Se inaugura exposición.


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El Archivo General de la Nación tiene el honor de invitarle a la exposición Aurelio Escobar Fotógrafo Profesional.

Inauguración y vino de honor 4 de noviembre 2010, 12:30 hrs. Sala David Alfaro Siqueiros

R.S.V.P. Tel. 51 33 99 00 Ext. 19420

Como parte de la recepción del “Archivo Fotográfico Aurelio Escobar Castellanos”, el Archivo General de la Nación (México), organiza una pequeña exposición. Si bien el trabajo de Don Aurelio abarca un periodo de tiempo amplio, 1906-1964, las vicisitudes de la vida no han permitido salvaguardar un archivo que comprenda su desarrollo profesional de manera integral.

El mismo Archivo General de la Nación, en su fondo “Propiedad Artística y Literaria”, conserva parte de los registros hechos a nombre de “H. J. Gutiérrez”, en su mayoría obra de Aurelio Escobar Castellanos.

De forma anónima, o sin la atribución correcta, en otros fondos de la misma institución así como en otras van apareciendo los rastros del fotógrafo mexicano.

La aportación hecha por A. Escobar a la fotografía mexicana como testigo del periodo revolucionario, es en sí suficiente para ser recordado y apreciado. Pero en el caso actual, la nueva incorporación al AGN se trata de un archivo esencialmente diferente… “fotografía Panorámica”.

El nuevo acervo coloca al AGN dentro de las instituciones a nivel mundial, más ricas en dicho formato fotográfico. El catalogo completo se dará a conocer en próximas fechas, labor en la cual el personal del AGN ha dedicado su esfuerzos durante el año del 2010, habiendo el compromiso de digitalizar toda la colección para ponerla a disposición de los investigadores.

De igual forma, a nombre personal los invito a conocer el primer esfuerzo institucional por reconocer a Aurelio Escobar Fotógrafo Profesional.



Reflex o View, II.


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El jueves 26 de marzo del 2009 publiqué la reflexión “Reflex o View”, ponderando algunas de las diferencias entre ambos tipos de cámaras a principios del siglo XX. Con motivo de las festividades del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana en el 2010, han aparecido un buen número de novedades editoriales sobre el tema, de las más recientes, junio del 2010, “La primera gran revolución del siglo XX, México 1910.1921, Un imaginario de la revolución mexicana Guillermo Tovar de Teresa, editorial Proceso”; como muchos de ustedes han de saber “Proceso” es una revista de contenido político surgida al público el 6 de noviembre de 1976, conformada con periodistas expulsados del diario “Excélsior” el 8 de julio de ese año, y en este caso patrocinador editorial. El coordinador del libro estuvo a cargo de Guillermo de Tovar de Teresa, y el guión iconográfico de Miguel Ángel Berumen.


En la tendencia manifestada por Berumen en otras ocasiones, nuevamente vemos un espacio dedicado al homenaje de los primeros fotorreporteros mexicanos; páginas 116 y 118, de hecho las dos últimas imágenes del libro. Ambas planteadas como complementarias y muy ad hoc para “Reflex o View”.

Se trata de dos momentos durante la inauguración de la primera piedra del monumento a Giuseppe Garibaldi en la colonia Roma, ciudad de México, durante septiembre de 1910, referencia que no se hace en los pies de foto, pero en la imagen de la página 116 vemos una pequeña bandera italiana con el escudo de la Casa de Saboya. Están presentes el Señor Presidente de la República Don Porfirio Díaz Mori, y el gobernador de Distrito Federal el Señor Enrique C. Creel.

El pie de foto es el siguiente: “Un apretado grupo de fotógrafos a un lado del presidente Díaz, entre ellos está Agustín Victor Casasola. La imagen está firmada por Ramos (Manuel) y sorprende que él no esté entre sus colegas que permanecen atentos a los movimientos del mandatario. Sin embargo, la segunda fotografía- en la siguiente página- sorprende aún más, ya que este fotógrafo tampoco está en primera fila y al igual que Ramos, también fija su atención en sus colegas que retratan al presidente.”


El presidente Díaz aparece casi de frente ante la cámara, la cabeza ligeramente inclinada hacia su izquierda, en esa dirección a unos centímetros el representante de Italia lee un documento sostenido entre sus dos manos, Díaz frunce el seño, resentido por la luz solar que lo acomete de frente, pero probablemente no escuchaba bien y por eso coloca su oído en una mejor posición, tres personajes hacía su derecha ha quedado rezagado el gobernador del Distrito Federal, de igual forma su expresión corporal indica atención al locutor.

A diferencia del pie de foto colocado por Berumen, Agustín V. Casasola, al centro del grupo de tres fotógrafos, Garduño a su derecha, y otro fotógrafo no identificado platican entre si. El tercer acompañante podría ser un enviado extranjero, por sus notoria altura que hace aparecer a Casasola y Garduño de baja estatura, detrás de él sin siquiera llegarle al hombro trata de introducirse el fotógrafo Gerónimo Hernández, totalmente de espaldas al evento, es Casasola quien habla y los demás escuchan, que se dicen…

Demos la vuelta a la página; “La fotografía deja al descubierto la posición de Ramos a quien vemos al fondo con su cámara. Más allá de ser un homenaje a los fotoperiodistas- este juego de fotografías- donde los fotógrafos se retratan de frente casi de manera simultánea, de alguna manera devela el misterio que tradicionalmente se esconde en el fuera de campo”.


La segunda imagen lo es en la posición editorial pero también temporal, el evento ha terminado. Manuel Ramos espera, tiene el paño para obscurecer el visor de la cámara sobre sus hombros, y en su mano derecha aún sostiene el disparador neumático de su cámara, mientras la otra mano la sujeta para desplazarla, la inclinación de la misma muestra que la pata oculta de su trípode ya no toca el suelo.

Por otra parte desvela un misterio, porqué muchas de la fotografías de Ramos tienen un horizonte visual elevado sí su estatura no lo era tanto, él como la cámara están sobre una tarima de madera, 20 o más centímetros de altura adicional. Detrás de la tarima espera un pequeñito con dos sombreros, uno es el clásico modelo seleccionado por Ramos…de quién es el otro.

Unos metros al frente caminando hacía el espectador se encuentra el fotógrafo Abraham Lupercio, sin sombrero, habrá ido a comentar algo con Ramos…a su derecha y al frente otro joven ayudante sostiene su cámara, el trípode ya fue retraído y doblado, lista para empacarse.

El presidente Díaz se retira, busca el espacio para caminar mirando al suelo, Casasola y su grupo quedan en primera fila y pueden accionar sus cámaras para un última toma, Agustín es el primero en detectar el movimiento y se adelanta, mientras Garduño queda al fondo de los otros dos, ya no puede enfocar, levanta su cámara Reflex pero sus compañeros son demasiado altos, solo logra inclinarla hacia arriba, perdiendo el ángulo correcto.

Más a la izquierda, aparece otro fotógrafo que no habíamos detectado, muy atrás, levanta una cámara View formato postal todo lo que puede esperando captar algo, solo al llegar a su laboratorio lo sabrá.

La cámara es del tipo Nettle, y no la popular A3 o A4 de Kodak. Ventajas, un fuelle rectangular que permite usar lentes de mayor diámetro, y tablero delantero intercambiable, por ende uso de diferentes objetivos en el mismo cuerpo, dos cosas que no pueden hacer los modelos de Kodak.

Ya casi saliendo de escena en primer plano un aburrido ayudante se cubre el rostro con el sombrero, mientras se recarga en el estuche de una cámara.

La sorpresa del día, en el extremo derecho a media escena se avista una cámara View 8x10, en forma plegada, se trata de Aurelio Escobar C.

Y el autor de la imagen en un puesto elevado, no sabemos quién sea, ya que nadie lo captó...

De una forma muy gráfica vemos las ventajas y desventajas de los dos tipos de cámaras, las cámaras Reflex necesitan estar en primera fila, la cámara de Garduño Reflex 5x7, es tan grande que probablemente no logró una buena toma a pesar del esfuerzo; las cámaras View de gran formato ni lo intentan, ellas disfrutaron de una mejor posición a pesar de la distancia, pero la falta de espacio para maniobrar las deja fuera de acción para un movimiento improvisado, finalmente la View de pequeño formato quizás consigue su cometido, así como en la actualidad lo hacen muchos fotorreporteros.

Es pertinente recalcar la importancia de las acreditaciones y ser reconocido como fotógrafo por las autoridades, después del abigarrado grupo de invitados alrededor del Presidente, vemos un cordón militar y tras un espacio vacío otro cordón militar, y luego el resto de la sociedad.


Septiembre de 1910.


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Con motivo de las fiestas patrias del Centenario de 1910, el gobierno mexicano hizo un censo de todos los periodistas y fotorreporteros para entregarles un carné de acceso a las diferentes ceremonias conmemorativas; indicativo de la exclusividad, de la privacidad de los entes políticos amen de la seguridad personal que se les quería otorgar; ya no solo era necesaria una cámara fotográfica para estar presente, se necesitaba de acreditaciones, de una razón de ser y estar, de la buena relación con el sistema; ello variaría de acuerdo a las circunstancias específicas, no era lo mismo asistir al desfile multitudinario del 16 de septiembre que tener una sesión particular con el Presidente de la Republica, o asistir a la inauguración de la columna de la Independencia.

El carácter independiente y visionario de Aurelio Escobar Castellanos sacó provecho de la infraestructura creada por Heliodoro J. Gutiérrez, marcando su propia forma de hacer las cosas; lo cual veremos por primera vez en 1910.

Durante las festividades del Centenario, la organización de la “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” produce una serie de postales recontando los acontecimientos del día a día. Entonces uno o todos los fotógrafos de la empresa recibieron carnés de acreditación…

A la fecha no se ha localizado la lista de acreditados, por lo cual desconocemos cuantos y quienes fueron.

Por razones que desconocemos estas postales se producen sin rubrica y solo en algunos caso se coloca la numeración, el inicio de la Revolución puede ser un motivo para dejar de lado la temática y enfocarse en las nuevas circunstancias político sociales. La crónica oral de la familia Escobar, atribuye el trabajo a Aurelio Escobar C.; pero, como veremos aunque puede haber una participación domínate de él, es sobre todo un trabajo de equipo. (En varias de las postales conservadas aparecen anotaciones de puño y letra de Aurelio, al frente marcando la fecha y otras al reverso indicado los personajes retratados.)

¿La “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” trabaja sobre la base de series fotográficas delimitadas por eventos diferentes, o crea una colección única?

