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Para continuar con el análisis iconográfico de Hugo Brehme y la intervención norteamericana en Veracruz, remitámonos a la creadora del catálogo “Hugo Brehme y la Revolución Mexicana”:
“De ese hecho destaca una imagen de gran violencia implícita en la que se observa la desolación imperante en los alrededores de la Fortaleza de San Juan de Ulúa, los buques estadounidenses fondeando aguas nacionales y, en primer plano, una bandera estadounidense izada en tierras mexicanas.” Nota originada por Notimex.
En la publicación catálogo de la exposición encontramos la imagen en la página 108, con el pie de foto: “Bandera norteamericana en San Juan de Ulúa, Veracruz, Ver., abril- noviembre de 1914”. En la exposición actualmente en el Museo Franz Mayer, se hace una amplificación del original en gran formato.
En la página 14 se relata el hecho: “También en este periodo produjo una notable imagen de violencia implícita, con la bandera norteamericana en lo alto del mástil, desde una desolada vista de san Juan de Ulúa: la inminente invasión había sido consumada.”
La misma imagen fue usada por la investigadora Mayra Mendoza, en su artículo publicado en Alquimia nº37, septiembre diciembre de 2009; “1914. De Veracruz a la Ciudad de México a través de la mirada de Hugo Brehme; y tema de la conferencia programada para el miércoles 17 de noviembre del 2010 en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
Lo primero que necesitamos hacer es observar con detenimiento la imagen, a la derecha, el torreón de la fortaleza de san Juan de Ulúa; dividiendo la composición en proporción aurea en su vertical, a la izquierda el asta bandera con el lábaro norteamericano; se mira hacia el puerto es antes del medio día, la insignia yanqui se enarboló por primera vez el 27 de abril de 1914 a las 2 pm.
En esta imagen al ser escaneada del libro, sufre una distorsión por la curvatura de las hojas, por lo tanto el espacio entre el asta y el torreón no aparece cuadrado, como en realidad lo es.
En segundo plano el dique seco flotante y a la izquierda la obscura figura del crucero protegido, o en ocasiones llamado también crucero acorazado Emperador Carlos V, el mismo nombre nos indica su origen español, y se trata de una vieja unidad veterana de la guerra Hispano-norteamericana de 1898. Durante el desembarco de los días 21 y 22 de abril, fue la única unidad militar extranjera a excepción de las norteamericanas en la rada, el resto se habían retirado por seguridad, e incluso se interpuso entre los barcos agresores para detener el bombardeo, por lo mismo se corrió el rumor de su hundimiento, hecho difundido por El Imparcial; El Correo Español en los días siguientes se encargo de desmentirlo, pero algunos de sus marinos tuvieron que presenciar los tiroteos ocultos en la tienda ubicada en las calles de Arista y Landero.
Un poco más en profundidad y hacia la derecha el crucero francés Descartes, el 21 de abril se encontraba anclado en Veracruz; en La Revue maritime, editada por el Ministerio de marina francés en 1934, nos informa que en mayo de 1914 el crucero Descartes se estacionó en el puerto de Tampico, el Condé en Veracruz y el Montcalm se dedicó a recorrer el litoral mexicano. En julio participó en la cobertura militar que los franceses hicieron en Haití, para el 28 de agosto junto al Condé se sumó a la casería de buque alemán SMS Dresden, y posteriormente tuvo como base La Martinica. Durante diciembre los vapores norteamericanos San Juan, Coamo y Carolina, fueron detenidos en alta mar por el Descartes, tomando como prisioneros de guerra a cierto número de ciudadanos alemanes y austriacos, remitiéndolos a la isla de Martinica.
Retomando la imagen, en el fondo vemos tres buques mercantes junto a las grúas de carga y descarga. Al momento del desembarco, 21 de abril, los norteamericanos capturan tres buques, el Monterrey, Esperanza y Mexico; pertenecientes a la U.S. and Cuba Steamship Company of New York, los tres llevaban armas.
Las probabilidades para realizar la imagen nos llevan a la última semana de abril, o quizás los primeros de mayo.
