.
La sociedad norteamericana a partir de la primera enmienda ha gozado de libertad de expresión como en pocos lugares, en contraste la era porfiriana vivió una constante censura y autocensura en aras de la estabilidad política y social. Para los corresponsales de guerra acreditados en las fuerzas armadas estadounidenses, las cosas iban a cambiar en 1914.
“El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente, y para solicitar al gobierno la reparación de agravios.”
Mayo 13 de 1914, Veracruz. Charles Minnegrode Maigne corresponsal de prensa es sumariamente sentenciado por el Secretario de Guerra Garrison por su comportamiento al transgredir el perímetro establecido por el general Funston en el puerto de Veracruz, y se le repatría en el primer transporte disponible.
De la misma forma se sancionaría a cualquier otro corresponsal que cometiera el mismo acto, privándolo de todos sus privilegios y de la fianza de dos mil dólares depositada por él en el Departamento de Guerra.
La actitud tomada en contra de Charles M. Maigne fue consecuencia directa del incidente creado por los reporteros Walter Whiffen, de Associated Press; Arthur L. Sutton, fotógrafo de The Washington Post; Richard Harding Davis, representante de Newspaper Syndicate, y Medill McCormick, del The London Times y Harper’s Weekly, al dirigirse a la ciudad de México por su cuenta y riesgo, con la consecuente detención de dos de ellos por las autoridades Federales mexicanas bajo la sospecha de espionaje; mediante la intervención del representante del secretario de estado y de las legaciones extranjeras en la capital mexicana se obtuvo su liberación, posteriormente su retorno al puerto de Veracruz.
Walter C. Whiffen fue arrestado a su llegada a la ciudad de México; mientras que a Sutton se le detuvo por oficiales del general Maass en el tren rumbo a Córdoba cuando se dirigía de regreso al puerto de Veracruz, los oficiales mexicanos hacían una revisión de los pasajeros en busca de armas, periódicos y cámaras fotográficas, la cámara del señor Sutton pudo regresar a Veracruz en manos de un amigo. En la ciudad de México las pertenencias de ambos, corresponsal y fotógrafo fueron revisadas exhaustivamente, encontrándose en la mochila del señor Whiffen ejemplares del Mexican Herald de Veracruz, se les imputo hacer mapas a lo largo de la línea ferroviaria, de acuerdo a los diarios estadounidenses las fechas de los ejemplares veracruzanos sirvieron de prueba de que habían venido directamente del puerto y no tenían nada que ver en la acusación de espionaje, facilitando su pronta liberación.
Las causas de su liberación con seguridad se encontraba en el apoyo del ministro británico Sir Lionel Carden, expresándose él de la siguiente manera de los norteamericanos: “I think it was very unwise of you correspondents to come to Mexico City at such a time as this.”
El primero de marzo de 1914 sí se dio el caso de espionaje; el Admirante Fletcher junto al mayor Smedley Butler desembarcaron en el puerto de Veracruz reuniéndose con el superintendente de origen norteamericano del Ferrocarril Interoceánico, y subrepticiamente en su carro personal viajaron ida y vuelta hasta Jalapa, posteriormente Butler realizo otro viaje, primeramente hasta la ciudad de Puebla y finalmente la ciudad de México, con el pretexto de buscar a un empleado ferroviario que había abandonad su puesto, en compañía del detective en jefe de los ferrocarriles durante tres días escudriñaron los cuarteles de la ciudad de México, localizaron cada pieza de artillería y ametralladoras, anotando su posición y estado, posteriormente corrigieron los mapas ferroviarios al mínimo detalle, regresando al puerto el 7 de marzo.
Todo esto se hizo con la intención de diseñar un plan para derrocar al gobierno del General Huerta, tomando como modelo previo el levantamiento de los bóxers y ocupación de Pekín por una fuerza internacional donde Butler tomó parte activa. El plan consistía en crear las circunstancias artificiales de una revuelta popular en la ciudad de México; hacer un rápido desembarco en Veracruz sin resistencia militar mexicana; con la anuencia de las autoridades ferroviarias “norteamericanas” embarcar mil marines en el ferrocarril hasta la ciudad de México; antes de que Huerta se diera cuenta lo arrestarían las tropas de intervención internacional, se pretendía involucrar las fuerzas de las legaciones de Francia, Inglaterra y Alemania.
Con frecuencia la inteligencia norteamericana piensa que sus adversarios son tontos, pero las acciones emprendidas por el General Huerta al momento de tener certidumbre de la intervención militar, son clara muestra de haber tenido un conocimiento previo del plan secreto urgido por el Almirante Fletcher; inmediato retiro de la artillería fuera del rango de las fuerzas navales, retiro de todo el material rodante del ferrocarril, lo que se dejó se inutilizo, levantamiento de tramos de la vía férrea, preparativos para volar el puente de Metlac, detención del personal norteamericano del ferrocarril incluyendo sus familias, es obvio el plan secreto se fue a la basura…(1)
Las acostumbradas libertades de que gozaban los corresponsales norteamericanos, inclusive en conflictos como el levantamiento de los Bóxers, la guerra Hispanoamericana, las violentas insurrecciones en las Filipinas, o la toma de Ciudad Juárez, encontrarían un muro de penalidades en el gobierno de Huerta tras la ocupación de Veracruz por las tropas de su país.
Algunos corresponsales de prensa con iniciativa lograron evadir el arresto demostrando su identidad británica, y regresaron al puerto de Veracruz con la noticia de la detención de sus compañeros, es el caso de Alfred J. Rorke corresponsal de The Central News of America, y Oliver Hueffer de The London Express. Muchas veces es difícil discernir entre espionaje y el derecho a la información, pero por las declaraciones hechas por los británicos al The New York Times, es más que claro el lugar de los corresponsales ingleses, espionaje. La difícil situación de los extranjeros en la ciudad de México se pude apreciar en el siguiente comentario retrasmitido por Rorke:
“ ’If you come to the capital with a victorious army’, said one German, ‘you will find only the dead bodies of men and women.’ ‘The German’s manner, as he said this, was neither affected nor theatrical.’ ”
Este comentario se publicó en el New York Times en el mes de mayo de 1914, si duda influenciando en el ánimo norteamericano. El señor Rorke también relata cómo logró evitar la confiscación de su cámara en Córdoba, algo que no impidió el resto de los viajeros…
Frederik Palmer escritor norteamericano y corresponsal pretendió hacer el viaje a la ciudad de México en compañía de los ingleses, sin pasar de la estación de Paso del Macho, no sin perder la oportunidad de cuestionar al General Maass por la negativa para transitar libremente…
“Why Americans were not permitted to pass through the Mexican lines as freely as Mexicans were permitted to come to Vera Cruz.”