Al contar con una base de datos a limitada, no podemos dar una respuesta, de tratarse de una colección única, constituida por material producido durante el mes de septiembre pero de eventos diferentes, hablaríamos de un conjunto aproximado a las 300 imágenes. En el caso de ser series independientes esperaríamos un número exponencialmente superior.

De acuerdo a ello saquemos otras conclusiones; ¿Que implica 300 imágenes desde el punto de vista económico?

La “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” opto por el formato 8x10, del cual posteriormente sacaban reencuadres para imprimirlos como postales. Cada chasis de madera con dos placas fotográficas de cristal tenía un peso aproximado de 680 gr., y un espesor de 1.5 cm., sí colocáramos los 150 chasises necesarios para llegar a la toma 300 uno encima de otro tendríamos una torre de 225 cm. de altura y 102 Kg. de peso.

Cada placa fotográfica de cristal 8x10 tenía un costo de $ 2.40 dólares por docena, se necesitan 25 docenas para completar la cantidad requerida y con el dólar a la paridad de 2.01 pesos por dólar, son $ 4. 82 pesos la docena y $ 102.5 pesos de inversión solo en negativos, sin contar gastos de envío y aranceles o intermediarios. Claro son dólares y pesos de 1910.

En los desfiles del 15 y 16 de septiembre H. J. Gutiérrez alquiló uno o barios balcones sobre la Avenida San Francisco (hoy Francisco I. Madero), hacia la esquina de Callejón del Espíritu Santo (hoy Motolinia). En el desfile alegórico del 15 se capto el instante donde cruza un carro portando una alegoría a la Independencia y los próceres de la Patria, el mismo carro se percibe en otra toma sobre Avenida 5 de Mayo llegando al edificio de la Mutua, hoy Banco de México, después de recorrer toda la Av. San Francisco dar la vuelta a la plaza de la Constitución y regresar sobre 5 de Mayo.

Sí bien es posible dejar la locación de San Francisco y trasladarse hasta 5 de Mayo con tiempo de volver a ver el mismo carro; no es más lógico pensar en la existencia de dos fotógrafos. Pues de lo contrario en aras de volver a captar el mismo carro alegórico se perdería gran parte del desfile desde la visión elevada de San Francisco, he aqui el trabajo de equipo.


La postal tomada desde el balcón en Av. San Francisco el día 15 se puede comparar con tomas similares de la “H. J. Gutiérrez” del día 16, donde no hay variación relevante en la posición de la cámara. Y nos da pie a otros análisis; comparándolas a su vez con impresiones hechas por L. V. García; encontramos una posición de la cámara aparentemente igual, lo mismo que el tipo de lente usado. Esto se determina por las líneas de fuga y del horizonte visual.

La respuesta más simple es: fueron dos fotógrafos en el mismo lugar donde habían muchos.

Tomando otro material perteneciente a L. V. García, del mismo día 15 pero a nivel de calle, y comparándolo con las de la “H. J. Gutiérrez” nos da el siguiente resultado: las tomas de la “H. J. Gutiérrez” son regulares, todas parecen pertenecer al mismo tipo de equipo fotográfico, mientras en las de L. V. García, las tomas hechas a nivel de calle corresponderían a una cámara Reflex, y las tomas aéreas desde el balcón no…

Haciendo una prueba de sobre posición de las imágenes de la “H. J. Gutiérrez” y de L. V. García del día 15 sobre avenida San Francisco; hay una irregularidad en el ancho de las paralelas verticales de los elementos arquitectónicos. Mientras las horizontales y los ángulos de fuga coinciden totalmente. Dando la idea de la hoja de una puerta abriéndose hacía nosotros desde la derecha. Eso solo se puede explicar porque las cámaras se colocaron de forma paralela a poca distancia entre si.

El espacio usado por la “H. J. Gutiérrez” es el estudio de Emilio Lange, con quien mantenía una buena relación, mientras la otra cámara puede estar en el mismo estudio o desde la American Photo Suplay, local contiguo.

Aunque ambas imágenes comparadas se encuentran impresas en formato postal 8.9x13.9 cm., la de la “H. J. Gutiérrez” es un reencuadre tamaño postal de un formato previo 8x10; y la de L. V. García en un formato postal incluye la totalidad de visión del formato 8x10. Esto quiere decir que no solo coinciden en una ubicación paralela las cámaras con poca diferencia de distancia, sino también el uso de un lente con un campo de visión aproximado de 110º.


Para determinar el ángulo de visión se cuenta con la siguiente información: se sabe el ancho de la calle y sus banquetas. La acera donde se ubico la cámara está ocupada en un 50% por el Templo de la Profesa, y el resto está dividido en tres predios proporcionales, se pueden identificar cuantos edificios son visibles en la impresión y cotejar la longitud visual de la escena, y así calcular un ángulo aproximado.

Los ángulos de visión no pueden variar de forma indistinta, dependen del formato en proporción a la distancia focal de los lentes, por ejemplo 56º, 71º, 16º; y de ahí se les denomina: normal, gran angular, telefoto. El formato postal no es simplemente más pequeño que el 8x10, es más alargado, de forma que cuando pasamos de los formatos 8x10 a 5x7 a postal, cada vez el espacio es más rectangular. Entre más ancho sea el formato teóricamente tendría la capacidad de albergar una campo visual con mayor ángulo, pero esto también se ve afectado por el tamaño real del formato y no solo la apariencia, y de la distancia focal.

Desde el punto de vista geométrico, un formato postal requiere de una distancia focal de 49.17 milímetros para generar un ángulo visual horizontal de 110 grados, pero para la óptica fotográfica el campo visual se mide en las diagonales, entonces la distancia focal del lente requerida es de 58 milímetros, o 2¼ pulgadas.

Por lo tanto los ángulos visuales deben ser coherentes a los lentes fabricados, y accesibles al público, en este caso en la década de 1910. Por ejemplo el Ross-Zeiss “Tessar”, usaba una distancia focal de 2 pulgadas en un formato 1x¾ , pero con solo un ángulo visual de 35º. El mismo Ross argumentaba que su lente “Protar” series V, f 16, en un formato postal podía generar un ángulo de 100º, siendo que el lente era de 90º, al forzar la distancia a 3½. El Beck Steinheil Orthostigmat series IV, f/12 y ángulo visual de 100º /110º y distancia focal de 2 7/8 a 10 pulgadas era otra opción, o el Busch Pantoscop 100º/ 110º.

¿Entonces porqué L. V. García uso reprografías de un formato 8x10 y no negativos originales para imprimir sus postales y además de manera descuidada?
¿Son dos o un solo fotógrafo?
¿L. V. García uso dos cámaras con formatos y lentes diferentes al mismo tiempo?

Sí uno es el creador de una imagen y posee el negativo no usaría una reprografía para hacer una reducción, o sí…

Como en la actualidad los objetivos gran angular o telefotos son equipos sofisticados y caros, por lo general a disposición de profesionales, las cámaras de pequeño formato no tienen objetivos intercambiables, y una tarjeta postal impresa con un ángulo visual de 110º nos indicaría un profesional, tanto si se trata de una impresión de un original o una reducción. Pero el uso de reprografías más nos haría pensar que L. V. García no es el autor; L. V. García solo documenta eventos públicos...

La mañana del 16 de septiembre de 1910 fue la inauguración del monumento a la Independencia. Del fondo Culhuacán del SINAFO tomamos la imagen Nº Inv. 351933, autor no identificado, negativo gelatina sobre vidrio formato 5x7. Junto a ella una postal de la “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” Nº 178.

El fotógrafo de la “H. J. Gutiérrez” se ubicó de forma perfectamente alineada con la columna, mientras el otro fotógrafo permaneció a su izquierda y a la misma distancia. Se puede apreciar como estando representadas las dos imágenes en proporción entre ambas, el basamento de la columna se ve más grande en la postal, puesto que es un reencuadre de un formato mayor.

Ambas de diferentes momentos de la inauguración de la columna de la Independencia. En la fotografía del SINAFO contamos 13 fotógrafos y un cineasta con su ayudante; en la postal, 8 fotógrafos y un ayudante. Entre las dos solo podemos identificar a un fotógrafo como el mismo, por lo que podíamos decir que se encuentran 20 fotógrafos más los dos ejecutores de las imágenes, 22 fotógrafos. De todos ellos al analizar su cámaras solo el fotógrafo de la “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” usó un formato 8x10. Podemos diferenciar a tres fotógrafos con cámaras Reflex, dos con trípode y cámara 5x7, uno con un monopede, cinco con cámaras de bolsillo, etc. Proporcionalmente hablamos de la tercera parte de los fotógrafos profesionales residentes en el D. F. y solo uno usando la cámara formato 8x10. Hay otros fotógrafos que en diferentes eventos usaron cámaras 8x10, o cambiaron de cámaras según las necesidades, por ejemplo Agustín V. Casasola en este caso lo vemos con una cámara de bolsillo y en la mayoría de las veces se le ve con una Reflex 5x7.

Domingo 11 de septiembre de 1910, 11 AM., colocación de la primera piedra del monumento a Pasteur, obsequio de la Colonia Francesa.


Arriba mostramos un montaje de dos postales; la superior acreditada a la “H. J. Gutiérrez” y la inferior anónima de la colección perteneciente a la UACJ (#1403700). Ambas postales coinciden exactamente en su montaje, siendo la imagen en el área sobre puesta la misma. Por lo tanto ambas postales se imprimieron a partir del mismo negativo. De las fiesta patrias no contamos con ningún negativo ni impresión 8x10 y este hallazgo confirma la tesis del uso de negativos 8x10 con reencuadre tamaño postal, sistema usado por la "H. J. Gutiérrez" en otros momentos. La de la UACJ lleva impreso en el negativo el número “228”, la otra no lleva ni rubrica ni numeración, a su reverso se lee con letra Palmer de puño y letra de Aurelio Escobar C. en 4 renglones: “Centenario de Mexico 1910, Sr. Porfirio, Sr. Creel, Sr. Landa y Escandon”. Hay otra postal del Instituto Getty (95.R.104.p.5v.4) del mismo evento, anónima y con el número 253. Entre las tres hay una misma posición de la cámara, elementos como la mesa, la cubeta y el letrero de “Pasteur” permanecen inalterados en sus verticales, prueba de ser una idéntica ubicación; en la postal Nº 253 se elevó la cámara para tener una mejor visibilidad cuando los personajes se sentaron.