Las costas mexicanas no solo se veían repletas de buques norteamericanos, otras naciones con la intención de proteger sus intereses mandaron unidades tanto en el Pacífico como en el Golfo, los franceses tenían los cruceros Jeanne d’Arc, Descartes, Condé; España al Emperador Carlos V; los alemanes al SMS Dresden en Tampico, Karlsruhe en Haití, Leipzig y Nürnberg en la costa mexicana del Pacífico; los británicos al HMS Hermione y Essex en el golfo y el HMS Algerine y Shearwater en el Pacífico, el HMS Lancaster estaba disponible, así como el Suffolk y Berwick desde sus bases en las Honduras Británicas (Belize) y Jamaica; los japoneses desplegaron al Izumo, Asama, y Hinzen.
Mayra Mendoza en su artículo de Alquimia nos relata cual fue su fuente de investigación, un álbum fotográfico perteneciente a la colección Teixidor, compilado por un viajero o residente alemán. En él se ilustran dos docenas de buques extranjeros: “cada una presenta una vista general del barco o crucero acompañado del nombre, para dejar constancia de los acorazados estadounidenses, alemanes y españoles que fondearon en aguas mexicanas frente al puerto jarocho. Son imágenes captadas entre marzo y noviembre de 1914…”
El aparentemente desproporcionado despliegue de la flota norteamericana, en parte cumplía con el cometido de amedrentar a México, pero sobre todo de neutralizar una posible intervención de las demás naciones con intereses en México; el llamado “incidente de Veracruz”, no solo propició la posibilidad de una guerra internacional entre México y Los Estados Unidos, también pudo iniciarse la Primera Guerra Mundial en las costas mexicanas…
Dentro del contexto histórico que da pie a la generación de la imagen, hay mucho más que decir aparte de la descripción puntual de cada uno de sus elementos; desolación…la palabra se puede interpretar de dos formas: destruir, arrasar; o causar una aflicción extrema.
El puerto de Veracruz de ninguna manera fue desolado físicamente, la destrucción fue mínima y muy localizada, para algunos mexicanos el hecho de la ocupación fue desolador, y para otros no... Expliquémonos mejor, la fotografía es un reflejo claro de la complejidad de intereses e intervenciones, involucradas en la llamada Revolución Mexicana, no se trataba de un asunto puramente interno, que aunque dirimiéndose por la fuerza de las armas fuese asunto de mexicanos. Como ha ocurrido muchas veces en la historia de México, la influencia externa determina el derrotero interno aunque no lo percibamos o no lo queramos aceptar.
El gobierno militar establecido en el puerto de Veracruz, no tenía la intención de imponer un bloqueo comercial a México, impedir la importación o exportación de cualquier mercancía, solo impedir el ingreso de armas, y más técnicamente solo las de carácter y uso militar, lo cual no llevaría a la problemática de definir cuando un arma no es de carácter militar…
El gobierno de los Estados Unidos podía encontrar los argumentos legales para prohibir a los fabricantes y comerciantes establecidos en su territorio, el comercio de armas con México, pero no tenía ninguna autoridad para ejercer una presión similar con otras naciones, por lo tanto durante su presencia en Veracruz continuaron llegando los cargamentos de armas, al grado de no haber lugar para almacenarlos. Inclusive ellos mismos propiciaron la clandestinidad, redireccionando cargamentos destinados a los constitucionalistas originariamente en Matamoros, al puerto de Veracruz, y posteriormente facilitaban su introducción.
John Mason Hart en su libro “Revolutionary Mexico: the coming and process of the Mexican Revolution”, nos relata como para el líder Constitucionalista era tan importante el desalojo del puerto, o de perdida que les dieran parte del armamento, que por cierto en ocasiones no habían pagado; The Duering Co, la más importante de las 48 compañías importadoras alemanas establecidas en Veracruz, demandaría ante el gobierno de Washington el pago de $19,751 dólares por el concepto de armamento entregado a los constitucionalistas sin pagarlo.
En vez de tener una actitud sin concesiones hacia la ocupación como debió corresponder…hacían negocios.
Inclusive los barcos militares cumplían con la misión de acareo, el crucero francés Descartes regresaría con un cargamento de 7 toneladas en armas, entre ellas 500 Mausers y 45,000 municiones. En algunos casos como con el buque Krownprincessen Cecile, se regresaron con todo su cargamento a lugar de origen, Alemania...eso se dijo oficialmente, aunque el 23 de noviembre al tomar control los constitucionalistas del puerto se encontró una carga de 6,300 kilos perteneciente al Krownprincessen Cecile.