La ingenuidad del corresponsal supera la noción de libertad de expresión, su país estaba invadiendo México.
Las tácticas emprendidas por Huerta y el General Maass en relación a la ocupación del puerto de Veracruz se han calificado de cobardes, sin embargo gracias a ellas se evitó la tan temida masacre de extranjeros en la ciudad de México, y el enfrentamiento frontal con los Estados Unidos, la decisión contraria hubiera cambiado el curso de la historia de México y del mundo en forma radical.
William Nutter, corresponsal del Boston Herald, y fotógrafo que en fechas anteriores había estado en Saltillo por invitación del General Huerta, arribó al puerto de Veracruz el 10 de mayo dando los pormenores de la privaciones e indignidades a las cuales fue sujeto por las tropas federales desde su paso por Torreón, incluyendo la pérdida de todas sus posesiones.
En consecuencia el secretario Garrison mediante despacho enviado al General Funston y dado a conocer por la prensa, dejó en claro para los corresponsales acreditados: “cualquier conducta similar o cualquier desviación a cualquiera de las reglas establecidas en Field Service Regulations tendrá como resultado el automático cese del corresponsal y su repatriación.”
Mark Cronlund Anderson en su libro Pancho Villa’s Revolution by Headlines, 2001, hace la siguiente reflexión:
“On a related topic that has not been explored by Mexicanist scholars, the United States Department of War actively sought to manage the news reported from and about American military actions in Mexico. It published a bulletin containing guidelines and rules…” “As one sign of U.S. press interest in the Revolution, by mid-May 1914, the American general Frederick Funston noted the presence of twenty American correspondents in occupied Veracruz to cover the occupation story.”
Los corresponsales de Guerra norteamericanos iban a conocer la censura; Field Services Regulations, United States Armay, 1914; Corresponsales Artículo VIII sección 422:
“Condiciones de aceptación. Cada aplicante deberá presentar ante la Secretaría de Guerra credenciales del titular o titulares, del director editor, o del responsable de la publicación o publicaciones que él representa, entregando un resumen de su carera, especificando exactamente la naturaleza de su trabajo durante su presencia en el frente, comprobando su fiabilidad como miembro activo de su profesión, y su condición física para acompañar al ejercito. Su empleador o empleadores deberán aportar la fianza que garantice su buena conducta en el frente, la cual, en caso de pérdida del pase por infracción de cualquiera de las regulaciones será retenida sin escusa que el Secretario de Guerra pueda invocar. El corresponsal deberá jurar lealtad en la forma de uso militar y respetar al pie de la letra todas las regulaciones establecidas en este manual…”
En específico todos los citados anteriormente incurrieron por desconocimiento o desacato en la infracción consignada en la fracción 429 del artículo VIII:
“Disciplina. Ningún corresponsal deberá dejar el cuerpo del ejército al cual fue asignado, ni para regresar a casa, ni por ningún otro propósito, exceptuando cuando se cuenta con el permiso del Departamento de Guerra.”
Pocos meses después al iniciarse la Primera Guerra Mundial la historia se repetiría, aunque cada vez la tuerca se apretaba más.
El caso de C. M. Maigne es un poco diferente al resto, de entrada el corresponsal del Munsey era Teniente retirado de la US Army, por lo tanto sujeto a las regulaciones de la oficialidad y con la posibilidad de ser juzgado bajo una corte marcial. En primera instancia el Secretario Garrison no otorgó el permiso a Maigne para llegar a Veracruz, valiéndose del auspicio del Almirante Badger para abordar su barco insignia, el Arkansas, y partió de todas formas; cuando el buque dejaba el puerto de Norfolk las regulaciones concernientes a los corresponsales de guerra dentro del ejército no se habían promulgado, circunstancias atenuantes aunque su aventura para entrevistar al General Maass en su cuartel general en Soledad se calificó de imprudente e impropia de un oficial retirado, redundando en su arresto por las autoridades mexicanas. Su liberación por parte de los mexicanos se conmutó con un nuevo arresto ordenado por del General Funston, a lo que se sumo el cargo de publicar noticias sin el consentimiento del Secretario de Guerra, se había hecho una clara advertencia a todos los oficiales de no divulgar ninguna información por su cuenta.
Artículo VIII sección 431. Regulaciones de prensa para oficiales, hombres enlistados, y civiles empleados por el Ejército.- Ningún oficial, hombre enlistado, o civil empleado por el Ejército se le permitirá corresponder para ninguna publicación sin el consentimiento del Secretario de Guerra y de la mayoría de los corresponsales acreditados en el arma del ejército en el cual sirve. Ningún sensor o asistente del sensor podrán escribir sobre la campaña para publicaciones mientras permanezca en comisión en el Ejército.
La aventura de Maigne comienza cuando se introduce en las líneas Federales en un ferrocarril de refugiados en viaje de regreso a la ciudad de Córdoba, de pasada al cuartel general de Maass en Soledad. La estrategia en todos los casos involucraba la complacencia de las autoridades ferroviarias norteamericanas en México para transitar en un territorio claramente vedado.
Por el desorden evidente durante los primeros días de la ocupación de Veracruz, el Secretario de Guerra urgió al General Funston para hacer efectiva la normatividad, reuniendo a todos los corresponsales, fotógrafos o reporteros en el puerto, sin importar de los medios que se valieron para llegar y hacerlos firmar y jurar los estatutos del Field Services Regulations. El secretario de Guerra Garison escribía ante las nuevas responsabilidades a las cuales se enfrentaba:
“I realice that the whole field is a new one and that experience is probably the only guide that will lead us to a satisfactory conclusion”
Mary S. Mander en Pen and Sword: American War Correpondents, 1898-1975, 2010, amplía el concepto:
“Every rule is made to be broken-but more important, the rule breaking in the war with Mexico tells us that the War Department recognized the legitimate interests of the press and that the department had no interest in antagonizing the press.”
“In addition, journalists working for foreign papers had to have already “served” in other campaigns. This requirement suggests that foreign correspondents whose nations were sympathetic, if not allied with the United States, were thought of as parties in service also to the ends of a democratic state.”
El General Frederick Funston registraría una veintena de corresponsales, en la lista siguiente presentamos un poco más:
Jack London-Collier’s, Ejército
James Hare- Collier’s, fotografía; London Sphere
Arthur B. Ruhl- Collier’s, enlace; New York Tribune
Henry Reuterdahl/ U.S.S Minnesota (asignado desde 1913, fotógrafo, pintor y dibujante)- Collier’s, fotografía Marina
James Brendan Connolly- Collier’s, Marina
Charles M. Maigne (teniente)/ U.S.S Arkansas- Munsey
John C. Murray-The World; American Federation of Labor.