Se ha argumentado mucho sobre las limitaciones de las cámaras fotográficas de gran formato en el primer y segundo decenio del siglo XX por parte del fotoperiodismo, pero nos queda claro como una proporción muy grande de fotógrafos había elegido modelos ligeros y maniobrables para 1910; y la elección de la “Fotografía H. J. Gutiérrez, The Chicago Photo Studio” debió ser en función de principios de calidad y estéticos y no prácticos. Pues no solo el sistema redundaba en dificultades técnicas sino también en costos de producción más elevados por unidad producida.

En 1910 fue la gran fiesta de los fotógrafos, había mucho que retratar y un gran interés por conservar los registros visuales, todos los días del mes de septiembre de 1910 hubieron eventos públicos y privados, el país se lleno de monumentos y obras públicas…Inclusive el productor de tarjetas postales Félix Miret editó postales con letras doradas en bajo relievé para los rótulos.

En la actualidad la columna de la Independencia es el lugar elegido por los capitalinos para festejar y manifestarse, es el símbolo de la ciudad de México, uno de sus más bellos monumentos.

Postal septiembre de 1910, autor: Aurelio Escobar Castellanos.

Cien años después en la capital mexicana transcurre el mes de septiembre con... tristeza, cuan diferentes son las cosas, probablemente dentro de otros cien años nos sigamos acordando de las fiestas del centenario de 1910.


Almacén de huevos.


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Me encontré esta fotografía de la ocupación norteamericana de Veracruz en 1914, muy adecuada a nuestro último tema, la maestría al realizar una imagen, y la coincidencia.


Para el mexicano el doble sentido en las palabras es algo normal, inclusive todo un arte, el albur, los piropos, juegos de palabras, adivinanzas, las connotaciones sexuales se introducen en todas partes; puede ser pura coincidencia…

El almacén de huevos ya estaba ahí, cualquiera tomando el escenario se hubiera topado con el letrero, pero al mismo tiempo se podía evitar; del lado izquierdo trepado en una plataforma hay un fotógrafo, en su toma no aparecerá el letrero.

Par un mexicano ver la imagen con el letrero “Almacén de huevos” es un mensaje claro, y los uniformes blancos dominan...

Fotografía de autor anónimo. Por la numeración y tipografía se podría tratar de la autoría de Hadsell, y de ser así no habría tanta coincidencia más bien intención.

Maestría.


Publicado por Arturo Guevara Escobar

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En nuestras pasadas entregas hemos tratado dos temas con insistencia, la fotografía de Emiliano Zapata en el hotel Moctezuma, y las fotografías de Hugo Brehme durante la revolución mexicana, ambos relacionados íntimamente.

No hay una explicación clara de porqué en un momento se acreditó la fotografía de Zapata a Brehme, pareciendo ser una decisión arbitraria, para luego retirarla de su catálogo de una manera no del todo contundente.

Dentro del corpus acreditado a Brehme, existen otras fotografías de Zapata, o relacionadas con su presencia realizadas en el hotel Moctezuma, y muy probablemente todas pertenecientes a igual momento histórico...

La fotografía de Zapata en el hotel Moctezuma, no es una simple imagen, y en la declaración no tomo en cuenta el valor iconográfico que ostenta en la actualidad. En relación al gran conjunto de imágenes creadas durante la Revolución Mexicana, está es dotada de una particularidad poco común. Es creada como una pintura, es creada conceptual y artísticamente, no es dejada al azar; no es una instantánea.

La sutileza de sus elementos, la gracia de su composición, y lo profundo de su significado, así sea el actual o el del momento de su creación, la llevan al grado de “obra maestra”, a una “obra de arte”.

Existe el burro que toco la flauta…y en campos como la música contemporánea vemos la existencia de artistas de un solo éxito…

En mí particular punto de vista, no es el caso, el fotógrafo desconocido del cual solo tenemos una obra deberíamos descartarlo, se necesita de un creador dotado técnica e intelectualmente. Es demasiado complejo para simplemente ser azar. Hace poco analizamos una fotografía atribuida a Brehme tomada en el puerto de Veracruz con un grado de complejidad similar, una puesta en escena aparentemente fortuita es reinterpretada inconscientemente, gracias al bagaje cultural en unos cuantos segundos y compuesta artísticamente para capturarla, es un ojo entrenado, de cazador visual, y un espíritu sensible. Eso, aun con dotes innatas, solo se logra con el accionar diario de la experiencia, lo que llamamos “maestría”.

Veamos otro caso:


De entrada parece una imagen obscura y confusa en su contenido, no impacta de golpe como podría ser un paisaje o un retrato, esta abigarrada de elemento y es precisamente eso su punto interesante; formato postal.

¿De qué se trata, dónde, cuándo, y por qué?

Parece un laboratorio fotográfico, hay cámaras, trípodes, chasises, marcos, fotografías, químicos, etc., y dos personajes involucrados en su trabajo; uno observa un negativo apoyándose en la luz reflejada por un espejo, el otro está llenando lo que parece un talonario.

¿De quién es el laboratorio?

La imagen a primera vista puede ser engañosa, y solo el análisis reflexivo puede darnos un acercamiento a la verdad. En la pared del lado izquierdo se ve un recuadro obscuro, con la manipulación digital y trabajando con una copia de muy buena resolución se recupera parte de su contenido: “Hotel Español”…


Entonces no se trata de un laboratorio, no en el estricto sentido, es un laboratorio ambulante instalado en el cuarto de un hotel, de nuevo preguntamos dónde. Tómenos otra pista, entre las cosas agrupadas en el parte inferior izquierda reconocemos con claridad un retrato de Venustiano Carranza; a través de una puerta podemos atisbar otra habitación, dándonos la cara una silla sobre ella un retrato de Álvaro Obregón. En noviembre de 1914 Carranza mantiene una conferencia en el Hotel Francés de Orizaba, con los comisionados de la Convención entre ellos Obregón; en Orizaba también había un Hotel Español…se puede tratar de circunstancias contemporáneas.

Hay una sección de la imagen cargada simbólicamente de una forma muy particular, Tres recuadros formando un triángulo, su base apoyada hacia la horizontal. El cuadro inferior izquierdo es el retrato de Carranza, montado en un marco lizo de color obscuro. El cuadro inferior derecho es un marco vacio, probablemente dorado, a través de él vemos dos chasises para negativos 8x10. El tercer cuadro en la cúspide es un retrato de Obregón, sin enmarcar parcialmente ondulado entre unos rollos de papel, o quizás otras impresiones.

Puede ser una composición fortuita, pueden estar de manera intencional, pero de una u otra forma aglutinan el corazón de toda la imagen, es el triángulo compositivo el elemento central, por eso se toma la fotografía. El defensor del Diablo puede argüir, tan solo se probaba el flash…

Con la información a nuestro alcance en el 2010, podemos interpretar de una forma dada el conjunto visual, en 1914 qué se pretendía. El marco dorado está bacante, representa a caso la presidencia… Obregón en la penumbra pero bien colocado en la silla…Carranza enmarcado de negro…es una premonición…


Podemos encontrar muchos más elementos y relacionarlos unos con otros, en la izquierda hay una mesita con frascos de químicos y una fotografía con gimnastas, o luchadores de grecorromano; el triángulo lo podemos transformar en rombo con un portafolio en el vértice inferior, las formas, su tamaño, los elementos, su posición, directrices de movimiento, áreas compositivas, tenciones espaciales, etc.

De la misma forma que un texto lo podemos interpretar, y reinterpretar de manera independiente a su creador, inclusive extrayendo información que el escritor juraría que no puso ahí, dado que en gran parte la expresión artística es dominada por el inconsciente, explayándose a sus anchas; así también una imagen, pintura, grabado, dibujo, fotografía, película o inclusive escultura, es sujeto del mismo tratamiento; no pretendemos con ello hacer filosofía de cualquier imagen, como no se puede hacerse de cualquier escrito.


En la actualidad se empieza a dar un valor de documento histórico a la fotografía, y no de mera ilustración, para transformar a la imagen en documento necesitamos hacerla hablar; por tanto su creador de simple fotógrafo se puede transformar en historiador, o intelectual. No solo es como recientemente se menciona; “el fotógrafo tomando partido”, algunos tenían la capacidad de expresarse políticamente por medio de las fotografías. Habiendo una diferencia entre un fotógrafo tomando partido por razones económicas, de amistad, o por azar al quedar atrapados en una zona de influencia, y quien de manera consiente pasaba de ser espectador á partícipe con sus propias herramientas...

El historiador Miguel Ángel Berumen en su Libro “1911, la batalla de Ciudad Juárez”, analiza una fotografía realizada frente a la casa de adobe, Madero y su gabinete provisional, la llama puesta en escena…él o los fotógrafos son simples instrumentos o tienen capacidad de determinar la acción.

Así como a un arquitecto se le comisiona una obra, dándole una lista de necesidades y materia de trabajo, como es el terreno; y él toma la decisión de cómo darle forma. Así también pudo ocurrir con la fotografía, u ocurrió. Francisco I. Madero supo distinguir las bondades publicitarias de las imágenes, y al mismo tiempo desconfiaba de los fotógrafos, que no solo veían todo…también oían; y podía interpretar una mirada, un gesto, la actitud corporal, la posición de las cosas, hasta los claros obscuros.

La intención de la reflexión es sacar a la luz otro tipo de fotógrafo, actuante, con voz, con capacidad creativa artística e intelectual. Que seguramente para sobrevivir necesitaba de un riguroso código moral, como un Psicólogo, un Abogado, o el sacerdote en confesión. Un tipo de fotógrafo que no podemos llamar “apolítico”, aunque en ocasiones podría ser un hábil analista político más que militante.

Cuántos de ellos hubieron y cuando actuaron con esas libertades, no lo sabemos, pero hay evidencia de más de uno.

No hemos mencionado el autor de la fotografía del laboratorio: Aurelio Escobar Castellanos.


Hugo Brehme, parte III. Una mañana en el puerto.


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Para continuar con el análisis iconográfico de Hugo Brehme y la intervención norteamericana en Veracruz, remitámonos a la creadora del catálogo “Hugo Brehme y la Revolución Mexicana”:

“De ese hecho destaca una imagen de gran violencia implícita en la que se observa la desolación imperante en los alrededores de la Fortaleza de San Juan de Ulúa, los buques estadounidenses fondeando aguas nacionales y, en primer plano, una bandera estadounidense izada en tierras mexicanas.” Nota originada por Notimex.

En la publicación catálogo de la exposición encontramos la imagen en la página 108, con el pie de foto: “Bandera norteamericana en San Juan de Ulúa, Veracruz, Ver., abril- noviembre de 1914”. En la exposición actualmente en el Museo Franz Mayer, se hace una amplificación del original en gran formato.