De acuerdo a las investigaciones de John Mason, no existe un registro exacto de todos los cargamentos llegados durante el periodo, ni mucho menos su destino, pues parte desapareció misteriosamente antes de la desocupación del puerto, y se puede inferir que terminó en manos de los carranzistas antes de la retirada norteamericana.
La revolución Maderista no triunfó por la capacidad de movilización de la misma, o por lo brillante de su desarrollo militar, sino por el apoyo recibido por los Estados Unidos, y la falta del mismo para el gobierno del General Díaz, este con sagacidad supo percatarse de ello y trato de salvar el barco de la mejor manera; el levantamiento organizado por Pascual Orozco en contra del gobierno constituido de Madero es la mejor muestra de que hubiera pasado con Madero y su movimiento de no contar con el apoyo norteamericano. El derrocamiento de Madero tuvo la bendición de la embajada norteamericana, y el subsecuente gobierno fue automáticamente maldecido, para nuevamente ser la intervención del vecino del norte la que inclino la balanza por los Constitucionalistas, el destino del gobierno de la Convención lo decidió el presidente norteamericano, y no como hemos querido ver con nacionalismo ciego, las sangrientas batallas ente los diferentes bandos de la guerra civil. Álvaro Obregón por más superioridad estratégica que desplegara, no hubiera derrotado a Villa sin el ejemplar suministro de armas vía Veracruz.
John Mason ha establecido con la poca información disponible, que entre las muchas cosas “guardadas” en Veracruz, El ejército mexicano (huertista) había ordenado entre otras: ametralladoras, rifles, carabinas, escopetas, municiones, alambre de púas, cañones, camiones, carros blindados, radios de onda corta, pistolas, granadas de mano, etc, etc., y 1,250 cajas de cianuro de sodio, que al mezclarse con acido nítrico o sulfúrico, genera un gas mortal. Este gas era usado para controlar las plagas de ratas e insectos en los barcos. En agosto de 1914, con la Primera Guerra Mundial iniciada, se usan los gases tóxicos por primera vez, este gas en específico fue el usado por los Nazis en las cámaras de gas, y también lo uso Saddam Husein contra los kurdos…
La fotografía atribuida a Hugo Brehme nos ha dicho mucho, pero esa era la percepción del creador, o solo era una buena composición artística…había conciencia de lo que se estaba mirando y por ello se elije la propuesta.
A pesar que a Hugo Brehme se le ha nombrado como apolítico y neutral, en muchas de las fotografías atribuidas a él, vemos una clara inclinación, una aguda percepción de los acontecimientos sociopolíticos…independientemente de un tratamiento artístico.
¿Cómo podemos explicar esa diferencia de actitud, o de personalidad?
Parecería que en el trabajo de Brehme hay dos fotógrafos con la misma capacidad técnica, la misma sensibilidad artística, pero con una conciencia diferente…
O simple coincidencia…
Otra manera de interpretar la imagen:
San Juan de Ulúa, fortaleza española construida para defender el puerto de los ataques piratas, último baluarte de la presencia española en las tierras de la naciente nación mexicana. Dirección derecha.
Izquierda, instalaciones portuarias, recién remozadas por el gobierno porfiristas, la modernidad, el comercio internacional, y sus implicaciones; inversiones extranjeras y sus intereses particulares, doctrinas expansionistas y colonialistas aun imperantes.
Tención izquierda derecha, México entre independencia y su inserción en el contexto internacional, subordinada a las grandes potencias.
Entre el cielo y la tierra, el acuoso espacio de la incertidumbre, dominado por el acero de los buques militares extranjeros. Sus popas apuntan a la derecha…
En dirección accedente izquierda derecha (diagonal), el dique seco flotante, lugar de reparaciones, la nación mexicana necesita ir al dique, pero quien se va a encargar del mantenimiento…
En equilibrio áureo el asta bandera, dirección accedente vertical, el lábaro Norteamericano rector de todo el movimiento…
Para continuar con el análisis iconográfico de Hugo Brehme y la intervención norteamericana en Veracruz, remitámonos a la creadora del catálogo “Hugo Brehme y la Revolución Mexicana”:
“De ese hecho destaca una imagen de gran violencia implícita en la que se observa la desolación imperante en los alrededores de la Fortaleza de San Juan de Ulúa, los buques estadounidenses fondeando aguas nacionales y, en primer plano, una bandera estadounidense izada en tierras mexicanas.” Nota originada por Notimex.