Richard Harding Davis (Dick)/U. S. S. Utah- Wheeler Newspaper Syndicate of New York, London Daily Chronicle
John T. McCutcheon/U. S. S. Wyoming- The Chicago Tribune
Robert R. McCormick (coronel)- hermano de Medill, The Chicago Tribune
Joseph Medill Patterson, sobrino de Medill McCormick- The Chicago Tribune
Floyd Gibbons-The Chicago Tribune
Medill McCormick-The London Times y Harper’s Weekly.
Walter Whiffen-Associated Press
Arthur L. Sutton, fotógrafo del Washington Post
William G. Shepherd- United Press
Frederick (Fred) Palmer- Everybody’s Magazine
Robert “Bobbie” Dunn
George Abel Schreiner- New York Times
Kirk Simpson- AP
John Reed
Rufus Fairchild Zogbaum- Ilustrador especializado en ilustraciones militares y navales; Harpers Weekly
Burge McFall- Associated Press
Oliver Madox Hueffer
J. B. Connolly
Vincent Starrett
Stanton Leeds
Byron R. Newton- The Herald; London Daily Mail; New York American
La señora Dean “Widow”- New York Town Topics
Los señores R. H. Murray- New York World
Junius Wood- Chicago Daily News
W. M. Carow
Long & Lowman- U.S.S. Louisiana, 14 de abril al 8 de agosto.
J. Fugazy- U.S.S. New York
Harlingue-U.S.S. Michigan
Ernest J. Trinkle- U.S.S. Chester
Victor Miller (Milner)- cineasta, Pathé
Fritz Arno Wagner- cineasta, Pathé
Cruse and Shaw
Van Zile and Chalk
A estos 40 corresponsales o fotógrafos hay que agregar el resto de fotógrafos militares sin identificar, cada uno de los acorazados llevaba un fotógrafo oficial, así como algunas otras dependencias militares. John T. McCutcheon relata que había entre sesenta y setenta fotógrafos y corresponsales, cifras probablemente correctas (2).
A parte de la necesidad de registrarse, pagar la fianza de dos mil dólares más otros mil para gastos de transporte y manutención; los corresponsales debían portar su pase oficial con fotografía, el cual se debía mostrar bajo petición a cualquier oficial, comandante de compañía, o miembro de la policía militar, bajo pena en contrario de ser remitidos bajo custodia al cuartel general. Vestir uniforme color olivo y un brazalete blanco en dos pulgadas de ancho con la letra “C” en rojo, de forma de ser identificados a simple vista por oficiales y reclutas.
En el caso específico de las fotografías se manejarían de la siguiente manera, artículo VIII fracción 423:
“Fotografías y fotógrafos. Un fotógrafo oficial acompañará a cada sección del ejército o cualquier otro cuerpo independiente de importancia. Sus películas o placas serán enviadas expeditamente a Washington, donde las impresiones serán reenviadas aun costo nominal a la prensa. No serán recibidos ni fotógrafos de prensa ni cineastas. Los fotógrafos profesionales o fotógrafos de prensa serán aceptados sí fungen como corresponsales de prensa o correo.
Los corresponsales regulares deberán portar cámaras de mano. Los negativos serán enviados por el sensor de campo a la oficina del sensor en jefe en el cuartel general en Washington, donde serán revelados y tan pronto como pasen la censura se remitirá a la dirección proporcionada.”
Las disposiciones en cuanto a las imágenes fotográficas son de carácter más estricto en relación a la expresión escrita, por el simple hecho de no considerarse como parte de la libertad de expresión por lo tanto 100% censurables, sino como testimonio de la realidad. La enmienda constitucional en los Estados Unidos que da acceso a la información: “Freedom of Information Act (FOIA)” la firma el presidente Lyndon B. Hohnson el 4 de julio de 1966, entrando en efectividad el año siguiente.
Para finales de agosto ya casi nadie quedaba en Veracruz, James Hare en junio y julio visitó Zacatecas, posteriormente va a Europa, Jack London deja México el 8 de junio a causa de la disentería, el resto deja México al iniciarse la Primera Guerra Mundial; los fotógrafos militares permanecen a la par de sus unidades.
Algunos de los corresponsales de prensa cumplían con la doble función de fotógrafos, es el caso de Charles M. Meigne, sus fotografía se editarán en México por medio de Walter E. Hadsell, después de haber pasado por la censura, tomando en cuenta los números de registro usados por Hadsell con probabilidad se hizo a partir de agosto, cuando la atención ya estaba en Europa pero las tropas de ocupación seguían en Veracruz, y es el mismo Hadsell quien firma por los dos.
A primera vista es evidente que ningún fotógrafo mexicano hubiera podido cumplir los requisitos para acreditarse como corresponsal de guerra, ningún fotógrafo extranjero avecindado en México de forma comercial tampoco, y que las libertades de la primera enmienda solo eran validadas para ciudadanos norteamericanos. A partir del 14 de mayo de 1914, el trabajo de reporteros, fotorreporteros o simples fotógrafos, mexicanos o extranjeros como Ponciano Flores Pérez, Walter E. Hadsell, Samuel Tinoco, J. Buren, Cantillo, o Hugo Brehme serían extremadamente difíciles dentro del gobierno militar norteamericano de Veracruz, casi de carácter clandestino; un resquicio había en las palabras del Secretario Garrison despachadas al General Funston:
“Bring before you all those who are acting as correspondents and say to them that if they wish to continue to have matter accepted by the censor for transmission they must do as herein provided. They must file with you their names, the papers they represent, and an agreement to abide by all of the provisions of the field service regulations which apply to accredited correspondents. They will thereupon receive passes or credentials similar to those issued to accredited correspondents. No one who fails to have such credential may send matter by wire through the censor or otherwise.”
Walter E. Hadsell al ser ciudadano norteamericano y tener un establecimiento fijo en el puerto, debió sujetarse a la norma de alguna manera; podían clausurar su establecimiento, o impedir que su material saliera del puerto, cualquiera de las dos opciones no eran económicamente viables para él. Reprodujo fotografías aprobadas por la censura, inclusive cabe la posibilidad de que algunas sean de su autoría, consiguiendo una acreditación o usando presta nombres. Los nombres de F. Wray y C. M. Maigne ligados a Hadsell son muestra de ello.
En la siguiente cronología detectamos como Hadsell no permanece en México todo el periodo de la ocupación:
1907-1911: Encargado de refinación en “The Mexico Mines of El oro, Limited.
1911: Camera Craft, Photographers’ Association of California. Apartado postal 167 Veracruz, dirección El Oro, Edo de México.
1911: Viajó de Veracruz, México, a New Orleans y de ahí a la ciudad de Tampico, llegando el 25 Mayo de 1911.