En la página 14 se relata el hecho: “También en este periodo produjo una notable imagen de violencia implícita, con la bandera norteamericana en lo alto del mástil, desde una desolada vista de san Juan de Ulúa: la inminente invasión había sido consumada.”

La misma imagen fue usada por la investigadora Mayra Mendoza, en su artículo publicado en Alquimia nº37, septiembre diciembre de 2009; “1914. De Veracruz a la Ciudad de México a través de la mirada de Hugo Brehme; y tema de la conferencia programada para el miércoles 17 de noviembre del 2010 en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.

Lo primero que necesitamos hacer es observar con detenimiento la imagen, a la derecha, el torreón de la fortaleza de san Juan de Ulúa; dividiendo la composición en proporción aurea en su vertical, a la izquierda el asta bandera con el lábaro norteamericano; se mira hacia el puerto es antes del medio día, la insignia yanqui se enarboló por primera vez el 27 de abril de 1914 a las 2 pm.


En esta imagen al ser escaneada del libro, sufre una distorsión por la curvatura de las hojas, por lo tanto el espacio entre el asta y el torreón no aparece cuadrado, como en realidad lo es.


En segundo plano el dique seco flotante y a la izquierda la obscura figura del crucero protegido, o en ocasiones llamado también crucero acorazado Emperador Carlos V, el mismo nombre nos indica su origen español, y se trata de una vieja unidad veterana de la guerra Hispano-norteamericana de 1898. Durante el desembarco de los días 21 y 22 de abril, fue la única unidad militar extranjera a excepción de las norteamericanas en la rada, el resto se habían retirado por seguridad, e incluso se interpuso entre los barcos agresores para detener el bombardeo, por lo mismo se corrió el rumor de su hundimiento, hecho difundido por El Imparcial; El Correo Español en los días siguientes se encargo de desmentirlo, pero algunos de sus marinos tuvieron que presenciar los tiroteos ocultos en la tienda ubicada en las calles de Arista y Landero.


Tarjeta postal, Crucero Carlos V. L. Roisin, Foto, Barcelona. 1906 ca.

Un poco más en profundidad y hacia la derecha el crucero francés Descartes, el 21 de abril se encontraba anclado en Veracruz; en La Revue maritime, editada por el Ministerio de marina francés en 1934, nos informa que en mayo de 1914 el crucero Descartes se estacionó en el puerto de Tampico, el Condé en Veracruz y el Montcalm se dedicó a recorrer el litoral mexicano. En julio participó en la cobertura militar que los franceses hicieron en Haití, para el 28 de agosto junto al Condé se sumó a la casería de buque alemán SMS Dresden, y posteriormente tuvo como base La Martinica. Durante diciembre los vapores norteamericanos San Juan, Coamo y Carolina, fueron detenidos en alta mar por el Descartes, tomando como prisioneros de guerra a cierto número de ciudadanos alemanes y austriacos, remitiéndolos a la isla de Martinica.


Tarjeta postal, editada por ELD, Francia. “Marine Nationale-“Descartes”- Ècole de Canonnage”. 1918 ca.

Retomando la imagen, en el fondo vemos tres buques mercantes junto a las grúas de carga y descarga. Al momento del desembarco, 21 de abril, los norteamericanos capturan tres buques, el Monterrey, Esperanza y Mexico; pertenecientes a la U.S. and Cuba Steamship Company of New York, los tres llevaban armas.

Las probabilidades para realizar la imagen nos llevan a la última semana de abril, o quizás los primeros de mayo.

Las costas mexicanas no solo se veían repletas de buques norteamericanos, otras naciones con la intención de proteger sus intereses mandaron unidades tanto en el Pacífico como en el Golfo, los franceses tenían los cruceros Jeanne d’Arc, Descartes, Condé; España al Emperador Carlos V; los alemanes al SMS Dresden en Tampico, Karlsruhe en Haití, Leipzig y Nürnberg en la costa mexicana del Pacífico; los británicos al HMS Hermione y Essex en el golfo y el HMS Algerine y Shearwater en el Pacífico, el HMS Lancaster estaba disponible, así como el Suffolk y Berwick desde sus bases en las Honduras Británicas (Belize) y Jamaica; los japoneses desplegaron al Izumo, Asama, y Hinzen.

Mayra Mendoza en su artículo de Alquimia nos relata cual fue su fuente de investigación, un álbum fotográfico perteneciente a la colección Teixidor, compilado por un viajero o residente alemán. En él se ilustran dos docenas de buques extranjeros: “cada una presenta una vista general del barco o crucero acompañado del nombre, para dejar constancia de los acorazados estadounidenses, alemanes y españoles que fondearon en aguas mexicanas frente al puerto jarocho. Son imágenes captadas entre marzo y noviembre de 1914…”

El aparentemente desproporcionado despliegue de la flota norteamericana, en parte cumplía con el cometido de amedrentar a México, pero sobre todo de neutralizar una posible intervención de las demás naciones con intereses en México; el llamado “incidente de Veracruz”, no solo propició la posibilidad de una guerra internacional entre México y Los Estados Unidos, también pudo iniciarse la Primera Guerra Mundial en las costas mexicanas…

Dentro del contexto histórico que da pie a la generación de la imagen, hay mucho más que decir aparte de la descripción puntual de cada uno de sus elementos; desolación…la palabra se puede interpretar de dos formas: destruir, arrasar; o causar una aflicción extrema.

El puerto de Veracruz de ninguna manera fue desolado físicamente, la destrucción fue mínima y muy localizada, para algunos mexicanos el hecho de la ocupación fue desolador, y para otros no... Expliquémonos mejor, la fotografía es un reflejo claro de la complejidad de intereses e intervenciones, involucradas en la llamada Revolución Mexicana, no se trataba de un asunto puramente interno, que aunque dirimiéndose por la fuerza de las armas fuese asunto de mexicanos. Como ha ocurrido muchas veces en la historia de México, la influencia externa determina el derrotero interno aunque no lo percibamos o no lo queramos aceptar.

El gobierno militar establecido en el puerto de Veracruz, no tenía la intención de imponer un bloqueo comercial a México, impedir la importación o exportación de cualquier mercancía, solo impedir el ingreso de armas, y más técnicamente solo las de carácter y uso militar, lo cual no llevaría a la problemática de definir cuando un arma no es de carácter militar…

El gobierno de los Estados Unidos podía encontrar los argumentos legales para prohibir a los fabricantes y comerciantes establecidos en su territorio, el comercio de armas con México, pero no tenía ninguna autoridad para ejercer una presión similar con otras naciones, por lo tanto durante su presencia en Veracruz continuaron llegando los cargamentos de armas, al grado de no haber lugar para almacenarlos. Inclusive ellos mismos propiciaron la clandestinidad, redireccionando cargamentos destinados a los constitucionalistas originariamente en Matamoros, al puerto de Veracruz, y posteriormente facilitaban su introducción.

John Mason Hart en su libro “Revolutionary Mexico: the coming and process of the Mexican Revolution”, nos relata como para el líder Constitucionalista era tan importante el desalojo del puerto, o de perdida que les dieran parte del armamento, que por cierto en ocasiones no habían pagado; The Duering Co, la más importante de las 48 compañías importadoras alemanas establecidas en Veracruz, demandaría ante el gobierno de Washington el pago de $19,751 dólares por el concepto de armamento entregado a los constitucionalistas sin pagarlo.

En vez de tener una actitud sin concesiones hacia la ocupación como debió corresponder…hacían negocios.

Inclusive los barcos militares cumplían con la misión de acareo, el crucero francés Descartes regresaría con un cargamento de 7 toneladas en armas, entre ellas 500 Mausers y 45,000 municiones. En algunos casos como con el buque Krownprincessen Cecile, se regresaron con todo su cargamento a lugar de origen, Alemania...eso se dijo oficialmente, aunque el 23 de noviembre al tomar control los constitucionalistas del puerto se encontró una carga de 6,300 kilos perteneciente al Krownprincessen Cecile.

De acuerdo a las investigaciones de John Mason, no existe un registro exacto de todos los cargamentos llegados durante el periodo, ni mucho menos su destino, pues parte desapareció misteriosamente antes de la desocupación del puerto, y se puede inferir que terminó en manos de los carranzistas antes de la retirada norteamericana.

La revolución Maderista no triunfó por la capacidad de movilización de la misma, o por lo brillante de su desarrollo militar, sino por el apoyo recibido por los Estados Unidos, y la falta del mismo para el gobierno del General Díaz, este con sagacidad supo percatarse de ello y trato de salvar el barco de la mejor manera; el levantamiento organizado por Pascual Orozco en contra del gobierno constituido de Madero es la mejor muestra de que hubiera pasado con Madero y su movimiento de no contar con el apoyo norteamericano. El derrocamiento de Madero tuvo la bendición de la embajada norteamericana, y el subsecuente gobierno fue automáticamente maldecido, para nuevamente ser la intervención del vecino del norte la que inclino la balanza por los Constitucionalistas, el destino del gobierno de la Convención lo decidió el presidente norteamericano, y no como hemos querido ver con nacionalismo ciego, las sangrientas batallas ente los diferentes bandos de la guerra civil. Álvaro Obregón por más superioridad estratégica que desplegara, no hubiera derrotado a Villa sin el ejemplar suministro de armas vía Veracruz.

John Mason ha establecido con la poca información disponible, que entre las muchas cosas “guardadas” en Veracruz, El ejército mexicano (huertista) había ordenado entre otras: ametralladoras, rifles, carabinas, escopetas, municiones, alambre de púas, cañones, camiones, carros blindados, radios de onda corta, pistolas, granadas de mano, etc, etc., y 1,250 cajas de cianuro de sodio, que al mezclarse con acido nítrico o sulfúrico, genera un gas mortal. Este gas era usado para controlar las plagas de ratas e insectos en los barcos. En agosto de 1914, con la Primera Guerra Mundial iniciada, se usan los gases tóxicos por primera vez, este gas en específico fue el usado por los Nazis en las cámaras de gas, y también lo uso Saddam Husein contra los kurdos…

La fotografía atribuida a Hugo Brehme nos ha dicho mucho, pero esa era la percepción del creador, o solo era una buena composición artística…había conciencia de lo que se estaba mirando y por ello se elije la propuesta.

A pesar que a Hugo Brehme se le ha nombrado como apolítico y neutral, en muchas de las fotografías atribuidas a él, vemos una clara inclinación, una aguda percepción de los acontecimientos sociopolíticos…independientemente de un tratamiento artístico.

