos un interés por lograr la máxima amplitud de imagen, por lo cual el original es de mayor tamaño a la reprografía o de un tamaño equivalente.

La fotografía reencontrada por Daniel Ezcorza, publicada el 16 de abril de 1913 en el diario El Imparcial, contiene mayor información visual, esto quiere decir, el formato es mayor a 5x7. Sí el reencuadre es 5x7, ¿de qué tamaño es el original?

Primera plana de El Imparcial, 16 de abril de 1913, publicada en la revista Alquimia nº 25, cortesía de Miguel Ángel Morales.

La fotografía usada para crear el medio tono, y posteriormente publicarla sigue perdida, entonces hay que basarse en el análisis de los datos remanentes.

Independientemente del tamaño real de una imagen fotográfica, mientras no se mutile o distorsione, mantiene siempre su proporción. Un fotografía 5x7, tiene la proporción (1 x 1.4), una postal (1 x 1.6), y una fotografía 8x10, (1 x 1.25), etc., la imagen del Imparcial es casi cuadrada, (1 x 1). La revista Alquimia en su número 25, reproduce la primera plana del Imparcial, sin embargo recortan el formato, mutilando parte de la imagen que nos atañe.

Por las reprografías 5x7 conservadas, deducimos: no hay una reducción o amplificación relevante, por la nitidez de su resolución, podemos darle un punto de certidumbre al tamaño del encuadre en 5x7.

Para la fecha atribuida a su creación, año de 1911, coexisten dos sistemas de medidas en las dimensiones de las placas fotográficas, “English” y “Continental” (ver tabla).

Donde no hay ninguna medida comercial de formato cuadrado superior a 5x7, de ello podemos suponer que la imagen del Imparcial también fue recortada.

Conociendo la medida de 5x7 para el reencuadre podemos deducir la proporción aparente en la impresión del Imparcial en 8x9.

En 1912 la revista norteamericana The Independent, publica un artículo titulado: “Mexican Bandits at Close View”, escrito por Edwin Emerson, en la introducción del editor leemos: “This article, wich comes to us direct from Mexico…”.

Se incluyeron 5 ilustraciones, la revista tiene el formato 6¾x9¾, cuatro de las imágenes corresponden a fotografías 8x10, una de ellas realizada al interior del hotel Moctezuma, exactamente en el mismo espacio donde se toma la fotografía de Zapata, y presumiblemente el mismo día. Las fotografías del Independent no están firmadas ni se da crédito, posiblemente llegaron junto con el artículo a la revista, el reportero aparece en la fotografía.

Edwin Emerson es el personaje vestido de claro y con sombrero de Tap, dos lugares a la derecha de Abraham Martínez.

Edwin Emerson, no es un simple reportero, se trata del coronel del ejército norteamericano al servicio de Leonard Wood, Jefe del Estado Mayor estadounidense, quien usaría el disfraz de reportero mientras realizaba sus actividades de espionaje, estamos hablando de un agente secreto.

Emerson una vez reanudadas las hostilidades en Morelos, se le asigna la misión de vigilar a Victoriano Huerta, para ello cubre la actividad noticiosa en el cuartel general de Huerta en Cuernavaca, en la comida ofrecida por el general Almazan al general Huerta el 10 de agosto de 1911, se encuentra presente Emerson. La primera aportación periodística sobre Huerta aparece en la revista “The Outlook”, noviembre 11 de 1911, bajo el título “Victoriano Huerta”. Sin embargo el “reportero” se encontraba en Morelos desde antes.

Edwin Emerson.

La evidencia apunta a que la imagen original de Zapata, al pie de la escalera principal, corredor norte, del primer patio del Hotel Moctezuma, es un formato 8x10, en posición vertical. Lo cual nos hace regresar al dato: “el formato más usado fue 5x7”, en segundo término aparece el formato postal, y aquí deploramos no contar con datos estadísticos para saber cual porcentaje le corresponde al formato 8x10. Sin duda una minoría, la pregunta recae en quién usaba cámaras formato 8x10.

