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Durante el gobierno del Presidente Ignacio Comonfort, se decretó el 21 de febrero de 1856, la impresión de las primeras estampillas postales en México, mostrando la efigie de Don Miguel Hidalgo y Costilla, mismas que se pusieron en circulación el primero de agosto de ese mismo año.
México se adhiere a la Unión Postal Universal en 1879, cuatro años después de su fundación como General Postal Union. Durante la convención de París, el entonces embajador de México ante Alemania Gabino Barreda, firma el convenio de criterios postales universales. Siendo legalizado este hecho hasta abril de 1879.
El primero de enero de 1884 inicia una nueva era. Comienza a regir el primer Código Postal Mexicano promulgado el 18 de abril de 1883. El antiguo sistema postal se suprime radicalmente y se constituye en un servicio público, administrado y sostenido por el Estado. Un año antes la primera postal no ilustrada (Entero Postal) se produce en México.
En estos primeros años los Enteros Postales son producidos por el Gobierno, siendo hasta 1897 cuando la administración del General Porfirio Díaz establece un contrato con la casa impresora Ruhland & Ahlschier para producir tarjetas postales ilustradas.
El gusto y demanda que fueron generando las Tarjetas Postales, un mercado de millones, implicaba la participación de un mayor número de productores, tanto de grandes compañías con padrinazgo oficial, como la “Sonora News Co.”, que logro la concesión para vender impresos en las estaciones de ferrocarril, de impresores Europeos por iniciativa propia o llamados por terceros, o de pequeños empresarios independientes radicados en México.
Poco a poco sobresaldrían nombres como: J. Granat, Latapi y Bert, J.G. Hatton, J.C.S., F.M., y H.S.B.; abriéndose el escenario a una veintena de empresas hacia principios del siglo XX, en 1910 las Tarjetas Postales circulando en México con temáticas mexicanas provenían de más de 150 fabricantes diferentes.
México sigue los cambios de la modernidad, adoptando en 1906 las disposiciones de la Unión Postal Universal para las Tarjetas Postales con su parte posterior dividida en dos, dando espacio al texto y a los datos del destinatario.
Con la estabilidad del gobierno de Porfirio Díaz, la industria turística tendría un despegue, acarreando una intensa actividad económica en todos los sentidos. Mayormente compañías Norteamericanas se dedicarían a la impresión de guías y souvenirs de todo tipo, incluyendo las Tarjetas Postales.
Un grupo de fotógrafos norteamericanos como: Percy S. Cox, Winfield Scott y C.B. Waite, los dos últimos en un inicio contratados por la “Sonora News Co.”, proveerían de un gran volumen de imágenes a los impresores; para posteriormente comercializar ellos mismos su trabajo de forma independiente, por medio de Tarjetas Postales Fotográficas.
Si bien este material estaba dirigido al público extranjero, también circularon en cantidades dentro del territorio nacional. Siendo la industria de las tarjetas postales en su inicio un negocio dominado por extranjeros.
Durante el gobierno del Presidente Ignacio Comonfort, se decretó el 21 de febrero de 1856, la impresión de las primeras estampillas postales en México, mostrando la efigie de Don Miguel Hidalgo y Costilla, mismas que se pusieron en circulación el primero de agosto de ese mismo año.
México se adhiere a la Unión Postal Universal en 1879, cuatro años después de su fundación como General Postal Union. Durante la convención de París, el entonces embajador de México ante Alemania Gabino Barreda, firma el convenio de criterios postales universales. Siendo legalizado este hecho hasta abril de 1879.
El primero de enero de 1884 inicia una nueva era. Comienza a regir el primer Código Postal Mexicano promulgado el 18 de abril de 1883. El antiguo sistema postal se suprime radicalmente y se constituye en un servicio público, administrado y sostenido por el Estado. Un año antes la primera postal no ilustrada (Entero Postal) se produce en México.
En estos primeros años los Enteros Postales son producidos por el Gobierno, siendo hasta 1897 cuando la administración del General Porfirio Díaz establece un contrato con la casa impresora Ruhland & Ahlschier para producir tarjetas postales ilustradas.
Arriba Entero Postal Mexicano 1898. Abajo las dos caras de una Tarjeta Postal producida por Ruhland & Ahlschier 1898.
El gusto y demanda que fueron generando las Tarjetas Postales, un mercado de millones, implicaba la participación de un mayor número de productores, tanto de grandes compañías con padrinazgo oficial, como la “Sonora News Co.”, que logro la concesión para vender impresos en las estaciones de ferrocarril, de impresores Europeos por iniciativa propia o llamados por terceros, o de pequeños empresarios independientes radicados en México.
Poco a poco sobresaldrían nombres como: J. Granat, Latapi y Bert, J.G. Hatton, J.C.S., F.M., y H.S.B.; abriéndose el escenario a una veintena de empresas hacia principios del siglo XX, en 1910 las Tarjetas Postales circulando en México con temáticas mexicanas provenían de más de 150 fabricantes diferentes.
Postales pre reforma de 1906 Izquierda: Iturbide Curio Store. Mexico; 1904. Derecha: A. Briquet fot, Mexico; 1903.
México sigue los cambios de la modernidad, adoptando en 1906 las disposiciones de la Unión Postal Universal para las Tarjetas Postales con su parte posterior dividida en dos, dando espacio al texto y a los datos del destinatario.
Con la estabilidad del gobierno de Porfirio Díaz, la industria turística tendría un despegue, acarreando una intensa actividad económica en todos los sentidos. Mayormente compañías Norteamericanas se dedicarían a la impresión de guías y souvenirs de todo tipo, incluyendo las Tarjetas Postales.
Un grupo de fotógrafos norteamericanos como: Percy S. Cox, Winfield Scott y C.B. Waite, los dos últimos en un inicio contratados por la “Sonora News Co.”, proveerían de un gran volumen de imágenes a los impresores; para posteriormente comercializar ellos mismos su trabajo de forma independiente, por medio de Tarjetas Postales Fotográficas.
Si bien este material estaba dirigido al público extranjero, también circularon en cantidades dentro del territorio nacional. Siendo la industria de las tarjetas postales en su inicio un negocio dominado por extranjeros.
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