En la publicación catálogo de la exposición encontramos la imagen en la página 108, con el pie de foto: “Bandera norteamericana en San Juan de Ulúa, Veracruz, Ver., abril- noviembre de 1914”. En la exposición actualmente en el Museo Franz Mayer, se hace una amplificación del original en gran formato.
En la página 14 se relata el hecho: “También en este periodo produjo una notable imagen de violencia implícita, con la bandera norteamericana en lo alto del mástil, desde una desolada vista de san Juan de Ulúa: la inminente invasión había sido consumada.”
La misma imagen fue usada por la investigadora Mayra Mendoza, en su artículo publicado en Alquimia nº37, septiembre diciembre de 2009; “1914. De Veracruz a la Ciudad de México a través de la mirada de Hugo Brehme; y tema de la conferencia programada para el miércoles 17 de noviembre del 2010 en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
Lo primero que necesitamos hacer es observar con detenimiento la imagen, a la derecha, el torreón de la fortaleza de san Juan de Ulúa; dividiendo la composición en proporción aurea en su vertical, a la izquierda el asta bandera con el lábaro norteamericano; se mira hacia el puerto es antes del medio día, la insignia yanqui se enarboló por primera vez el 27 de abril de 1914 a las 2 pm.
En esta imagen al ser escaneada del libro, sufre una distorsión por la curvatura de las hojas, por lo tanto el espacio entre el asta y el torreón no aparece cuadrado, como en realidad lo es.
En segundo plano el dique seco flotante y a la izquierda la obscura figura del crucero protegido, o en ocasiones llamado también crucero acorazado Emperador Carlos V, el mismo nombre nos indica su origen español, y se trata de una vieja unidad veterana de la guerra Hispano-norteamericana de 1898. Durante el desembarco de los días 21 y 22 de abril, fue la única unidad militar extranjera a excepción de las norteamericanas en la rada, el resto se habían retirado por seguridad, e incluso se interpuso entre los barcos agresores para detener el bombardeo, por lo mismo se corrió el rumor de su hundimiento, hecho difundido por El Imparcial; El Correo Español en los días siguientes se encargo de desmentirlo, pero algunos de sus marinos tuvieron que presenciar los tiroteos ocultos en la tienda ubicada en las calles de Arista y Landero.
Un poco más en profundidad y hacia la derecha el crucero francés Descartes, el 21 de abril se encontraba anclado en Veracruz; en La Revue maritime, editada por el Ministerio de marina francés en 1934, nos informa que en mayo de 1914 el crucero Descartes se estacionó en el puerto de Tampico, el Condé en Veracruz y el Montcalm se dedicó a recorrer el litoral mexicano. En julio participó en la cobertura militar que los franceses hicieron en Haití, para el 28 de agosto junto al Condé se sumó a la casería de buque alemán SMS Dresden, y posteriormente tuvo como base La Martinica. Durante diciembre los vapores norteamericanos San Juan, Coamo y Carolina, fueron detenidos en alta mar por el Descartes, tomando como prisioneros de guerra a cierto número de ciudadanos alemanes y austriacos, remitiéndolos a la isla de Martinica.
Tarjeta postal, editada por ELD, Francia. “Marine Nationale-“Descartes”- Ècole de Canonnage”. 1918 ca.
Retomando la imagen, en el fondo vemos tres buques mercantes junto a las grúas de carga y descarga. Al momento del desembarco, 21 de abril, los norteamericanos capturan tres buques, el Monterrey, Esperanza y Mexico; pertenecientes a la U.S. and Cuba Steamship Company of New York, los tres llevaban armas.
Las probabilidades para realizar la imagen nos llevan a la última semana de abril, o quizás los primeros de mayo.