¿Cómo podemos explicar esa diferencia de actitud, o de personalidad?

Parecería que en el trabajo de Brehme hay dos fotógrafos con la misma capacidad técnica, la misma sensibilidad artística, pero con una conciencia diferente…

O simple coincidencia…

Otra manera de interpretar la imagen:

San Juan de Ulúa, fortaleza española construida para defender el puerto de los ataques piratas, último baluarte de la presencia española en las tierras de la naciente nación mexicana. Dirección derecha.

Izquierda, instalaciones portuarias, recién remozadas por el gobierno porfiristas, la modernidad, el comercio internacional, y sus implicaciones; inversiones extranjeras y sus intereses particulares, doctrinas expansionistas y colonialistas aun imperantes.

Tención izquierda derecha, México entre independencia y su inserción en el contexto internacional, subordinada a las grandes potencias.

Entre el cielo y la tierra, el acuoso espacio de la incertidumbre, dominado por el acero de los buques militares extranjeros. Sus popas apuntan a la derecha…

En dirección accedente izquierda derecha (diagonal), el dique seco flotante, lugar de reparaciones, la nación mexicana necesita ir al dique, pero quien se va a encargar del mantenimiento…

En equilibrio áureo el asta bandera, dirección accedente vertical, el lábaro Norteamericano rector de todo el movimiento…


Hugo Brehme, parte II. Veracruz.


Publicado por Arturo Guevara Escobar

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Ahora nos enfocaremos en un pasaje histórico específico, la ocupación del puerto de Veracruz por los norteamericanos durante 1914 y la presencia de Hugo Brehme. Nuevamente tomando como referencia la reciente publicación: “Hugo Brehme y la Revolución”, a cargo de la historiadora Mayra Mendoza.

Primer bloque de fotografía en escrutinio:

Marinos alemanes del Bremen, Veracruz, Ver., abril-noviembre de 1914.
Es el pie de foto de las páginas 112 y 113 superior.

“Hugo Brehme y la Revolución”, página 113.

Es lógico pensar que para lograr unas fotografías de dicho corte, un fotógrafo alemán es lo idóneo, no pienso que fuera tan sencillo subir al crucero alemán con tanta facilidad. Pero el SMS Brehme dejó México por última vez el 21 de enero de 1914, por fortuna los buques llevan una bitácora y con un poco de esfuerzo es posible saber cuándo y dónde estuvieron. El SMS Brehme es remplazado en sus tareas por el SMS Dresden… El Bremen tendrá una última participación en aguas americanas, al ayudar con la evacuación de ciudadanos alemanes de la isla de Haití entre enero y febrero de 1914. La fecha probable para la estancia de Hugo Brehme en el puerto de Veracruz, se debe comprender entre octubre y diciembre de 1913, puesto que el SMS Bremen se encontraba el 24 de diciembre en Tampico, y desde ahí se dirigió a Haití. El buque alemán sería hundido por una mina rusa, el 7 de diciembre de 1915, en el mar Báltico durante la Primera Guerra Mundial.

En la edición del 8 de febrero de 1914, el Berliner Illustrite Zeitung, Alemanía, coloca dos fotografías del catálogo de Brehme, una de ellas de Veracruz.

Hugo Brehme, postal, numero de catálogo Brehme 1140. Misma imagen se publicó en el Berliner Illustrite Zeitung.

Sin embargo en Getty Research Institute: Special Collections, las imágenes con número de catalogo Brehme 5782, 5784, 5179, 5178, 5155, 5180 y 5181, correspondientes al SMS Bremen, todas tiene anotación manuscrita atribuibles a Hugo Brehme o socio, “An Bord S.M.S. ‘Bremen’ vor Veracruz, April 1914”…

Lo cual simplemente no es posible. En abril de 1914 se encontraba en Alemania, para reequiparlo con nueva artillería.

La fotografía inferior de la página 113, corresponde al buque norteamericano Texas, realizada en su cubierta. Es importante hacer otra reflexión entre los acontecimientos de la intervención norteamericana en Veracruz, la presencia de los buques Bremen y Texas, y el fotógrafo Hugo Brehme.

A principios del siglo XX, hacer visitas de las flotas militares, era una forma de mostrar el poder militar de una nación, pero también un sinónimo de estatus para quien las recibía. A partir de 1903 los norteamericanos realizaban visitas regulares a Francia e Inglaterra, y viceversa; Alemania buscaba un trato similar que no tenía.

Ante la presión diplomática, el nuevo buque de batalla USS Kearsage fue enviado al puerto alemán de Kiel junto con otros cruceros, 26 de junio de 1903, si bien se buscaba eludir un incidente diplomático, precisamente eso ocurrió cuando se acusó a los alemanes de forzar la visita para inspeccionar el estado de la tecnología norteamericana, en otras palabras espionaje.

Como consecuencia se suspendieron las visitas a puertos alemanes, situación operante en 1911, cuando las circunstancias obligaron nuevamente a la marina norteamericana a programar otra visita al puerto de Kiel, realizada por un buque escuela, acto tomado como un insulto por los alemanes, dada la poca importancia del buque. La nueva situación colocó al gobierno norteamericano en la ineludible situación de realizar una visita en forma, con la consecuente reciprocidad alemana.

El 11 de mayo de 1912 el buque de batalla SMS Moltke, y el crucero ligero Stettin zarpan de Kiel, llegando el 30 a Virginia, USA, posteriormente se les sumó el SMS Bremen, la visita a puertos estadunidenses continúa hasta el 14 de junio.

SMS Moltke disparando salva de saludo, SMS Stettin y SMS Bremen en Hampton Roads, Virginia (USA), autor anónimo, 3 Junio 1912. Biblioteca del Congreso de la Unión, USA.

Como resultado inmediato de la visita, los norteamericanos se dieron cuenta de la tremenda capacidad operativa de la flota alemana, con posibilidad para merodear aguas americanas desde sus bases en Alemania, de su formidable capacidad de fuego, velocidad, y entrenamiento. El pánico cundió, y se busco la manera de reforzar las defensas costeras, modernizar la flota, y tener bajo vigilancia a los buques alemanes con bases en el Caribe. Existía un fundado temor de que iniciada una guerra los alemanes pudieran atacar las rutas de comercio y puertos de la costa atlántica; temor permanente hasta pasada la batalla de Jutlandia, encuentro frontal entre la flota Inglesa y Alemana en mayo/junio de 1916, donde prácticamente se enfrentaron la totalidad de las dos armadas, con un resultado incierto, donde los alemanes no se enteraron que habían llevado la mejor parte, y pensaron lo contrario, sentimiento que los inhibió para poner de nuevo su flota en alta mar. Una vez iniciadas las hostilidades entre alemanes y británicos en 1914, el SMS Dresden demostraría como el temor era fundado cuando la escuadra del almirante alemán Spee, a la cual pertenecía, derrota a los ingleses en la batalla de Coronel, aguas chilenas, 1 de noviembre de 1914, y hace necesaria la movilización de la Real Armada tanto en el Pacifico sur como el Atlántico Sur, para darle cacería, la odisea del SMS Dresden ha dado material para varios libros, e inclusive existe la leyenda que en el puerto de Tampico, recogió un tesoro conformado por las joyas y capital de los extranjeros radicados en la ciudad, y todo ello terminó en el fondo del mar en las costas chilenas. El 18 de mayo de 1912 se puso a flote el USS Texas...

“Hugo Brehme y la Revolución”, página 113.

El 12 de marzo de 1914 se comicionó el USS Texas, entrando en su periodo de entrenamiento, bajo estas circunstancias fue sorprendido por el incidente de Veracruz, siendo a la par de su gemelo el USS New York, puesto en servicio el 15 de abril de 1914, los buques más modernos y poderosos de la flota norteamericana.

El 26 de abril de 1914 su imponente silueta se avistó en Veracruz, permaneciendo en las inmediaciones hasta el 8 de agosto, cuando pone popa con rumbo a Nueva York. De octubre al 4 de noviembre actuará con base en Tuxpan, y nuevamente en el puerto de Veracruz en diciembre de 1914.

Es más que obvio las repercusiones de la intervención en Veracruz, entre México y los Estados Unidos, pero también agriaron aún más las relaciones con Alemania. Inicialmente el pretexto para intervenir se fraguaba en el puerto de Tampico, pero al conocerse la inminente llegada del buque alemán Ypiranga a Veracruz, con un cargamento de armas para el gobierno del general Huerta, se tomó la apresurada decisión de capturar la aduana de Veracruz junto con el cargamento de armas.

En realidad aunque se menciona ampliamente el Ypiranga, otros dos buques alemanes también se enfilaban con el mismo destino y motivo; el Bavaria y el Dania. El Ypiranga es capturado por los norteamericanos antes de arribar al puerto y de descargar, por lo cual contravenían tratados internacionales, la situación ideal era captúralo al momento de descargar, en otras palabras además de intervenir en otro país cometían actos de piratería en contra de Alemania, para complicar aún más las cosas el capitán del SMS Dresden ordenó al capitán del Ypiranga la evacuación de ciudadanos alemanes con su buque, convirtiéndolo en parte de la armada alemana, y no un simple buque comercial, el 25 de mayo se libera al Ypiranga con toda su carga, el 28 arriba a Puerto México, entregando la carga a su legitimo dueño, la dilación sin embargo se convierte en un facto determinante en el destino de Huerta.

El 24 de julio de 1914, se da la orden a todas las unidades navales alemanas de regresar a sus bases en Alemania, el 5 de agosto Alemania está en guerra contra Inglaterra, Francia y Rusia.

El gobierno norteamericano como siempre, bajo la careta de un doble discurso se promulgo por la neutralidad, mientras tomó partido por Inglaterra y sus aliados; Alemania reiteradamente denunciaría la falta de neutralidad de los Estados Unidos. El 7 de mayo de 1915, se daría el “casus belli” para la entrada de los Estados Unidos en la guerra, el hundimiento del buque de lujo RMS Lusitania, donde viajaban 123 estadounidenses, y claro una ingente cantidad de armas. Del Lusitania habría mucho que decir pero regresemos a México.

Entre la tirante relación Alemania-Estados Unidos, finalmente guerra, México jugaría un papel preponderante. La cara visible de los norteamericanos era la neutralidad, en lo cual la gran mayoría de la opinión pública concordaba, aunque había una numerosa parte de la sociedad norteamericana abiertamente a favor de Alemania. Inclusive el reportero y agente secreto norteamericano Edwin Emerson, encomendado de monitorear al general Victoriano Huerta, en 1911 se le vincularía como un doble agente con intereses en Alemania, de 1914 a 1917 recibe dinero para hacer propaganda a favor de Alemania, años más tarde, 1933, la propaganda la haría a favor del partido Nazi.