Sabemos que Manuel Ramos, Uribe y Aurelio Escobar, las usaron como instrumento de trabajo de campo, de lo cual hay buenos ejemplos, otros fotógrafos como Hugo Brehme y Guillermo Kahlo también usaron cámaras 8x10, pero se necesita profundizar cuándo y cómo lo hicieron. ¿De los abundantes fotógrafos norteamericanos que cruzaron la frontera, a pie, en el ferrocarril, o llegaron en barco, alguno uso el formato…?

En palabras de John Reed podemos encontrar una explicación: “El ejército expedicionario de Estados Unidos no tiene que luchar contra cobardes. Se enfrentará con peones ignorantes, no entrenados en maniobras militares, mal alimentados, mal equipados y armados, con docenas de tipos de rifles que datan de docenas de revoluciones diferentes. Pero son tan buenos tiradores naturales como los mejores del mundo.”

Esta misma expresión es válida al aplicarla a los fotógrafos, la mayor parte de los fotógrafos mexicanos llegaron a ejercer la profesión por medio de la práctica, con equipos que difícilmente se renovaban, muchas veces herencias de fotógrafos de generaciones anteriores, el puñado de fotorreporteros no contaba con equipo de avanzada; para los fotógrafos norteamericanos era lo contrario, desde los primeros días de la revolución en 1910, los vemos con equipos modernos, el formato 8x10, no era una posibilidad para ellos. Debemos excluir a unos cuantos fotógrafos que trabajaron con formatos panorámicos, lo cual es otra historia.

Para seguir la búsqueda nos debemos enfocar en fotógrafos mexicanos o extranjeros avecindados en México antes del inicio de la revolución, que trabajaban con cámaras 8x10...

De la visita a Morelos y Guerrero por parte de Francisco I. Madero a mediados de junio de 1911, hasta su regreso a Morelos, principios de agosto de 1911, hay un rastro de fotografías formato 8x10.


En busca del fotógrafo de Zapata, parte I.

En busca del fotógrafo de Zapata, parte II.

En busca del fotógrafo de Zapata, parte IV.

En busca del fotógrafo de Zapata, parte V.


México a través de las causas.


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México a través de las causas, colecciones, Carlos Monsiváis.

La visita.

El fin de semana del 10 y 11 de abril del 2010, tuve la oportunidad de visitar la muestra en dos ocasiones, ya que requería confirmar algunos datos, y aprovechar la nula restricción en el uso de aparatos fotográficos.

El año pasado en el mismo espacio se presentó la muestra “Te pareces tanto a mí”, en ella aparecían algunas fotografías atribuidas a H. J. Gutiérrez, y les hice notar mediante un comentario en su libro de visitasla la importancia de poner el nombre completo del autor, “Heliodoro Juan Gutiérrez Escobar”, y no solo su forma abreviada. Al parecer no lo leyeron y de nuevo aparece simplemente H. J. Gutiérrez.

En la sala del segundo piso, nos recibe primeramente una sección dedicada a Francisco I. Madero, con algunos documentos y fotografías de pequeño formato. Tres retratos en tamaño postal del señor Madero se clasifican como anónimos.

I.
Esta fotografía se ha reproducido por años, pero se trata aquí de una impresión original. Desde hace tiempo la he identificado como una creación de alguno de los estudios de H. J. Gutiérrez, en base a la tipografía, y la característica curvatura de la línea de escritura, atributo reconocible en la caligrafía de Aurelio Escobar Castellanos. Por fortuna existe otra toma, marcada por el estudio “Marst”, mismo tipo de tipografía, con una caligrafía con orientación horizontal, para mejor referencia de los tipos de caligrafía consultar: “H. J. Gutiérrez ante A. V. Casasola. Tipografía”.

Si bien el señor Madero mantiene una actitud serena pero estática, su mirada en los dos casos ligeramente evade a la cámara, por sentimiento propio…por indicaciones del fotógrafo…

La dos tomas parecen corresponder a la misma sesión, la luz, sombras, pliegues de la ropa, etc., corresponden; donde el creador gira alrededor de su modelo mientras este permanece estático, o las dos imágenes se crearon de forma simultánea, dos cámaras, dos fotógrafos…

II.
En este caso es más sencillo, pues tenemos la misma imagen firmada por “H. J. Gutiérrez”, misma tipografía de las anteriores. La muestra del Estanquillo es una impresión más angosta.