Las costas mexicanas no solo se veían repletas de buques norteamericanos, otras naciones con la intención de proteger sus intereses mandaron unidades tanto en el Pacífico como en el Golfo, los franceses tenían los cruceros Jeanne d’Arc, Descartes, Condé; España al Emperador Carlos V; los alemanes al SMS Dresden en Tampico, Karlsruhe en Haití, Leipzig y Nürnberg en la costa mexicana del Pacífico; los británicos al HMS Hermione y Essex en el golfo y el HMS Algerine y Shearwater en el Pacífico, el HMS Lancaster estaba disponible, así como el Suffolk y Berwick desde sus bases en las Honduras Británicas (Belize) y Jamaica; los japoneses desplegaron al Izumo, Asama, y Hinzen.
Mayra Mendoza en su artículo de Alquimia nos relata cual fue su fuente de investigación, un álbum fotográfico perteneciente a la colección Teixidor, compilado por un viajero o residente alemán. En él se ilustran dos docenas de buques extranjeros: “cada una presenta una vista general del barco o crucero acompañado del nombre, para dejar constancia de los acorazados estadounidenses, alemanes y españoles que fondearon en aguas mexicanas frente al puerto jarocho. Son imágenes captadas entre marzo y noviembre de 1914…”
El aparentemente desproporcionado despliegue de la flota norteamericana, en parte cumplía con el cometido de amedrentar a México, pero sobre todo de neutralizar una posible intervención de las demás naciones con intereses en México; el llamado “incidente de Veracruz”, no solo propició la posibilidad de una guerra internacional entre México y Los Estados Unidos, también pudo iniciarse la Primera Guerra Mundial en las costas mexicanas…
Dentro del contexto histórico que da pie a la generación de la imagen, hay mucho más que decir aparte de la descripción puntual de cada uno de sus elementos; desolación…la palabra se puede interpretar de dos formas: destruir, arrasar; o causar una aflicción extrema.
El puerto de Veracruz de ninguna manera fue desolado físicamente, la destrucción fue mínima y muy localizada, para algunos mexicanos el hecho de la ocupación fue desolador, y para otros no... Expliquémonos mejor, la fotografía es un reflejo claro de la complejidad de intereses e intervenciones, involucradas en la llamada Revolución Mexicana, no se trataba de un asunto puramente interno, que aunque dirimiéndose por la fuerza de las armas fuese asunto de mexicanos. Como ha ocurrido muchas veces en la historia de México, la influencia externa determina el derrotero interno aunque no lo percibamos o no lo queramos aceptar.
El gobierno militar establecido en el puerto de Veracruz, no tenía la intención de imponer un bloqueo comercial a México, impedir la importación o exportación de cualquier mercancía, solo impedir el ingreso de armas, y más técnicamente solo las de carácter y uso militar, lo cual no llevaría a la problemática de definir cuando un arma no es de carácter militar…
El gobierno de los Estados Unidos podía encontrar los argumentos legales para prohibir a los fabricantes y comerciantes establecidos en su territorio, el comercio de armas con México, pero no tenía ninguna autoridad para ejercer una presión similar con otras naciones, por lo tanto durante su presencia en Veracruz continuaron llegando los cargamentos de armas, al grado de no haber lugar para almacenarlos. Inclusive ellos mismos propiciaron la clandestinidad, redireccionando cargamentos destinados a los constitucionalistas originariamente en Matamoros, al puerto de Veracruz, y posteriormente facilitaban su introducción.
John Mason Hart en su libro “Revolutionary Mexico: the coming and process of the Mexican Revolution”, nos relata como para el líder Constitucionalista era tan importante el desalojo del puerto, o de perdida que les dieran parte del armamento, que por cierto en ocasiones no habían pagado; The Duering Co, la más importante de las 48 compañías importadoras alemanas establecidas en Veracruz, demandaría ante el gobierno de Washington el pago de $19,751 dólares por el concepto de armamento entregado a los constitucionalistas sin pagarlo.
En vez de tener una actitud sin concesiones hacia la ocupación como debió corresponder…hacían negocios.
