Inmediatez y lejanía.


Publicado por Arturo Guevara Escobar

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Cuantas veces nos vemos preocupados por los detalles, que perdemos de vista el conjunto, y es ahí donde están las respuestas al problema de los detalles.

La vida y obra de fotógrafos mexicanos y extranjeros involucrados en los azarosos años de la revolución mexicana, es tan poco conocida, muchas veces prácticamente olvidada, que enfocarnos en los detalles; como una u otra imagen documentada, termina por darnos resultados con miopía. Debemos alejarnos para percibir los conjuntos y a partir de ahí regresar.

En este caso, el conjunto lo conforma los registros de la Propiedad Artística y Literaria, y los derechos protegidos de H. J. Gutiérrez. Con anterioridad publicamos: “H. J. Gutiérrez, Propiedad Artística y Literaria, mayo 11, 1911”, donde damos cuenta de cómo las 16 imágenes involucradas fueron realizadas un año antes, 1910.

El segundo grupo de registros se hace el 22 de mayo de 1911, con 15 imágenes que van del número asignado por el autor del 17 al 31. Lo primero a diferenciar en cuanto a otros registros en Propiedad Artística y Literaria, es la duplicidad de ellos. No nos referimos a la copia que permanecía en resguardo en la Secretaria de Instrucción Pública, y la de la Universidad Nacional, sino a dos registros paralelos.

SINAFO, número de inventario 373999, postal nº 31.

El primer registro queda documentado con las imágenes con número de registro, que van del 1292 al 1306, el Archivo General de la Nación conserva las 15 postales foliadas; aunque en el registro publicado en el Boletín de Instrucción Pública, a todas se les asigna un rótulo, en las copias del AGN no es así, tan solo se encuentran numeradas con letra Palmer del 17 al 31. De la misma serie, la colección resguardada en el archivo Casasola contiene 11 copias pero sin foliar. Podríamos suponer que Agustín V. Casasola recolectó en algún momento las 15 imágenes.

nº 26. Vanguardia entrando en C. Juárez. Es Prop. H. J. Gutiérez Foto. M. Retes México, A. Escobar C. Archivo .

La segunda serie es exactamente la misma, misma numeración de las postales, del 17 al 31, pero con rótulos y el registro otorgado a “H. J. Gutiérrez M. Retes”. El AGN conserva 4 imágenes, en el archivo de Aurelio Escobar Castellanos se encontraron 6 más, y por fortuna diferentes por lo cual se puede contar con 10 imágenes de la serie.

Al parecer todas las fotografías corresponden a la tarde del 10 de mayo de 1911, día de la toma de Ciudad Juárez por las tropas maderistas. Pero no aparecen ordenadas en una forma estrictamente cronológica.

Pasemos a los detalles, sí las fotografías se registran el día 22 de mayo, podemos esperar que por lo menos estas llegaron a la ciudad de México el día anterior el 21.

Sí el creador de las mismas fue Aurelio Escobar C., las pudo enviar con un ayudante o llevarlas personalmente. Para aclarar el punto tenemos dos datos más, hay una ausencia de fotografías “H. J. Gutiérrez” o de “A. Escobar” de la firma de los tratados de Juárez signados el 21 de mayo… A. Escobar retrata a la muchedumbre frente a la Cámara de Diputados esperando la renuncia del Presidente Díaz el 25 de mayo.

Fue A. Escobar el portador de las imágenes, y nos puede dar otra pista del porqué las primeras fotografías registradas, no son rotuladas; el registro se hizo muy apresuradamente, inclusive podríamos pensar en la llegada del material el mismo día 22.

Los días de finales de mayo de 1911 eran un hervidero de información, de sentimientos encontrados, y de acción tanto para reporteros como fotógrafos. Aurelio no solo tenía prisa por entregar su preciada carga, venía con retraso...

¿Por qué decimos esto?

En el siguiente bloque de registros, del 2 de junio de 1911, hay 7 imágenes, en tres grupos: las imágenes nº 32 y 33, son retratos de Francisco León de la Barra, el día de su investidura como Presidente interino, 26 de mayo; las siguientes dos nº 34 y 35, son del día 25, la renuncia de Díaz, y las últimas tres son relativas al General Gabriel M. Hernández.



Para el día 2 de junio, Aurelio Escobar estaba en algún lugar entre Ciudad Juárez y Piedras Negras, el día 1º de junio presenció la despedida de Francisco I. Madero en Ciudad Juárez, entonces debió salir de la ciudad de México entre el 28 y el 29 de mayo, y el Gral. Hernández se encontraba en Pachuca, Hidalgo…

El Gral. Gabriel Hernández en compañía de Nicolás Flores Rubio se habían apoderado sin resistencia de la ciudad de Tulancingo el 15 de mayo, el 16 toma el control de Pachuca, y designa como gobernador substituto de Pedro Ladislao Rodríguez al Lic. Joaquín González, 21 de mayo. (1)

Hay dos probables escenarios para retratar al Gral. Hernández, el primero, el 21 de mayo, o antes; el segundo entre el 27 y 28 de mayo, yo me inclino por el primero.