Ahora bien, es verosímil que el capitán del USS Texas, permitiera que un fotógrafo alemán, en México, subiera a la mejor arma naval de los Estados Unidos, durante operaciones militares, a mediados o finales de 1914…

En la colección del Getty, también encontramos fotografías del USS New York atribuidas a Brehme, la nave insignia del Almirante Frank Fletcher, unidad que prestó sus servicios en Veracruz hasta julio de 1914; número Breheme 5558.

¿El Almirante Fletcher consentiría en tener a Brehme en su barco?

La foto del Getty, Breheme 5415. “Achter Geschützturme an Bord U.S.S. Wyoming vor Veracruz Mai 1914”. Es otro caso de la misma incógnita, y no puede ser anterior al 18 de mayo cuando arribó al puerto, ni posterior a octubre.

Hay otros buques militares retratados desde su exterior, opción probable para Brehme. U.S.S. Connecticut; Breheme 4791. “U. S. battleship ‘Connecticut’ vor Veracruz Mai 1914. Connecticut”, presente desde el 5 de mayo en Tampico, y participó en el desembarco de Veracruz, se retira de aguas mexicanas el 2 de julio, entonces debió ser fotografiado antes del 5 de mayo.

Getty, número Brehme 5187. Franzosisches ‘Dampschif’ ‘Condé', Panzerkreuzer, vor Veracruz, Mai 1914”, el crucero francés atracó en Veracruz el 13 de mayo.

Continuando con la revisión del libro paramos en la página 109, dos fotografías de los “infantes de marina”, la superior corresponde a Getty, 64. 5411. “Amerikanische Invasions-Truppen im Veracruz, Mai 1914”.

Ante la necesidad de remplazar a los marines (USMC) y marinos (Blue jacks), de las actividades en tierra para regresarlos a sus barcos, se forma un grupo de infantería a cargo del general Frederick Funston, las tropas transportadas por el Kilpatrick, Meade, Summer y McClellan, desembarcan en Veracruz el 30 de mayo. Poniendo atención a las fotografías vemos que los uniformes no son de Infantes de marina, sino del ejército…

Las imágenes acreditas a Hugo Brehme de la ocupación de Veracruz van de abril a junio.

Con la ocupación norteamericana del puerto, la comunicación con el interior del país se hace muy difícil, es posible llegar al puerto pero no directamente por ferrocarril, a ello habría de sumarse los controles establecidos por las tropas de ocupación para permitir el paso. Los americanos mantienen un servicio ferroviario entre Veracruz y Tembladeras, a unos 8 kilómetros del puerto, reparando las dos maquinas abandonadas el 21 de abril; el mayor Zayas Jefe de los trenes militares había retirado el resto del equipo rodante, salvando más de veinte maquinas y todos los carros que pudo enganchar, tras pasar la Estación de los Cocos, levantó un tramo de 50 metros de la vía para impedir el paso. Aunque no se da un enfrentamiento directo entre las tropas federales y las norteamericanas, hay tiroteos eventuales en el perímetro, y los vuelos de reconocimiento norteamericano son hostigados rutinariamente.

¿Ante las complicaciones del viaje, Hugo Brehme hace una larga estadía en Veracruz o va varias veces?

“Hugo Brehme y la Revolución”, página 106. Getty 98.r.5-102, número de catálogo Brehme 5587. El campamento "De los Cocos" probablemente se encontraba en la actual población de Valente Díaz, lo mismo que la estación de Tejerías, a unos 10 km. del puerto, por lo tanto personas y mercancías se necesitaban mover entre este punto y Tembladeras, a pie, en armón o con tracción animal.

Permanecer dos meses en el puerto se nos antoja demasiado tiempo para el trabajo realizado, cómo resultaría económicamente redituable para Brehme. No encontramos evidencia de un estudio itinerante montado por Brehme en el puerto.

La tradición dice: “fue a Veracruz como corresponsal de la agencia de Casasola a registrar los acontecimientos de la ocupación”, fue efectivamente por eso…

Adentrémonos en la vida personal de Brehme para saber más.

Remitámonos a la información aportada por Dennis Brehme, nieto del fotógrafo, en sus diferentes ensayos biográficos sobre su abuelo, y que amablemente nos proporcionó uno.

Su abuela se encontraba embarazada, cuando se toma la decisión por Hugo Brehme y su esposa de abandonar México y radicar en California, Estados Unidos.

Arno Hugo, el hijo, nace el 2 de diciembre de 1914; podemos especular que fue concebido entre marzo y abril, entonces al momento de la invasión de Veracruz o en una fecha muy próxima, Augusta le comunica la nueva a Hugo, esperamos un bebe. La familia Brehme tenía el antecedente de dos embarazos fallidos, sumándolo a la problemática de la guerra civil, Hugo debió sentirse presionado para tomar la decisión de partir.

Tomemos otro testimonio como referente: el 5 de febrero del 2007, Ana Silvia Hernández, publicó una pequeña nota en el Internet, en relación a su abuelo el Fotógrafo Jerónimo Hernández: “La referida foto “la Adelita” la tomó mi abuelo paterno Jerónimo Hernández Maldonado, quien a veces firmaba Gerónimo. Nació en “Ojo de agua de Hernández” cerca de Acatic, Jalisco. Huyó de su casa al no dejarlo estudiar su padre, y terminó como fotógrafo de la revolución, con la decena trágica desatada a la muerte de Madero, el periódico donde trabajaba incendiado, y a punto de casarse, al parecer prometió a mi abuela abandonar la vida de fotógrafo y asentarse. Nunca habló a sus hijos de su trabajo y donó todo su archivo fotográfico a su amigo Casasola.”

El mismo Agustín Víctor Casasola, tomará decisiones transcendentales en función de su seguridad personal. La muerte de su amigo y colega, Ignacio Herrerías en agosto de 1912, reportero de “El Imparcial”, mientras viajaba en ferrocarril con la intención de entrevistarse con Zapata, lo dejará marcado. Prefiriendo una actitud cautelosa ante el conflicto armado, dejando que otros arriesgaran la vida.

Ignacio Escobar, hermano del fotógrafo Aurelio Escobar C., también fotógrafo y empleado de H. J. Gutiérrez, se ve golpeado por la tragedia en 1914. El 29 de agosto aborda en Veracruz el S.S. Morro Castle con destino Nueva York, se manifiesta ser mexicano, de 33 años de edad, casado, de profesión fotógrafo, con dirección en segunda de Nuevo México 30. Ese mismo año había nacido su hijo y al poco tiempo su esposa Catalina muere, el niño queda a cargo de Heliodoro J. Gutiérrez y su esposa María Luisa Vélez quienes lo adoptan como hijo legitimo. Ignacio migra a los Estados Unidos permaneciendo 15 años en ese país dedicándose a la fotografía.

Una cámara fotográfica no convierte al individuo en un súper héroe, son seres humanos con sentimientos, temores y angustias como nosotros, interrelacionados con otros humanos, a veces, con amor y carriño. La imagen que nos presenta Dennis Brehme de su abuelo es de un hombre sensible y apacible, amante de su familia, y con una noción clara de lo correcto.

La salida de los Brehme era para siempre, ya habían obtenido visas de residencia, Hugo debió desmontar su estudio y empacar todo, cuando hizo eso…

Un día antes de iniciar su viaje hacia los Estados Unidos, la pareja Brehme va al teatro, Don Juan Tenorio es la elección, no tenemos una fecha específica de cuando ocurrió, pero Don Juan Tenorio es una pieza teatral estacional, todos los años se monta alrededor del día de muertos, en la actualidad se hacen temporadas largas, la puesta en escena tradicional es solo de unos cuantos días, a finales de octubre y principios de noviembre. Mientras se despiden de México sentados en unas butacas son robados en su casa, perdiendo algo que les impide migrar a California.

Tenemos dos historias que no empatan y deberían; por un lado Hugo Brehme entusiasmado por la posibilidad de ser padre, la necesidad de proteger a su familia; y por el otro lado ateniéndonos a los registros fotográficos atribuidos a él, en el mismo periodo es cuando más abandona a su familia, dejándola sola para viajar, cuando más interés toma en registrar la “revolución” y poniendo en riesgo su vida…

El 23 de abril de 1914, Estados Unidos cierra la embajada de la ciudad de México, y técnicamente se suspenden relaciones diplomáticas, Nelson O’Shaughnessy “encargado de negocios”, título que ostentaba el representante del gobierno norteamericano, junto a su personal se embarca hacía Veracruz en un tren especial proporcionado por el Gral. Huerta.

El único lugar donde Hugo Brehme podía solicitar su visa, documento de residencia y migración fue Veracruz.

Los ciclos de la vida no son cronométricamente exactos pero llevan su ritmo, la gestación humana en término medio se considera de 266 días, aunque puede ir de 259 a 294. Con frecuencia los niños son concebidos después de una fiesta, en algunas culturas los días más propicios para engendrar futuras generaciones son colmados por festividades por la misma razón. A Hugo Brehme no le gustaban mucho las fiestas, sin embargo asiste a una el 15 de marzo de 1914, como fotógrafo y seguramente como invitado también; la fiesta campestre amenizada por el célebre músico Julián Carrillo fue en Xochimilco, un lugar por el cual Brehme tenía especial afecto, el motivo: festejar al Kaiser, hubo una regata en el Deutscher Ruderrein Mexiko, en el barrio de la Asunción, comida, etc., etc.

Hugo Brehme, regata en el Club Alemán, Xochimilco 1914, catálogo Brehme 3551, cortesía de Carlos Villasana.

"15 de marzo de 1914. Fue una nota brillante la fiesta campestre efectuada en Xochimilco..."
“La Colonia Alemana, con el fin de festejar la exaltación al trono del emperador Guillermo de Alemania, con la celebración de regatas. Pasean en las trajineras enfloradas los alumnos de la Academia nacional de Bellas Artes, encabezados por su director Julián Carrillo…”
Apapálotl: historia compendiada de Xochimilco. Sergio Cordero Espinosa.