1911: Empieza a manejar por su cuenta el establecimiento mercantil “La Kodak”.
1 de Julio 1914: Walter Elias Hadsell saca a sus tres hijos y esposa de Veracruz llevándolos a New Orleans.
Octubre de 1914: Viaja de Vera Cruz, México, a Texas City (Galveston), y de Texas, al puerto de Tampico, llegando el 20 Octubre 1914.
1914: Su esposa Christine Northrop muere.
1915: Deja México. Desconocemos exactamente la fecha, puede ser a finales de 1914 o principios de 1915; Hadsell fotografía la entrada de las tropas Constitucionalistas en Veracruz, 26 de noviembre de 1914.
Agosto de 1915: Fotografía las consecuencias del huracán que azota Galveston, en octubre las registra en derechos de autor con dirección en Houston, Texas.
1917: Viaja de Puerto Cortez, Honduras, a New Orleans, abordo del Coppename, llegando el 2 abril de 1917.
Septiembre de 1918: Se inscribe en el draft de reclutamiento militar para asistir a la Primera Guerra Mundial. Declara se ensayista y químico de la New Cornelia Copper Company, Ajo, Arizona. Se ha casado nuevamente.
Ponciano Flores López también logró algún acuerdo pues sus imágenes no solo llegaron a los sensores y pasaron, se editan en los Estados Unidos e inclusive las tarjetas postales producidas por la U. S. Navy “The Fleet Review” las usan sin que se omita su firma. Muestra que el material se empezó a producir antes de que el gobierno militar del General Funston estableciera la completa implementación de la normatividad, no hemos localizado fotografías de Ponciano Flores López después del establecimiento de la censura.
La normatividad impedía el revelado por parte de los fotógrafos, por lo tanto sí la imagen se firma en el negativo es anterior al 14 de mayo, Richard Harding Davis logra firmar algunas tomas a bordo del Utah, buque al cual estaba asignado, una opción es que haya realizado el trabajo en La Kodak de Hadsell.
Las anécdotas y circunstancias relatadas nos dan una idea del complejo panorama que fue la ocupación norteamericana en Veracruz, y nos hace cuestionáramos seriamente la presencia de Hugo Brehme. Durante los primeros 23 días de la ocupación el desorden y el libertinaje de los corresponsales y fotógrafos campeo, sin embargo debemos asumir un límite en ello, la prudencia, ética y moral, sujeta a los reglamentos y procedimientos militares norteamericanos durante operaciones militares en el extranjero.
En vez de preguntarnos y cómo le hizo Hugo Brehme para abordar el acorazado U.S.S. Texas, New York, Wyoming, etc., no deberíamos aceptar que no lo hizo y que cada grupo pertinente corresponde al fotógrafo oficial de cada buque…
En los archivos militares de la ocupación de Veracruz, Washington, existen los siguientes grupos documentales:
141.5 RECORDS OF THE LEGAL DEPARTMENT
May-November 1914
141.6 RECORDS OF THE PUBLIC SAFETY DEPARTMENT
May-November 1914
En ellos encontramos que se tomaron 369 fotografías de los prisioneros presentados ante “Provost Court No. 4” (corte oficial del gobierno local). Y 453 fotografías de los prisioneros de la cárcel municipal. En vez de preguntarnos cómo le hizo Hugo Brehme para fotografiar a los prisioneros en San Juan de Ulúa habría que aceptar que fue el fotógrafo militar encargado del departamento en cuestión…
La ocupación de Veracruz fue un campo de experimentación para los norteamericanos, su historia aeronáutica marcaría varias fechas ahí; usaron por primera vez en combate un aeroplano naval, 25 de abril; el 28 del mismo, la primera fotografía aérea en combate; el 6 de mayo fue la primera vez que un aeroplano militar norteamericano era dañado por fuego enemigo.
En vez de preguntarnos de nuevo cómo le hizo Hugo Brehme para subir a un aeroplano, deberíamos asumir que fue un fotógrafo militar, en Veracruz solo había aeroplanos militares norteamericanos; el teniente piloto aviador Patrick N. L. "Pat" Bellinger realizó 46 vuelos de reconocimiento en compañía de su observador el teniente Richard C. Saufley, trabajaron con una cámara Kodak A3 propiedad de Bellinger, en tierra Bellinger realizó diferentes trabajos fotográficos, ambos militares estaban asignados al U. S. S. Mississippi; el piloto militar Henry C. Mustin, encargado de la Estación Aeronáutica Naval U.S.N., realizó fotografías aéreas el 29 de abril. El caso de Jimmy Hare en Ciudad Juárez 1911 es diferente, él lo hizo en un avión privado. Hare retrataría al teniente Bellinger y su Curtiss C3 después de una de las muchas misiones, la fotografía se publicó en “Flying” revista de la Flaying Association en 1914, ilustrando el artículo “Aerial Photography-a new art” por James H. Hare, Veteran war Photohtapher of Collier’s Weekly.
(1)Maverick Marine: General Smedley D. Butler and the Contradictions of American Military History, Hans Schmidt, 1998.
(2)The lost Road, Richard Harding Davis, Icon Group International , Inc. 2008. Appreciations of Richard Harding Davis
Referencia.
Adventures and letters of Richard Harding Davis, Richard Harding Davis, 2004.
American journalism, 1690-1940, escrito por Frederic Hudson, Alfred McClung Lee, Frank Luther Mott, 2000.
The banana wars: United States Intervention in the Caribbean, 1898-1934, escrito por Lester D. Langley, 2002.
Historical dictionary of war journalism, escrito por Mitchel P. Roth,James Stuart Olson, 1997.
The landing at Veracruz: 1914: the first complete chronicle of a strange encounter in April, 1914, when the United States Navy captured and occupied the city of Veracruz, Mexico, Jack Sweetman, U.S. Naval Institute, 1968
A handbook of American military history: from the Revolutionary ... -Jerry K. Sweeney, Kevin B. Byrne - 2006
Dictionary of American naval Fighting Ships. http://www.history.navy.mil/danfs/m12/mississippi-ii.htm
Mustin: a Naval family of the twentieth century, John Fass morton 2003.
Revolutionary Mexico: The Coming And Process of the Mexican Revolution, John Mason Hart 1989.
Windows on the world: the information process in a changing society, 1900-1920. Robert William Desmond University of Iowa Press, 1980
New York Times, mes de mayo de 1914.
La sociedad norteamericana a partir de la primera enmienda ha gozado de libertad de expresión como en pocos lugares, en contraste la era porfiriana vivió una constante censura y autocensura en aras de la estabilidad política y social. Para los corresponsales de guerra acreditados en las fuerzas armadas estadounidenses, las cosas iban a cambiar en 1914.