III.
De la última imagen podemos decir que comparte las propiedades estilísticas de (I), y el telón de fondo usado en todas ellas (I, II); estaremos muy atentos de localizar otra toma, o una versión firmada.

Conclusión: hay poco trabajo de investigación al montar la muestra, las mismas carencias se encuentran en otras partes, de lo cual hablaremos después.


En busca del fotógrafo de Zapata, parte II.


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En verdad de general...

La iconográfica representación de Emiliano Zapata, con atributos de General, es bien conocida por un amplio sector de la población, reproducida infinidad de veces.

¿Pero en realidad es eso lo que representa?

La idea aparente indica eso, Zapata General.

Fotografía 5x7 de origen desconocido.

El movimiento Zapatista durante el periodo histórico conocido como revolución mexicana, nunca tuvo una estructura militar regular, se trató de grupos guerrilleros de diversa índole, que se congregaban o dispersaban según sus necesidades y capacidades. No había una estructura de rangos, y agrupaciones como en un ejército bien constituido. Los grados se otorgaron de forma arbitraria, más en función de un liderazgo local, y no de una estructura orgánica.

Emiliano Zapata no era el único general, estaba: Otilio Montaño, Gildardo Magaña, Crispín Galeana, Genovevo de la O, S. Fernández, Felipe Neri, Manuel Palafox, Sabino Burgos, Eusebio Jáuregui, Francisco V. Pacheco, Everardo González, Heliodoro y Zeferino Castillo, entre otros. Muchas veces estos generales comandaban apenas un centenar de hombres, por lo que su grado era más retórico, que una representación real de una fuerza militar, aunque también llegaron a formar unidades con algunos miles de hombres.

Emiliano Zapata se presenta a si mismo como "General en Jefe".

Las insignias militares corresponden a una convención simbólica, con un correcto entendimiento dentro del mundo castrense, y parte del orgullo personal de quien las porta. Así como reconocemos el símbolo de “$”, representativo de “pesos” (unidad monetaria, dinero), las insignias militares tiene la misma función, dar a conocer un mensaje específico, la diferencia básica radica en que “$” es un símbolo de uso común a todos los estratos de la sociedad, mientras las insignias militares solo pueden ser leídas por algunos.

Nos dicen; se trata de Emiliano Zapata, ataviado como general, a Emiliano lo reconocemos, nos es familiar su rostro, pero como sabemos que es general más allá de que se le nombrara así…

De los grandes grupos militares involucrados en la contienda; tropas federales, villistas, constitucionalistas y zapatistas, solo los últimos no adoptaran uniforme, ni un sistema de insignias propio.

Para la lectura de la imagen debemos partir de una convención preestablecida, “banda de general”.

Primer punto, los colores establecidos para el grado de General en México entre 1900 y 1914, son dos: verde para General de Brigada; azul para general de División; rojo para oficiales.

La banda de Emiliano Zapata, muestra dos colores en cinco listones…

Sí nos remontamos más en el tiempo a partir de la independencia de México, 1821, se usa la misma convención, un solo color para la banda o faja.

Lo más sencillo en apariencia sería buscar dentro de los lineamientos y estatutos militares, cuando y de qué forma se aplican los distintivos de general. Pero tomaremos el camino de interpretar imágenes.

Entre las abundantes fotografías de militares, en uniformes de gala, media gala y de campaña de 1910, año del aniversario del centenario de la Independencia, nos percatamos de dos cosas, los generales solo usan faja, el estado mayor presidencial usa banda de honor, blanca, y faja según el rango.