Sí Arno Brehme nace el 2 de diciembre de 1914, por media (266 días) fue concebido el 10 de marzo, o bien tras la fiesta del 15…(desviación típica en la gestación humana de 16 días)

En el recuento histórico mucha veces recurrimos a las especulaciones; que nos permiten establecer posibilidades ante la ausencia de fuentes claras. La conciencia del embarazo por parte de los Brehme, genera una cadena de eventos lógicos. Después de la concepción por lo menos debieron pasar 42 días para tener conocimiento del embarazo, del 14 al 20 de abril aproximadamente. Tras unos días de reflexión los Brehme deciden salir de México, y a mediados o principios de mayo Hugo se encamina al puerto para hacer los arreglos, Augusta no tenía una buena opinión del puerto, no dominaba el español, y entre las razones de seguridad, prefiere esperar en casa; Hugo en Veracruz no encontró una ventanilla para trámites expeditos y necesitó más o menos un mes para lograr su cometido, con la angustia de la separación, durante este tiempo debió realizar algunas fotografías, pensando que a su llegada a California le serían útiles, el cambio de residencia implicaría un cambio en su tendencia profesional. Durante los meses de julio a octubre, su actividad debió ir menguando hasta parar completamente.

Suponiendo la opción que Hugo Brehme deja la ciudad de México entre el 22 y el 27 de abril sin saber del embarazo, para generar la posibilidad de su permanecía de por lo menos de un día en Veracruz durante ese mes, después de su regreso en junio se entera del acontecimiento, y debe volver a Veracruz entre junio y octubre; de esta forma la posibilidades indicarían que Hugo Brehme paso el mes de agosto en Veracruz, y la mayor parte del embarazo transcurría para Augusta en la soledad...Otra opción sería Hugo viaja a Veracruz y ahí se entera del embarazo, aprovechando la oportunidad extendiendo su estadía para tramitar la visa, pero necesitaría aguardar que le mandaran documentación desde la ciudad de México, por ejemplo retratos de Augusta.

Para cualquier camino elegido, debemos contemplar el factor “visita a Veracruz para tramitar documentos”. A eso sumar otros detalles como la viabilidad para Hugo Brehme de abordar las naves de guerra norteamericanas, lo largo de la estadía de acuerdo a los registros fotográficos acreditados, y el amor entre Hugo y Augusta.

Regresemos al robo; la gran mayoría de los migrantes llegados a los Estados Unidos, lo hacían prácticamente sin nada, la maleta de cartón y la ilusión de una nueva vida. 12 millones desembarcaron en Nueva York, en la estación migratoria de la isla Ellis, para ellos sus bienes más preciado son: salud y sus documentos para poder internarse.

La opción para los Brehme era abandonar México por Veracruz y llegar a Nueva York, a pesar de la ocupación los vapores seguían prestando sus servicios. Sí el robo ocurrió el último día programado de estadía en la ciudad de México, todo estaba empacado…y lo único irremplazable para partir era la visa, los documentos de residencia… junto a ellos pudieron robar los boletos del vapor, el dinero, inclusive las cámaras fotográficas, cualquier otra cosa no tenía importancia. El simple robo de los documentos no es lógico, se acompañó de algo más.

Todo estaba listo para que se lo llevaran…

En este tipo de robos la servidumbre sabe lo que hay, en dónde, y cuando llevárselo.

En el libro "Viajeros extranjeros en el Estado de México" escrito por Margarita García Luna O, y José N. Iturriaga de la Fuente, se dice: "Con motivo de la revolución, en 1914 la familia Brehme decidió emigrar a Estados Unidos, pero en la víspera de su partida, mientras asistían al teatro, su casa fue prácticamente vaciada por ladrones".

Familia Brehme, 1920 ca.

Hugo Brehme, parte I. Coincidencias.


Publicado por Arturo Guevara Escobar

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2010, año de conmemoración del centenario del inicio de la revolución de 1910, y el bicentenario del comienzo de la gesta independentista de 1810; en cierta forma parecería que se ha convertido en el año de Hugo Brehme.

Si bien el fotógrafo al final de su vida obtuvo la ciudadanía mexicana, en 1910 era un recién llegado, en realidad su segunda estancia en el país, de 1905 a 1907 había entablado contacto con nuestras tierras.

Es verdad, México puede tener un mágico atractivo para atrapar a los extranjeros, pero en 1910 Brehme pensaba como alemán, actuaba como alemán, era alemán.

En las palabras del historiador de la fotografía, John Mraz:

“Hugo Brehme es el mejor fotógrafo de la Revolución Mexicana, además de su técnica impecable, estuvo ahí para capturar los más importantes momentos: los festejos del Centenario de la Independencia, los zapatistas en Morelos, la llegada de los convencionistas y los constitucionalistas a la Ciudad de México, la invasión del puerto de Veracruz, etcétera”.

31 de mayo del 2010. Notimex

Por otra parte la exclusiva publicación “20/10 Memoria de las revoluciones en México”, en su número de septiembre-noviembre del 2008, en la pluma de Alberto Torres Rodríguez, le dedica un artículo: “Hugo Brehme y la Decena Trágica”.

El 13 de marzo, en San Diego California es inaugurada la exposición fotográfica Colburn Collection; Fotografía de México Antiguo, por Hugo Brehme, también como parte de los festejos.

22 de mayo:¡Viva México! Exposición fotográfica curada por Carla Ellard, con motivo de las conmemoraciones mexicanas. Armada a partir de la colección Witliff, Texas State University; de mayo a julio de 2010. Entre las 100 fotografías pertenecientes a más de 40 fotógrafos se encuentran 10 de Hugo Brehme.

El 21 de junio el Diario de Xalapa, daba la noticia de la donación de 400 fotografías de Hugo Brehme al Archivo General del Estado de Veracruz, por parte del ex gobernador Agustín Acosta Lagunes; y planea una próxima exposición con motivo de los festejos de los centenarios patrios.


En el “Tercer Encuentro Regional de Fototecas, La Revolución y otras revoluciones”, realizado a fines del pasado mes de mayo en el ex Convento de Tepoztlán, se presentó el libro: “Hugo Brehme y la Revolución”; de la investigadora Mayra Mendoza.

Desde el pasado 24 de noviembre del 2009, se inició el recorrido de la exposición itinerante “Hugo Brehme y la Revolución mexicana”; actualmente en la ciudad de Monterrey y que para agosto se espera nuevamente en la ciudad de México, teniendo como sede el Museo Franz Mayer.

De esta exposición es interesante resaltar el comentario de Nelly Pineda, representante de la embajada de la República Federal Alemana, y coordinadora de eventos culturales en el marco del Bicentenario:

De hecho una de las fotografías que en un principio estaban contempladas para esta exposición no la pudimos colgar porque no tenemos la certeza que sea de Hugo Brehme. Tenemos el 99 por ciento de posibilidades de que sea de él, pero no lo podemos asegurar.”

Con un 99% de posibilidades…bien.

Eso habla de un interés por mantener una credibilidad en la imagen de Brehme, en el trabajo realizado por el alemán durante la Revolución Mexicana…

Junto al numeroso grupo de investigadores e historiadores, que de una manera u otra se han agrupado para dar argumento a la idea de; “Hugo Brehme fotógrafo de la Revolución Mexicana”, mi opinión confluye en sentido completamente contrario.

En un interesante intercambio epistolar, moderno vía Internet claro está, la especialista en Hugo Brehme, Susan Toomey Frost me recalcaba:

"Now I want to discuss the images that I have labeled "Revolution". (In my database, I have a column for keywords so that I can pull them up as a group.) I have relatively few Brehme cards that I am SURE are Brehmes! I think the Brehme Studio either didn't print that many postcards of the Revolution, or that I simply couldn't find them because they are already locked away in other collections.

I only had about 20 -- yes, only TWENTY -- Brehme cards related to the Revolution, and half of them were brand new reprints that were attributed to Brehme. I was very strict about what I accepted as legitimate images related to the Revolution that were published by the Brehme Studio. In other words, those ten cards have numbers and titles and a back stamp.

It seems to me that in recent years, many people want to attribute images of the Revolution to Hugo Brehme, but I am of the opinion that he took relatively few.

Here's my best argument: Do you find images of the Revolution in the books that he himself published? He didn't consider them picturesque! Remember that he came to Mexico trained in a German photography school in the then popular style of Pictorialism and that he advertised himself as an artistic photographer. He wasn't a documentary photographer. The Revolution was best left to documentary photographers."

Este es un punto de vista, al cual añadiremos otro, y lo llamaremos: “coincidencias”.

Previamente; el 19 de julio de 2009 publicamos: “Fotografiando a Zapata”, ahí mencionamos la existencia de una fotografía de Emiliano Zapata, firmada por Brehme, en la colección del Kunsthaus, Zürich; una copia de la misma fue mostrada en “México entre revolución romanticismo”, exposición montada entre el 10 de julio y el 28 de agosto de 2005 en el Marstall del Thüringer Museum Eisenach. Fotografía que en realidad es de la autoría de Heliodoro Juan Gutiérrez Escobar.

Fotografía firmada por Brehme. Publicada en "Canto a la realidad: fotografía latinoamericana, 1860-1993". Escrito por Erika Billeter

Heliodoro Juan Gutiérrez Escobar. Sinafo 65294, una copia exacta a la usada por Brehme es la 639745.

Para los defensores de Brehme sería suficiente contundencia el hecho de que aparecer su firma en el negativo. Sin embargo no solo existen otros negativos firmados por H. J. Gutiérrez, sino también llegó hasta nosotros el testimonio de dos testigos presencial de la sesión fotográfica, inclinandose irrefutablemente la balanza a favor de H. J. Gutiérrez.

En éste momento hacemos la pregunta, ¿es la única fotografía proveniente de la “H. J. Gutiérrez” usada por Hugo Brehme?, ¿Es un caso aislado?

Dice la sabiduría popular, “una golondrina no hace verano”… entonces busquemos las golondrinas.

Al recorrer las páginas de “Hugo Brehme y la Revolución mexicana” (catálogo de la exposición del mismo nombre), me tope con una serie de coincidencias…

En la página 103, fotografía superior; 104, superior e inferior; y 105, inferior; todas ellas con el pie de fotografía: “Efectos de los bombardeos, México, D.F. febrero de 1913”, o “Daños causados por efecto de artillería, México D.F., Febrero 1913”; por inicio se encuentran mal catalogadas, todas ellas son relativas al acontecimiento histórico conocido como: “La Tragedia de Tacubaya, o Catástrofe de Tacubaya”.