“El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente, y para solicitar al gobierno la reparación de agravios.”
Mayo 13 de 1914, Veracruz. Charles Minnegrode Maigne corresponsal de prensa es sumariamente sentenciado por el Secretario de Guerra Garrison por su comportamiento al transgredir el perímetro establecido por el general Funston en el puerto de Veracruz, y se le repatría en el primer transporte disponible.
De la misma forma se sancionaría a cualquier otro corresponsal que cometiera el mismo acto, privándolo de todos sus privilegios y de la fianza de dos mil dólares depositada por él en el Departamento de Guerra.
La actitud tomada en contra de Charles M. Maigne fue consecuencia directa del incidente creado por los reporteros Walter Whiffen, de Associated Press; Arthur L. Sutton, fotógrafo de The Washington Post; Richard Harding Davis, representante de Newspaper Syndicate, y Medill McCormick, del The London Times y Harper’s Weekly, al dirigirse a la ciudad de México por su cuenta y riesgo, con la consecuente detención de dos de ellos por las autoridades Federales mexicanas bajo la sospecha de espionaje; mediante la intervención del representante del secretario de estado y de las legaciones extranjeras en la capital mexicana se obtuvo su liberación, posteriormente su retorno al puerto de Veracruz.
Walter C. Whiffen fue arrestado a su llegada a la ciudad de México; mientras que a Sutton se le detuvo por oficiales del general Maass en el tren rumbo a Córdoba cuando se dirigía de regreso al puerto de Veracruz, los oficiales mexicanos hacían una revisión de los pasajeros en busca de armas, periódicos y cámaras fotográficas, la cámara del señor Sutton pudo regresar a Veracruz en manos de un amigo. En la ciudad de México las pertenencias de ambos, corresponsal y fotógrafo fueron revisadas exhaustivamente, encontrándose en la mochila del señor Whiffen ejemplares del Mexican Herald de Veracruz, se les imputo hacer mapas a lo largo de la línea ferroviaria, de acuerdo a los diarios estadounidenses las fechas de los ejemplares veracruzanos sirvieron de prueba de que habían venido directamente del puerto y no tenían nada que ver en la acusación de espionaje, facilitando su pronta liberación.
Las causas de su liberación con seguridad se encontraba en el apoyo del ministro británico Sir Lionel Carden, expresándose él de la siguiente manera de los norteamericanos: “I think it was very unwise of you correspondents to come to Mexico City at such a time as this.”
El primero de marzo de 1914 sí se dio el caso de espionaje; el Admirante Fletcher junto al mayor Smedley Butler desembarcaron en el puerto de Veracruz reuniéndose con el superintendente de origen norteamericano del Ferrocarril Interoceánico, y subrepticiamente en su carro personal viajaron ida y vuelta hasta Jalapa, posteriormente Butler realizo otro viaje, primeramente hasta la ciudad de Puebla y finalmente la ciudad de México, con el pretexto de buscar a un empleado ferroviario que había abandonad su puesto, en compañía del detective en jefe de los ferrocarriles durante tres días escudriñaron los cuarteles de la ciudad de México, localizaron cada pieza de artillería y ametralladoras, anotando su posición y estado, posteriormente corrigieron los mapas ferroviarios al mínimo detalle, regresando al puerto el 7 de marzo.
Todo esto se hizo con la intención de diseñar un plan para derrocar al gobierno del General Huerta, tomando como modelo previo el levantamiento de los bóxers y ocupación de Pekín por una fuerza internacional donde Butler tomó parte activa. El plan consistía en crear las circunstancias artificiales de una revuelta popular en la ciudad de México; hacer un rápido desembarco en Veracruz sin resistencia militar mexicana; con la anuencia de las autoridades ferroviarias “norteamericanas” embarcar mil marines en el ferrocarril hasta la ciudad de México; antes de que Huerta se diera cuenta lo arrestarían las tropas de intervención internacional, se pretendía involucrar las fuerzas de las legaciones de Francia, Inglaterra y Alemania.
Con frecuencia la inteligencia norteamericana piensa que sus adversarios son tontos, pero las acciones emprendidas por el General Huerta al momento de tener certidumbre de la intervención militar, son clara muestra de haber tenido un conocimiento previo del plan secreto urgido por el Almirante Fletcher; inmediato retiro de la artillería fuera del rango de las fuerzas navales, retiro de todo el material rodante del ferrocarril, lo que se dejó se inutilizo, levantamiento de tramos de la vía férrea, preparativos para volar el puente de Metlac, detención del personal norteamericano del ferrocarril incluyendo sus familias, es obvio el plan secreto se fue a la basura…(1)
Las acostumbradas libertades de que gozaban los corresponsales norteamericanos, inclusive en conflictos como el levantamiento de los Bóxers, la guerra Hispanoamericana, las violentas insurrecciones en las Filipinas, o la toma de Ciudad Juárez, encontrarían un muro de penalidades en el gobierno de Huerta tras la ocupación de Veracruz por las tropas de su país.
Algunos corresponsales de prensa con iniciativa lograron evadir el arresto demostrando su identidad británica, y regresaron al puerto de Veracruz con la noticia de la detención de sus compañeros, es el caso de Alfred J. Rorke corresponsal de The Central News of America, y Oliver Hueffer de The London Express. Muchas veces es difícil discernir entre espionaje y el derecho a la información, pero por las declaraciones hechas por los británicos al The New York Times, es más que claro el lugar de los corresponsales ingleses, espionaje. La difícil situación de los extranjeros en la ciudad de México se pude apreciar en el siguiente comentario retrasmitido por Rorke:
“ ’If you come to the capital with a victorious army’, said one German, ‘you will find only the dead bodies of men and women.’ ‘The German’s manner, as he said this, was neither affected nor theatrical.’ ”
Este comentario se publicó en el New York Times en el mes de mayo de 1914, si duda influenciando en el ánimo norteamericano. El señor Rorke también relata cómo logró evitar la confiscación de su cámara en Córdoba, algo que no impidió el resto de los viajeros…
Frederik Palmer escritor norteamericano y corresponsal pretendió hacer el viaje a la ciudad de México en compañía de los ingleses, sin pasar de la estación de Paso del Macho, no sin perder la oportunidad de cuestionar al General Maass por la negativa para transitar libremente…
“Why Americans were not permitted to pass through the Mexican lines as freely as Mexicans were permitted to come to Vera Cruz.”
La ingenuidad del corresponsal supera la noción de libertad de expresión, su país estaba invadiendo México.