En las fotografías del general Díaz en su juventud, solo usa faja…

En representaciones de la guerra de 1836 (Texas), no vemos a los militares mexicanos con banda, el General Santa Ana viste uniforme blanco casaca azul obscuro y faja azul turquesa, el General de Brigada Urrea, pantalón blanco, casaca azul obscuro con pechera roja, y faja verde. Podríamos seguir con las representaciones pictóricas de Agustín de Iturbide, Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero, etc., donde portan faja azul o verde según el caso.

¿Entonces cuando se usa la banda como distintivo de general en México?

El domingo 6 de agosto de 1911, fue la ceremonia de la jura de bandera por parte del 32/o Batallón, con un fastuosa representación, haciendo uso del Paseo de la Reforma desde la estatua de Carlos IV hasta la columna de la Independencia, entre los presentes el presidente interino Francisco León de la Barra, los señores doctor Francisco Vázquez Gómez, Francisco I. Madero, lo más granado de los personajes de la política, y la jerarquía militar. De ellos tres generales de división que les correspondería el color azul como distintivo, nueve generales de brigada, color verde, 16 brigadieres, color rojo. Los magistrados, jueces, defensores y altos asimilados del Ejército, con trajes de civil, llevaban bandas verdes y carmesíes.



La cifra máxima de generales de división por estatutos era de cinco, según el derecho público, la suprema jefatura del ejército correspondía al presidente de la república, y por este hecho el grado de general de Ejército, siendo Porfirio Díaz Mori general de división, lugar que no había sido remplazado. De los tres divisionarios presentes, la totalidad del cuerpo, solo Bernardo Reyes viste la banda azul de general de división.


Postal Curt Teich,Curt Teich Postcard Archives, Lake County Discovery Museum.

En 1913 “Curt Teich Company of Chicago”, el más grande impresor de tarjetas postales en Norteamérica, saca al mercado la tarjeta número de serie R33847, La imagen corresponde a la fotografía registrada en los Estados Unidos por Fred Miller. La postal se publicó a color, lo cual implicó la iluminación de algunas de sus partes, la fotografía original es blanco y negro; para la banda se elijen dos colores: azul y verde…

Es evidente, Emiliano Zapata no porta la banda de general, pero cómo se llega al equívoco y cuál es la representación real.

El iluminista de “Curt Teich”, identifica correctamente los colores ante la premisa de ser general, pero se ve ante el problema de los cinco listones en dos colores diferentes.


Cuando el grabador Posada trabaja en la imagen tomando como base la fotografía, tiene el mismo problema, su solución, reducir los 5 listones a tres. Esto da pie a otra interpretación, para Posada resulta incomprensible la banda con 5 listones, no lo logra decodificarla, y busca un modelo acorde a su bagaje intelectual, o hay intencionalidad...

La banda con tres listones se ha interpretado como verde blanco y rojo, inclusive el pintor Diego Rivera basándose en el grabado de Posada, recompone la banda a 5 listones, el central verde, los dos siguientes a los extremos blancos y los exteriores rojos. Ambas opciones de una forma más o menos clara o insinuada, Posada, o Rivera inducida, proponen un banda “Presidencial” o con los colores patrios.

En el caso de Posada, nos tenemos que referir a su inclinación política, los volantes donde aparece su gravado contienen textos claramente antizapatistas. Y se podría tratar de un mensaje subliminal, donde la banda tricolor hace de puente entre zapatismo y maderismo, igualándolos en su parte negativa, como destructores del “régimen”. La banda tricolor, así sea en listones, moños, escárpelas, etc., es la insignia maderista.

Sí la fotografía se realizó en 1911, podría resultar lógico la insignia tricolor como símbolo de la unión entre Emiliano Zapata y Francisco I. Madero. Inclusive Francisco I. Madero y su esposa aceptan ser padrinos de boda de Emiliano Zapata…Manuel D. Asúnsolo supuesto dueño de la banda era maderista, aunque algunos lo han querido ver de general zapatista. Adam Newman en su libro “Zapata regresa” lo llama: “individuo declaradamente antizapatista”, y José Manuel López Victoria, en “Historia de la revolución en Guerrero”, lo llama: “amigo personal de la familia Madero”.