La relevancia de la caída de la ciudad de Pachuca en manos de los maderistas, por su cercanía a la ciudad de México, y la destitución del gobernador del estado de Hidalgo, aun antes de la renuncia del Gral. Díaz, era un acontecimiento que ameritaba hacer una escala. Además entre el 27 y 28 de mayo, Aurelio Escobar, probablemente visitó Cuernavaca…

Por otra parte por medio de sus fotografías en Ciudad Juárez, Aurelio Escobar atestigua la presencia del cineasta Antonio F. Ocañas, de acuerdo a Miguel Ángel Berumen en “1911, La batalla de Ciudad Juárez/II. Las imágenes”, Ocañas pudo haber terminado su trabajo alrededor del día 15 de mayo, ya que para el 18 estaba de regreso en la ciudad de México. Por lo tanto Escobar también regreso a la ciudad de México en una fecha similar, 18 de mayo…

Pasemos a otro detalle, el 30 de enero del 2009 en una pequeña nota: “Decena Trágica, Gutiérrez-Retes.” Mencionamos la relación entre los personajes Heliodoro J. Gutiérrez y Miguel Retes, ahondemos más sobre Retes.

La Imprenta y Estereotipia de Retes, calle del Recreo número 45, Mazatlán, Sinaloa, era la antigua imprenta fundada en 1861 por don Pablo Retes, y heredada por su hijo Miguel en 1884; lugar de nacimiento del periódico mazatleco “El Correo de la Tarde”, con un amplio prestigio asegurado para 1900, tanto económico como editorial por su magnífica calidad.

Miguel quien fuera regidor de ayuntamiento constitucional de Mazatlán en 1877, 1883 y 1884, para 1897 aporta periódico, imprenta y papelería a la sociedad organizada bajo la razón social: Imprenta y Casa Editora de Miguel Retes y Cía. Mazatlán, Sin., con un capital declarado de 22,000.00 pesos. (2)

También en Nayarit aparece un periódico, el primero del estado de nombre “Lucifer”, 1884, editado en la imprenta de Don José M. Retes. (3)

El editor propietario podía vanagloriarse de contar con uno de los talleres mejor equipados de México; la sociedad de efímera duración es remplazada en 1898 por otra con la participación Miguel Retes y Eugenio Damy entre otros, donde el capital se había incrementado a 42,459.75 pesos. Tanto la imprenta como el periódico son vendidos en 1905 a Andrés Avendaño y Francisco Valadés. (4)

La preponderancia económica y política de Miguel Retes en su estado natal, lo haría figurar en el grupo de distinguidos porfiristas que tomarían partido por el reyismo, y la candidatura del opositor a la gubernatura del estado de Sinaloa José Ferrel, 1909. Ferrel fue postulado por el Club Democrático Sinaloense que se había formado en Mazatlán y que lo integraban los periodistas Francisco Valadés y Heriberto Frías, Dámaso Sotomayor, Miguel Retes y Andrés Abendaño.

Ferrel sería derrotado mediante el fraude impuesto por el sistema, a pesar de contar con un apoyo mayoritario.

El Correo de la Tarde, ya bajo la dirección de Heriberto Frías, tendrá contacto directo con Francisco I. Madero, permitiéndole la publicación de sus manifiestos y proclamas. Madero visita Sinaloa en noviembre de 1909 en busca del apoyo de la dirigencia ferrelista. El Correo de la tarde se había convertido en uno de los periódicos más importantes fuera de la ciudad de México por diversa razones técnicas, desde 1892 se le consideraba un digno competidor de los mejores de los Estados Unidos, y el más moderno del noroeste de México. Una característica que lo hace aun más especial en relación a otros órganos periodísticos de la época, es su posición crítica respecto a los gobernantes en general, a excepción de Porfirio Díaz.

El desprendimiento por parte de Miguel Retes del diario El Correo de la Tarde, no lo alejó del olor a tinta, siguiendo la publicación de libros en Mazatlán con la Imprenta y Casa Editora de Miguel Retes y Compañía Sucesores. De la cual encontramos un local en la ciudad de México en el callejón del Espíritu Santo 6, más tarde la imprenta se traslado a la calle de Isabela Católica.

Cómo debemos entender la relación Gutiérrez-Retes, una unión pragmática para hacer negocios…la clase económica de Sinaloa daría una lección de pragmatismo a sus similares de la república mexicana, no solo para alimentar a la maquinaria revolucionaria, especialmente a partir de 1913, sino para incrementar sus jugosos negocios durante el conflicto.

Miguel Retes, no fue meramente un hombre pragmático, también lo fue de compromiso político, actuando y apostando en su momento por el maderismo una vez que el reyismo dejo de ser la opción viable.

¿Es la relación Gutiérrez-Retes una muestra del pragmatismo económico y del compromiso político?

De ser así podríamos entender mejor la preponderancia de la casa fotográfica “H. J. Gutiérrez” durante la revolución maderista y durante el gobierno subsecuente. Y el exilio de Aurelio Escobar Castellanos durante la dictadura del general Victoriano Huerta.

Colofón.

El 12 de Mayo de 1911, Miguel Retes registra en la propiedad artística las siguientes tarjetas postales: Núm. 1. Proyección de la sombra de Francisco I. Madero. 2. Proyección de la sombra del General Porfirio Díaz. ,, 3. Proyección de la sombra de Don Benito ...

Colección mexicana de tarjetas postales antiguas, UACJ.


(1) Historia mínima del estado de Hidalgo, escrito por Juan Manuel Menes Llaguno, 2006.
(2) La prensa en Sinaloa durante el cañedismo, 1877-1911, escrito por Jorge Briones Franco 1999.
(3) México, historia de su evolución constructiva, escrito por Félix Fulgencio Palavicini, 1945.
(4) Historia de Mazatlán, escrito por Arturo Carrillo Rojas, Guillermo Ibarra Escobar, 1998.