Las tácticas emprendidas por Huerta y el General Maass en relación a la ocupación del puerto de Veracruz se han calificado de cobardes, sin embargo gracias a ellas se evitó la tan temida masacre de extranjeros en la ciudad de México, y el enfrentamiento frontal con los Estados Unidos, la decisión contraria hubiera cambiado el curso de la historia de México y del mundo en forma radical.
William Nutter, corresponsal del Boston Herald, y fotógrafo que en fechas anteriores había estado en Saltillo por invitación del General Huerta, arribó al puerto de Veracruz el 10 de mayo dando los pormenores de la privaciones e indignidades a las cuales fue sujeto por las tropas federales desde su paso por Torreón, incluyendo la pérdida de todas sus posesiones.
En consecuencia el secretario Garrison mediante despacho enviado al General Funston y dado a conocer por la prensa, dejó en claro para los corresponsales acreditados: “cualquier conducta similar o cualquier desviación a cualquiera de las reglas establecidas en Field Service Regulations tendrá como resultado el automático cese del corresponsal y su repatriación.”
Mark Cronlund Anderson en su libro Pancho Villa’s Revolution by Headlines, 2001, hace la siguiente reflexión:
“On a related topic that has not been explored by Mexicanist scholars, the United States Department of War actively sought to manage the news reported from and about American military actions in Mexico. It published a bulletin containing guidelines and rules…” “As one sign of U.S. press interest in the Revolution, by mid-May 1914, the American general Frederick Funston noted the presence of twenty American correspondents in occupied Veracruz to cover the occupation story.”
Los corresponsales de Guerra norteamericanos iban a conocer la censura; Field Services Regulations, United States Armay, 1914; Corresponsales Artículo VIII sección 422:
“Condiciones de aceptación. Cada aplicante deberá presentar ante la Secretaría de Guerra credenciales del titular o titulares, del director editor, o del responsable de la publicación o publicaciones que él representa, entregando un resumen de su carera, especificando exactamente la naturaleza de su trabajo durante su presencia en el frente, comprobando su fiabilidad como miembro activo de su profesión, y su condición física para acompañar al ejercito. Su empleador o empleadores deberán aportar la fianza que garantice su buena conducta en el frente, la cual, en caso de pérdida del pase por infracción de cualquiera de las regulaciones será retenida sin escusa que el Secretario de Guerra pueda invocar. El corresponsal deberá jurar lealtad en la forma de uso militar y respetar al pie de la letra todas las regulaciones establecidas en este manual…”
En específico todos los citados anteriormente incurrieron por desconocimiento o desacato en la infracción consignada en la fracción 429 del artículo VIII:
“Disciplina. Ningún corresponsal deberá dejar el cuerpo del ejército al cual fue asignado, ni para regresar a casa, ni por ningún otro propósito, exceptuando cuando se cuenta con el permiso del Departamento de Guerra.”
Pocos meses después al iniciarse la Primera Guerra Mundial la historia se repetiría, aunque cada vez la tuerca se apretaba más.
El caso de C. M. Maigne es un poco diferente al resto, de entrada el corresponsal del Munsey era Teniente retirado de la US Army, por lo tanto sujeto a las regulaciones de la oficialidad y con la posibilidad de ser juzgado bajo una corte marcial. En primera instancia el Secretario Garrison no otorgó el permiso a Maigne para llegar a Veracruz, valiéndose del auspicio del Almirante Badger para abordar su barco insignia, el Arkansas, y partió de todas formas; cuando el buque dejaba el puerto de Norfolk las regulaciones concernientes a los corresponsales de guerra dentro del ejército no se habían promulgado, circunstancias atenuantes aunque su aventura para entrevistar al General Maass en su cuartel general en Soledad se calificó de imprudente e impropia de un oficial retirado, redundando en su arresto por las autoridades mexicanas. Su liberación por parte de los mexicanos se conmutó con un nuevo arresto ordenado por del General Funston, a lo que se sumo el cargo de publicar noticias sin el consentimiento del Secretario de Guerra, se había hecho una clara advertencia a todos los oficiales de no divulgar ninguna información por su cuenta.
Artículo VIII sección 431. Regulaciones de prensa para oficiales, hombres enlistados, y civiles empleados por el Ejército.- Ningún oficial, hombre enlistado, o civil empleado por el Ejército se le permitirá corresponder para ninguna publicación sin el consentimiento del Secretario de Guerra y de la mayoría de los corresponsales acreditados en el arma del ejército en el cual sirve. Ningún sensor o asistente del sensor podrán escribir sobre la campaña para publicaciones mientras permanezca en comisión en el Ejército.
La aventura de Maigne comienza cuando se introduce en las líneas Federales en un ferrocarril de refugiados en viaje de regreso a la ciudad de Córdoba, de pasada al cuartel general de Maass en Soledad. La estrategia en todos los casos involucraba la complacencia de las autoridades ferroviarias norteamericanas en México para transitar en un territorio claramente vedado.
Por el desorden evidente durante los primeros días de la ocupación de Veracruz, el Secretario de Guerra urgió al General Funston para hacer efectiva la normatividad, reuniendo a todos los corresponsales, fotógrafos o reporteros en el puerto, sin importar de los medios que se valieron para llegar y hacerlos firmar y jurar los estatutos del Field Services Regulations. El secretario de Guerra Garison escribía ante las nuevas responsabilidades a las cuales se enfrentaba:
“I realice that the whole field is a new one and that experience is probably the only guide that will lead us to a satisfactory conclusion”
Mary S. Mander en Pen and Sword: American War Correpondents, 1898-1975, 2010, amplía el concepto:
“Every rule is made to be broken-but more important, the rule breaking in the war with Mexico tells us that the War Department recognized the legitimate interests of the press and that the department had no interest in antagonizing the press.”
“In addition, journalists working for foreign papers had to have already “served” in other campaigns. This requirement suggests that foreign correspondents whose nations were sympathetic, if not allied with the United States, were thought of as parties in service also to the ends of a democratic state.”
El General Frederick Funston registraría una veintena de corresponsales, en la lista siguiente presentamos un poco más:
Jack London-Collier’s, Ejército
James Hare- Collier’s, fotografía; London Sphere
Arthur B. Ruhl- Collier’s, enlace; New York Tribune
Henry Reuterdahl/ U.S.S Minnesota (asignado desde 1913, fotógrafo, pintor y dibujante)- Collier’s, fotografía Marina
James Brendan Connolly- Collier’s, Marina
Charles M. Maigne (teniente)/ U.S.S Arkansas- Munsey
John C. Murray-The World; American Federation of Labor.