Manuel Dolores Asúnsolo, era un empresario minero, levantado en armas con sus 30 peones en Chichihualco, y su corta carrera militar se desarrollaría en el estado de Guerrero, su intervención militar y política en Morelos, sería causa de conflictos entre Madero y Zapata, sobre todo por las atribuciones que se toma para nombrar gobernador interino en Morelos.

Esta opción podría dar mucho de qué hablar entre los historiadores, y sin embargo hay otro camino.

Puede que la banda de origen se haya interpretado como de general, a pesar de sus 5 listones, debido a que sus colores fueran azules y blancos. No sería la forma ortodoxa, pero permitiría su comprensión.

¿De dónde sacó Asúnsolo la banda?

El primer ancestro Asúnsolo en territorio Novohispano fue: Juan Manuel de Asúnsolo y Alcalde; quien llegó poco antes de consumarse la Independencia de México, por sus dotes militares lo atrajo Agustín de Iturbide a su sequito, participando de la campaña del Bajío. Unos años después al regreso del infausto Emperador Iturbide de su exilio, 1824, es precisamente Juan Manuel Asúnsolo quien lo identifica tras su desembarco en Tamaulipas, días más tarde el ex Emperador sería fusilado.

Juan Manuel Asúnsolo había obtenido el grado de Teniente Coronel; el movimiento independentista liderado por Agustín de Iturbide, si bien buscaba la autonomía de España era de corte Borbónico, y pretendía que un príncipe de esta casa ocupara el trono en México. La librea borbónica era la banda bicolor azul y blanca, que puede ser: azul-blanco-azul; o azul-blanco-azul-blanco-azul, la franja azul central más ancha que las demás…

Es prácticamente imposible partiendo de una imagen en blanco y negro, determinar si la escala de grises corresponde al azul, rojo o verde, por lo tanto podemos solo suponer, teniendo más probabilidades, azul y blanco.

El movimiento zapatista toma como emblema a la Virgen de Guadalupe, cuyos colores son, azul y blanco…Las razones de Asúnsolo para usar la banda, pueden ser diferentes a las de Emiliano Zapata. El mundo real no es blanco y negro, los colores tienen su parte primordial.

Ignacio Allende, pintura de Ramón Pérez, 1865, óleo sobre tela, Palacio Nacional, México. La concepción simbólica de esta pintura tiene similitudes sugerentes con la del zapatismo…Faja verde de general, estandarte guadalupano y banda borbónica.

La relación Zapata Asúnsolo, es elemental para el momento de la creación de la imagen, por la simple razón de la posesión de la banda, pero también hay que ponderar, la relación político emocional entre los dos personajes, el rompimiento entre Asúnsolo y Zapata, antecede al rompimiento Zapata Madero, el enfriamiento de su relación es casi inmediata, quedándonos como fecha posible de la creación de la histórica fotografía, la gira de Francisco I. Madero a los estados de Morelos y Guerrero en 1911.


La influencia iconográfica de Zapata, se aplicó a otros personajes, en este caso a Pancho Villa. Fotografía del extremo izquierdo firmada por D. W. Hoffman, probablemente la original; central la misma imagen retocada y registrada por Bain News Service; extremo derecho postal anónima, donde se retocó las cananas para dotar a Pancho Villa de una banda bajo el modelo de la usada por Zapata, haciendo incapie en el rótulo: "general".

Pensemos que pasaría por la mente de los orgullosos militares reunidos en el Paseo de la Reforma la mañana del 6 de agosto de 1911, donde por medio del simbolismo de los uniformes se le reconocía la primacía al general Bernardo Reyes, único portado de la banda azul de divisionario, sí tuvieran frente de ellos las fotografías firmadas por Wray y Miller…

De la de Wray seguramente se reirían.

De la de Miller

El 8 de agosto dos días después se inicia una campaña de tierra quemada en contra del zapatismo.


En busca del fotógrafo de Zapata, parte I.

En busca del fotógrafo de Zapata, parte III.

En busca del fotógrafo de Zapata, parte IV.

En busca del fotógrafo de Zapata, parte V.