Inclusive los barcos militares cumplían con la misión de acareo, el crucero francés Descartes regresaría con un cargamento de 7 toneladas en armas, entre ellas 500 Mausers y 45,000 municiones. En algunos casos como con el buque Krownprincessen Cecile, se regresaron con todo su cargamento a lugar de origen, Alemania...eso se dijo oficialmente, aunque el 23 de noviembre al tomar control los constitucionalistas del puerto se encontró una carga de 6,300 kilos perteneciente al Krownprincessen Cecile.
De acuerdo a las investigaciones de John Mason, no existe un registro exacto de todos los cargamentos llegados durante el periodo, ni mucho menos su destino, pues parte desapareció misteriosamente antes de la desocupación del puerto, y se puede inferir que terminó en manos de los carranzistas antes de la retirada norteamericana.
La revolución Maderista no triunfó por la capacidad de movilización de la misma, o por lo brillante de su desarrollo militar, sino por el apoyo recibido por los Estados Unidos, y la falta del mismo para el gobierno del General Díaz, este con sagacidad supo percatarse de ello y trato de salvar el barco de la mejor manera; el levantamiento organizado por Pascual Orozco en contra del gobierno constituido de Madero es la mejor muestra de que hubiera pasado con Madero y su movimiento de no contar con el apoyo norteamericano. El derrocamiento de Madero tuvo la bendición de la embajada norteamericana, y el subsecuente gobierno fue automáticamente maldecido, para nuevamente ser la intervención del vecino del norte la que inclino la balanza por los Constitucionalistas, el destino del gobierno de la Convención lo decidió el presidente norteamericano, y no como hemos querido ver con nacionalismo ciego, las sangrientas batallas ente los diferentes bandos de la guerra civil. Álvaro Obregón por más superioridad estratégica que desplegara, no hubiera derrotado a Villa sin el ejemplar suministro de armas vía Veracruz.
John Mason ha establecido con la poca información disponible, que entre las muchas cosas “guardadas” en Veracruz, El ejército mexicano (huertista) había ordenado entre otras: ametralladoras, rifles, carabinas, escopetas, municiones, alambre de púas, cañones, camiones, carros blindados, radios de onda corta, pistolas, granadas de mano, etc, etc., y 1,250 cajas de cianuro de sodio, que al mezclarse con acido nítrico o sulfúrico, genera un gas mortal. Este gas era usado para controlar las plagas de ratas e insectos en los barcos. En agosto de 1914, con la Primera Guerra Mundial iniciada, se usan los gases tóxicos por primera vez, este gas en específico fue el usado por los Nazis en las cámaras de gas, y también lo uso Saddam Husein contra los kurdos…
La fotografía atribuida a Hugo Brehme nos ha dicho mucho, pero esa era la percepción del creador, o solo era una buena composición artística…había conciencia de lo que se estaba mirando y por ello se elije la propuesta.
A pesar que a Hugo Brehme se le ha nombrado como apolítico y neutral, en muchas de las fotografías atribuidas a él, vemos una clara inclinación, una aguda percepción de los acontecimientos sociopolíticos…independientemente de un tratamiento artístico.
¿Cómo podemos explicar esa diferencia de actitud, o de personalidad?
Parecería que en el trabajo de Brehme hay dos fotógrafos con la misma capacidad técnica, la misma sensibilidad artística, pero con una conciencia diferente…
O simple coincidencia…
Otra manera de interpretar la imagen:
San Juan de Ulúa, fortaleza española construida para defender el puerto de los ataques piratas, último baluarte de la presencia española en las tierras de la naciente nación mexicana. Dirección derecha.
Izquierda, instalaciones portuarias, recién remozadas por el gobierno porfiristas, la modernidad, el comercio internacional, y sus implicaciones; inversiones extranjeras y sus intereses particulares, doctrinas expansionistas y colonialistas aun imperantes.
Tención izquierda derecha, México entre independencia y su inserción en el contexto internacional, subordinada a las grandes potencias.
Entre el cielo y la tierra, el acuoso espacio de la incertidumbre, dominado por el acero de los buques militares extranjeros. Sus popas apuntan a la derecha…
En dirección accedente izquierda derecha (diagonal), el dique seco flotante, lugar de reparaciones, la nación mexicana necesita ir al dique, pero quien se va a encargar del mantenimiento…
En equilibrio áureo el asta bandera, dirección accedente vertical, el lábaro Norteamericano rector de todo el movimiento…
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