Richard Harding Davis (Dick)/U. S. S. Utah- Wheeler Newspaper Syndicate of New York, London Daily Chronicle
John T. McCutcheon/U. S. S. Wyoming- The Chicago Tribune
Robert R. McCormick (coronel)- hermano de Medill, The Chicago Tribune
Joseph Medill Patterson, sobrino de Medill McCormick- The Chicago Tribune
Floyd Gibbons-The Chicago Tribune
Medill McCormick-The London Times y Harper’s Weekly.
Walter Whiffen-Associated Press
Arthur L. Sutton, fotógrafo del Washington Post
William G. Shepherd- United Press
Frederick (Fred) Palmer- Everybody’s Magazine
Robert “Bobbie” Dunn
George Abel Schreiner- New York Times
Kirk Simpson- AP
John Reed
Rufus Fairchild Zogbaum- Ilustrador especializado en ilustraciones militares y navales; Harpers Weekly
Burge McFall- Associated Press
Oliver Madox Hueffer
J. B. Connolly
Vincent Starrett
Stanton Leeds
Byron R. Newton- The Herald; London Daily Mail; New York American
La señora Dean “Widow”- New York Town Topics
Los señores R. H. Murray- New York World
Junius Wood- Chicago Daily News
W. M. Carow
Long & Lowman- U.S.S. Louisiana, 14 de abril al 8 de agosto.
J. Fugazy- U.S.S. New York
Harlingue-U.S.S. Michigan
Ernest J. Trinkle- U.S.S. Chester
Victor Miller (Milner)- cineasta, Pathé
Fritz Arno Wagner- cineasta, Pathé
Cruse and Shaw
Van Zile and Chalk
A estos 40 corresponsales o fotógrafos hay que agregar el resto de fotógrafos militares sin identificar, cada uno de los acorazados llevaba un fotógrafo oficial, así como algunas otras dependencias militares. John T. McCutcheon relata que había entre sesenta y setenta fotógrafos y corresponsales, cifras probablemente correctas (2).
A parte de la necesidad de registrarse, pagar la fianza de dos mil dólares más otros mil para gastos de transporte y manutención; los corresponsales debían portar su pase oficial con fotografía, el cual se debía mostrar bajo petición a cualquier oficial, comandante de compañía, o miembro de la policía militar, bajo pena en contrario de ser remitidos bajo custodia al cuartel general. Vestir uniforme color olivo y un brazalete blanco en dos pulgadas de ancho con la letra “C” en rojo, de forma de ser identificados a simple vista por oficiales y reclutas.
En el caso específico de las fotografías se manejarían de la siguiente manera, artículo VIII fracción 423:
“Fotografías y fotógrafos. Un fotógrafo oficial acompañará a cada sección del ejército o cualquier otro cuerpo independiente de importancia. Sus películas o placas serán enviadas expeditamente a Washington, donde las impresiones serán reenviadas aun costo nominal a la prensa. No serán recibidos ni fotógrafos de prensa ni cineastas. Los fotógrafos profesionales o fotógrafos de prensa serán aceptados sí fungen como corresponsales de prensa o correo.
Los corresponsales regulares deberán portar cámaras de mano. Los negativos serán enviados por el sensor de campo a la oficina del sensor en jefe en el cuartel general en Washington, donde serán revelados y tan pronto como pasen la censura se remitirá a la dirección proporcionada.”
Las disposiciones en cuanto a las imágenes fotográficas son de carácter más estricto en relación a la expresión escrita, por el simple hecho de no considerarse como parte de la libertad de expresión por lo tanto 100% censurables, sino como testimonio de la realidad. La enmienda constitucional en los Estados Unidos que da acceso a la información: “Freedom of Information Act (FOIA)” la firma el presidente Lyndon B. Hohnson el 4 de julio de 1966, entrando en efectividad el año siguiente.
Para finales de agosto ya casi nadie quedaba en Veracruz, James Hare en junio y julio visitó Zacatecas, posteriormente va a Europa, Jack London deja México el 8 de junio a causa de la disentería, el resto deja México al iniciarse la Primera Guerra Mundial; los fotógrafos militares permanecen a la par de sus unidades.
Algunos de los corresponsales de prensa cumplían con la doble función de fotógrafos, es el caso de Charles M. Meigne, sus fotografía se editarán en México por medio de Walter E. Hadsell, después de haber pasado por la censura, tomando en cuenta los números de registro usados por Hadsell con probabilidad se hizo a partir de agosto, cuando la atención ya estaba en Europa pero las tropas de ocupación seguían en Veracruz, y es el mismo Hadsell quien firma por los dos.
A primera vista es evidente que ningún fotógrafo mexicano hubiera podido cumplir los requisitos para acreditarse como corresponsal de guerra, ningún fotógrafo extranjero avecindado en México de forma comercial tampoco, y que las libertades de la primera enmienda solo eran validadas para ciudadanos norteamericanos. A partir del 14 de mayo de 1914, el trabajo de reporteros, fotorreporteros o simples fotógrafos, mexicanos o extranjeros como Ponciano Flores Pérez, Walter E. Hadsell, Samuel Tinoco, J. Buren, Cantillo, o Hugo Brehme serían extremadamente difíciles dentro del gobierno militar norteamericano de Veracruz, casi de carácter clandestino; un resquicio había en las palabras del Secretario Garrison despachadas al General Funston:
“Bring before you all those who are acting as correspondents and say to them that if they wish to continue to have matter accepted by the censor for transmission they must do as herein provided. They must file with you their names, the papers they represent, and an agreement to abide by all of the provisions of the field service regulations which apply to accredited correspondents. They will thereupon receive passes or credentials similar to those issued to accredited correspondents. No one who fails to have such credential may send matter by wire through the censor or otherwise.”
Walter E. Hadsell al ser ciudadano norteamericano y tener un establecimiento fijo en el puerto, debió sujetarse a la norma de alguna manera; podían clausurar su establecimiento, o impedir que su material saliera del puerto, cualquiera de las dos opciones no eran económicamente viables para él. Reprodujo fotografías aprobadas por la censura, inclusive cabe la posibilidad de que algunas sean de su autoría, consiguiendo una acreditación o usando presta nombres. Los nombres de F. Wray y C. M. Maigne ligados a Hadsell son muestra de ello.
En la siguiente cronología detectamos como Hadsell no permanece en México todo el periodo de la ocupación:
1907-1911: Encargado de refinación en “The Mexico Mines of El oro, Limited.
1911: Camera Craft, Photographers’ Association of California. Apartado postal 167 Veracruz, dirección El Oro, Edo de México.
1911: Viajó de Veracruz, México, a New Orleans y de ahí a la ciudad de Tampico, llegando el 25 Mayo de 1911.
1911: Empieza a manejar por su cuenta el establecimiento mercantil “La Kodak”.
1 de Julio 1914: Walter Elias Hadsell saca a sus tres hijos y esposa de Veracruz llevándolos a New Orleans.