La tragedia de Tacubaya acaeció el 19 de agosto de 1913, mismo año de la Decena trágica, pero en fechas diferentes, de febrero a agosto hay seis meses de intermedio…

Como Susan Toomey Frost apunta, en la identificación certera de una imagen Brehme necesitamos 3 argumentos como mínimo:

1. La numeración dentro del catálogo generado por Brehme
2. Un rotulo, así sea sobre la imagen, al margen o en su reverso, en el negativo, o a lápiz; que en ocasiones al tratarse de fotografías impresas por Brehme podían incluir algún cometario y la fecha.
3. La marca del Estudio fotográfico, por medio de un sello de goma, impreso mecánicamente, o en material producido industrialmente, folletos, libros, revistas, etc.

La pregunta recaería sobre sí las imágenes originales usadas, incluyen alguna nota en su reverso, o la clasificación y pies de fotografía son resultado de la investigación del curador…

Mayra Mendoza amablemente vía telefónica, nos informó, que aproximadamente el 75% de las imágenes incluían notas, y la numeración generada por Brehme. Que en el texto entregado al editor, las imágenes con un título original aparecían sin paréntesis, y aquellas donde se les asigno uno, entre paréntesis; infortunadamente el editor consideró innecesario la molestia de colocar los paréntesis, por lo cual al imprimirse todos los pies de foto aparecen sin paréntesis...

Sí Hugo Brehme a lo largo de su carrera fotográfica demuestra una buena memoria, o un sistema de bitácora fiable; es posible un error de ese tipo…

El punto no termina ahí, la tragedia de Tacubaya, fue un incidente local del Distrito Federal, sin repercusión nacional, ni relación directa con los grandes acontecimientos revolucionarios, fue parte de la vida cotidiana del D.F., un desastroso accidente, sí.

Fue un acontecimiento al cual se le dio seguimiento en los diarios locales por muy poco tiempo, los días subsecuentes, y luego olvidado, como la mayor parte de los accidentes donde el Gobierno Mexicano tiene parte.

Entonces por qué Brehme se interesaría en algo así, es algo completamente fuera de su perfil, ni pintoresco, ni revolución, ni comunidad alemana, tampoco fue un hecho notorio para la mayoría de los fotógrafos capitalinos, exceptuando unos pocos entre ellos los de la “H. J. Gutiérrez”.

A la toma Nº3 de la serie de la “H. J. Gutiérrez”, sí le retiráramos su rotulo podría pasar por una imagen de Brehme…

En otras tomas de la misma serie vemos el hormigueo de paisanos, gendarmes y militares en las labores de rescate y remoción de escombros, pero en esta, es la desolación, un solitario militar permanece sentado dándonos la espalda , una piedra en vez de banco, contempla la destrucción, así como los enigmáticos personajes que se cuelan en las puestas en escena de Brehme, es la presencia humana en el paisaje, es una imagen bien compuesta, con líneas de visión dinámica alternándose en las diagonales, en un zigzag ascendente para perderse en la espesura del bosque…coincidencia.

Brehme.

H. J. Gutiérrez.

La agencia fotográfica “H. J. Gutiérrez, contaba con la presencia de dos fotógrafos dominantes, Heliodoro Juan Gutiérrez Escobar y Aurelio Escobar Castellanos, uno alumno del otro, que indudablemente ejercían una escuela dentro de los demás fotógrafos de la organización, y que de la misma forma que Brehme se consideraban “artistas”…

Es pertinente el cometario, pues ninguno de los dos citados fotógrafos, es el autor de la serie “Catástrofe de Tacubaya”, y alguien levantará la mano diciéndome, ¡claro son de Hugo Brehme!

Probablemente el autor es otro de los miembros del clan Escobar, Enrique Escobar Castellanos.

Demos la vuelta a otra página, 122, vemos dos imágenes con el pie de foto: “Regimiento de artillería federal, Xochimilco, D. F., agosto de 1914”. Nuevamente mal catalogadas, se trata de la estación de ferrocarril de Buenavista en la ciudad de México.

Brehme.
Mayra Mendoza amablemente nos confirmó que la nota original de la fotografía es: “August 1914”, “Xochimilco”, “Gegen Zapatistas”. "Gegen Zapatistas", se puede traducir como: "contarios, rivales de los zapatistas"


Aurelio Escobar Castellanos.

Coincidentemente Aurelio Escobar Castellanos, fotógrafo de la “H. J. Gutiérrez” también capto el mismo instante. En sus fotografías vemos al fondo un negocio con el letrero de “El Recreo de Buenavista”, y entre las ramas de unos árboles se distingue el esqueleto de la cúpula de la nueva cámara de Diputados, y claro, los curiosos carros blindados. Las sombras nos indican que son cronológicamente contemporaneas.

Página 103, la imagen inferior su pie dice; “La defensa de Xochimilco, México D. F.”; del mismo acontecimiento, defensa federal del pueblo de Xochimilco en agosto de 1914, es la imagen de la página 124, 125, 126, 129, y 131. Y saben, también Aurelio Escobar Castellanos, realizó fotografías del mismo suceso...

Brehme.

Aurelio Escobar Castellanos.
En la fotografía de Brehme se distinguen exactamente las mismas construcciones que en la de Escobar.


Durante el mes de agosto de 1914, Aurelio Escobar viajará constantemente entre la ciudad de México y el área de influencia zapatista en el estado de Morelos, visitando el cuartel general del Ejército Libertador del Sur, estando en contacto y fotografiando al general Emiliano Zapata reiteradas veces a lo largo del mes, ver “Entre los maizales”. Coincidentemente Brehme, también… aunque sigue siendo un misterio cómo entablo Brehme contacto con Zapata, mientras que para A. Escobar fue un acto rutinario.

Brehme y Aurelio Escobar también fotografían la entrada triunfal a la ciudad de México del ejército Constitucionalista el 20 de agosto de 1914 y la reunión de los ejércitos de la Convención en diciembre del mismo año…Pero Aurelio personalmente acompañará a don Emiliano al estudio de la H. J. Gutiérrez, en la calle de Nuevo México 30, el 6 de diciembre de 1914.

En la página 132, “Villistas en Guadalupe, diciembre de 1914”, nos preguntamos…sí la entrada de Villa en la ciudad de México fue el 3 de diciembre y entre el 10 y el 22 abandonaran todas la tropas villistas la ciudad, y para el 17 de ese mes Pancho Villa entra a la ciudad de Guadalajara, sin olvidar que el 3 de enero de 1915 arriba a Ciudad Juárez; entonces cuándo pudo Hugo Brehme fotografiar a los villistas en Guadalupe, Zacatecas, en el mes de diciembre...

Brehme.

Aurelio Escobar Castellanos/H. J. Gutiérrez.

Aurelio Escobar poco antes de iniciarse la convención de Aguascalientes en octubre de 1914, se encuentra con Francisco Villa en Guadalupe donde le realiza varios memorables retratos. Y posteriormente acompañará hasta el estado de Morelos, a la comisión encargada de convencer a los zapatistas de participar en la convención, regresando después a Aguascalientes.

Tomemos otra página, 89, imagen superior; “La guardia republicana, México D.F., ca. 1912”. Durante mayo de 1912 se realizaron dos eventos magnos en las estribaciones de La Ciudadela, el primero el día 2, con la inauguración del monumento a Morelos en el jardín del mismo nombre, frente a la Ciudadela, evento al cual corresponde la imagen, el siguiente acontecimiento fue el desfile militar del 5 de mayo, representado por la fotografías de la página 88, superior y 89 inferior. En la filmación hecha por Toscano de la conmemoración del centenario del sitio de Cuautla, a la vez que inauguración del monumento del prócer, aparece Aurelio Escobar con su cámara, aunque desconocemos el material producido por el fotógrafo…que suerte sí se conservan las de Hugo Brehme.

Página 90, fotografía inferior, “Maderistas en Avenida Independencia, México D. F., febrero de 1913. Aquí veremos una coincidencia de otro tipo, Aurelio Escobar también está presente, hay una fotografía fechada el 17 de febrero, “Nº 5 Federales en las calles de la ciudad”, del mismo momento retratado por Brehme, pero en sentido contrario, cada fotógrafo, frente a frente, en la toma de Escobar aparece un personaje, fotógrafo con una cámara Reflex, al momento de imprimir su placa; ¿es Hugo Brehme?

Brehme.

Aurelio Escobar Castellanos/H. J. Gutiérrez.

No, Samuel Tinoco también realiza tomas de la misma escena y usa cámara Reflex…que lástima que ninguno de los dos capto a Brehme.

De la misma página 90, fotografía superior, es la escena un poco posterior a la anterior, la podemos comparar con los registros de otros dos fotógrafos; Sabino Osuna, y Agustín V. Casasola… Sí Brehme trabajaba para Casasola por qué acudir los dos al mismo lugar al mismo tiempo…

De hecho en la misma calle están, A. Escobar, Tinoco, Osuna, Casasola, y Brehme, coincidencia…

Página 92, fotografía inferior, es una muy conocida escena de la artillería del general Ángeles, usada por diferentes productores de tarjetas postales infinidad de veces. El pie de foto da la fecha: 9 de febrero de 1913, pero la artillería de Ángeles se colocó hasta el día 11, ese día se encontraba en Cuernavaca, Morelos, de hecho el ejército federal no coloca artillería ese día en ningún lugar, exeptuando a las puertas de Palacio Nacional…

Página 96, fotografía superior, “Ametralladoras en la calle Ancha (hoy Luis Moya), D. F., febrero de 1913”. No me pregunten, pero si, A. Escobar registra la misma circunstancia con fecha del 18 de febrero, “Nº6 Artilleros en las calles de la ciudad”, durante la Decena trágica, Escobar trabaja con el sistema de series fotográfica agrupadas alrededor de 63 tomas, entonces si la toma está numerada como “6”, se realizaron otras 5 antes, en el mismo lugar; es muy temprano, los soldados apenas se empiezan a despertar e incorporarse, sobre todo ante la presencia del fotógrafo, de nuevo coincidencia entre Escobar y Brehme, entre las fotografías de ambos solo distan si a caso un par de minutos… Melhado llega al lugar unas dos horas más tarde, lo mismo que Toscano.

Brehme.

Aurelio Escobar Castellanos/H. J. Gutiérrez.


Del grupo de fotografías tomadas a forma de ejemplo (estadísticamente hablando es una parte sustancial de la exposición), vemos una coincidencia reiterada entre Hugo Brehme y los fotógrafos de la H. J. Gutiérrez. Una coincidencia reiterada en la mala clasificación de las fotografías atribuidas a Brehme. Las coincidencias espaciales pueden ser posibles, es verdad...

Lo demás lo dejamos para reflexionar.