Octubre de 1914: Viaja de Vera Cruz, México, a Texas City (Galveston), y de Texas, al puerto de Tampico, llegando el 20 Octubre 1914.
1914: Su esposa Christine Northrop muere.
1915: Deja México. Desconocemos exactamente la fecha, puede ser a finales de 1914 o principios de 1915; Hadsell fotografía la entrada de las tropas Constitucionalistas en Veracruz, 26 de noviembre de 1914.
Agosto de 1915: Fotografía las consecuencias del huracán que azota Galveston, en octubre las registra en derechos de autor con dirección en Houston, Texas.
1917: Viaja de Puerto Cortez, Honduras, a New Orleans, abordo del Coppename, llegando el 2 abril de 1917.
Septiembre de 1918: Se inscribe en el draft de reclutamiento militar para asistir a la Primera Guerra Mundial. Declara se ensayista y químico de la New Cornelia Copper Company, Ajo, Arizona. Se ha casado nuevamente.
Ponciano Flores López también logró algún acuerdo pues sus imágenes no solo llegaron a los sensores y pasaron, se editan en los Estados Unidos e inclusive las tarjetas postales producidas por la U. S. Navy “The Fleet Review” las usan sin que se omita su firma. Muestra que el material se empezó a producir antes de que el gobierno militar del General Funston estableciera la completa implementación de la normatividad, no hemos localizado fotografías de Ponciano Flores López después del establecimiento de la censura.
La normatividad impedía el revelado por parte de los fotógrafos, por lo tanto sí la imagen se firma en el negativo es anterior al 14 de mayo, Richard Harding Davis logra firmar algunas tomas a bordo del Utah, buque al cual estaba asignado, una opción es que haya realizado el trabajo en La Kodak de Hadsell.
Las anécdotas y circunstancias relatadas nos dan una idea del complejo panorama que fue la ocupación norteamericana en Veracruz, y nos hace cuestionáramos seriamente la presencia de Hugo Brehme. Durante los primeros 23 días de la ocupación el desorden y el libertinaje de los corresponsales y fotógrafos campeo, sin embargo debemos asumir un límite en ello, la prudencia, ética y moral, sujeta a los reglamentos y procedimientos militares norteamericanos durante operaciones militares en el extranjero.
En vez de preguntarnos y cómo le hizo Hugo Brehme para abordar el acorazado U.S.S. Texas, New York, Wyoming, etc., no deberíamos aceptar que no lo hizo y que cada grupo pertinente corresponde al fotógrafo oficial de cada buque…
En los archivos militares de la ocupación de Veracruz, Washington, existen los siguientes grupos documentales:
141.5 RECORDS OF THE LEGAL DEPARTMENT
May-November 1914
141.6 RECORDS OF THE PUBLIC SAFETY DEPARTMENT
May-November 1914
En ellos encontramos que se tomaron 369 fotografías de los prisioneros presentados ante “Provost Court No. 4” (corte oficial del gobierno local). Y 453 fotografías de los prisioneros de la cárcel municipal. En vez de preguntarnos cómo le hizo Hugo Brehme para fotografiar a los prisioneros en San Juan de Ulúa habría que aceptar que fue el fotógrafo militar encargado del departamento en cuestión…
La ocupación de Veracruz fue un campo de experimentación para los norteamericanos, su historia aeronáutica marcaría varias fechas ahí; usaron por primera vez en combate un aeroplano naval, 25 de abril; el 28 del mismo, la primera fotografía aérea en combate; el 6 de mayo fue la primera vez que un aeroplano militar norteamericano era dañado por fuego enemigo.
En vez de preguntarnos de nuevo cómo le hizo Hugo Brehme para subir a un aeroplano, deberíamos asumir que fue un fotógrafo militar, en Veracruz solo había aeroplanos militares norteamericanos; el teniente piloto aviador Patrick N. L. "Pat" Bellinger realizó 46 vuelos de reconocimiento en compañía de su observador el teniente Richard C. Saufley, trabajaron con una cámara Kodak A3 propiedad de Bellinger, en tierra Bellinger realizó diferentes trabajos fotográficos, ambos militares estaban asignados al U. S. S. Mississippi; el piloto militar Henry C. Mustin, encargado de la Estación Aeronáutica Naval U.S.N., realizó fotografías aéreas el 29 de abril. El caso de Jimmy Hare en Ciudad Juárez 1911 es diferente, él lo hizo en un avión privado. Hare retrataría al teniente Bellinger y su Curtiss C3 después de una de las muchas misiones, la fotografía se publicó en “Flying” revista de la Flaying Association en 1914, ilustrando el artículo “Aerial Photography-a new art” por James H. Hare, Veteran war Photohtapher of Collier’s Weekly.
(1)Maverick Marine: General Smedley D. Butler and the Contradictions of American Military History, Hans Schmidt, 1998.
(2)The lost Road, Richard Harding Davis, Icon Group International , Inc. 2008. Appreciations of Richard Harding Davis
Referencia.
Adventures and letters of Richard Harding Davis, Richard Harding Davis, 2004.
American journalism, 1690-1940, escrito por Frederic Hudson, Alfred McClung Lee, Frank Luther Mott, 2000.
The banana wars: United States Intervention in the Caribbean, 1898-1934, escrito por Lester D. Langley, 2002.
Historical dictionary of war journalism, escrito por Mitchel P. Roth,James Stuart Olson, 1997.
The landing at Veracruz: 1914: the first complete chronicle of a strange encounter in April, 1914, when the United States Navy captured and occupied the city of Veracruz, Mexico, Jack Sweetman, U.S. Naval Institute, 1968
A handbook of American military history: from the Revolutionary ... -Jerry K. Sweeney, Kevin B. Byrne - 2006
Dictionary of American naval Fighting Ships. http://www.history.navy.mil/danfs/m12/mississippi-ii.htm
Mustin: a Naval family of the twentieth century, John Fass morton 2003.
Revolutionary Mexico: The Coming And Process of the Mexican Revolution, John Mason Hart 1989.
Windows on the world: the information process in a changing society, 1900-1920. Robert William Desmond University of Iowa Press, 1980
New York Times, mes de mayo de 1914.
Lo tengo que dicir en Ingles. I know of no one on the face of this earth that has the grasp that you have on the subject of Mexican Post Card History. i am no authority. Just a Chicano de la tercer generacion, con abuelos de Chihuahua y Baja Califas, that turned to post card collecting to find a history that belonged to mis raices. I want to express my gratitude to you for posting this scholarly, well researched and utterly amazing expose' on this subject matter. Jose Francisco Rios de Garcia, gerente de la Socided Historica del Mexicano Americano en Omaha, Nebraska U.S.A.