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Hay un gran desconocimiento de los daños reales sufridos por la ciudad de México por los combates de la Decena Trágica, en febrero de 1913. A nadie le intereso llevar un recuento puntual, cada quien tuvo que ver por sí mismo; a no ser por algunas pocas quejas documentadas en el Archivo Histórico de la Secretaría de la defensa Nacional, no sabríamos nada a parte del testimonio fotográfico. Parte de las quejas son en busca de ayuda o dentro del proceso de reclamación de un seguro contra incendio.
El presbítero Delfino Ugalde escribió al general Manuel Mondragón una carta escueta, pero clara en la descripción de los daños ocurridos en el templo a su cargo:
Al Ministro de Guerra y Marina, General
Manuel Mondragón
El que subscribe, encargado del templo del Salto del Agua, fabricado según tradición por Hernán Cortés, después de la época de la conquista, y por esta razón edificio histórico; ante Ud respetuosamente expone: que el templo de mi cargo fue lastimosamente deteriorado por encontrarse en una de las principales zonas de fuego y también por haber sido blanco de los proyectiles que venían de la batería de Enrico Martínez. Muchos fueron los proyectiles que recibió la iglesia; pero los que principalmente la han deteriorado son; uno que destruyó la clave del arco que sostiene la bóveda de la primera nave, los que destruyeron la torre, uno que destruyo la bóveda que forma la parte anterior del cimborrio de la cúpula central; tres socavones hechos en la fachada, y la destrucción del pilar del norte de la fachada, base de la torre o campanario, que está cayéndose paulatinamente con peligro de los transeúntes, pues forma la esquina de las calles de Niño Perdido y San Miguel, estos desperfectos, principalmente el de el arco de que he hablado pueden convertir en ruinas al templo, porque dicho arco es el apoyo de la nave del coro y por consecuencia de una parte de la fachada.
Tengo que advertir que este templo no es parroquia, sino una capilla que en el último barrio de la ciudad se sostiene con las pequeñísimas limosnas de los pobres vecinos radicados en este rumbo.
Ud suplico por todo lo expuesto se digne impartir su protección para la reparación de los desperfectos descritos. Tengo la convicción de que su generosidad verá con benevolencia la suplica que le hace por medio de este escrito.
Protesto a Ud incondicionalmente mis respetos y particular estimación.
México 31 de marzo de 1913.
Supondríamos que la respuesta fue satisfactoria, a la fecha año 2009 el edificio continua en pie y en servicio, no sin continuos esfuerzos en su conservación, pues su ubicación física lo coloco en la actualidad en un punto de continuo estrés urbano; el cruce de dos de la avenidas más transitadas de la ciudad de México, el Eje Central y Arcos de Belem, a su vez se perforó junto a sus cimientos dos de las líneas subterráneas del Metro, la 1 y 8.
Durante el año 2008 se realizó la restauración estructural, entre otras cosas añadiéndole cintos metálicos a su torre para reforzarla e impedir el gran temor de Don Delfino Ugalde; su caída.
Por desgracia esta dedicación solo la encontramos en pocos casos, como Delfino Ugalde apunta en su carta se trataba de un monumento histórico actualmente protegido por la legislación mexicana. Hay una gran lista de edificios que sin embargo no cuentan con dicho resguardo; la sexta comisaría de policía en la esquina de Revillagigedo y Victoria también fue severamente dañada, y se restauró, al pasar de los años dejo de ser un edificio funcional y albergó el museo del cuerpo de Bomberos, tristemente lleva años cerrado en el más completo abandono.
El llamado Reloj Chino en la glorieta de Bucareli y Atenas, obsequio de Pu yi, último emperador de China, con motivo de las celebraciones del Centenario del inicio de la guerra de Independencia de México en 1910 fue completamente destrozado, bajo su sombra se emplazaron los dos primeros cañones dirigidos contra la Ciudadela. El 29 septiembre de 1921 a las doce horas el presidente municipal de la ciudad de México lo reinauguraría con motivo de otro aniversario, el centenario de la independencia de México, en realidad se trata de un nuevo reloj.
La Ciudadela actualmente es la Biblioteca de México José Vasconcelos. El 27 de noviembre de 1946 el presidente Manuel Ávila Camacho inaugura La Biblioteca, nombrando como director a José Vasconcelos, cargo que preside hasta 1959, año de su muerte. Durante 1987, este edificio es restaurado por orden de la Secretaría de Educación Pública, confiando el trabajo al arquitecto Abraham Zabludowsky y a la dirección de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Por desgracia el edifico ha sido continuamente atacado por el grafiti, y gran parte de su fachada se encuentra oculta por los puestos callejeros.
De los fabulosos edificios que engalanaban el Paseo de la Reforma, podemos contar a los sobrevivientes con los dedos de las manos, y no por los graves daños causados en ellos, que si bien algunos los recibieron; se pudieron haber reparado…
Fue el completo desprecio hacia el legado porfiriano, hacia una sociedad con errores, pero también con virtudes, que fortaleció indudablemente en muchos aspectos al México actual y que como modelo de productividad sigue siendo ejemplo; sobre todo el empuje que se le dio a la arquitectura civil en cantidad y calidad, durante los 35 años del régimen porfiriato se construyó más que en los 300 del mal llamado periodo colonial (no estamos considerando la arquitectura religiosa), y ni que hablar de los primeros 60 años de vida independiente y el periodo post-revolucionario.
Lo mismo podemos decir de la colonia Juárez en la ciudad de México, que al recorrerla por medio de los testimonios fotográficos, nos quedamos sorprendidos de la belleza de sus calles, lo fantasioso de sus construcciones, salidas de una desbordante imaginación.
No podemos evitar el pensamiento al ver esas imágenes por primera vez, sí eso fue real, de dónde quedo esa ciudad, sin duda de haberse conservado la herencia arquitectónica de la sociedad porfiriana en la ciudad de México, y no solo sus grandes monumentos; esas calles serían patrimonio de la humanidad.
En otras ciudades de México sin el pretexto concedido por la Decena Trágica se ha repetido el modelo, la destrucción sistemática del legado porfiriano, claro como en todo hay excepciones…
También se puede leer:
Shrapnel.
El horror. Cremación de cuerpos en la vía pública.
La Decena Trágica. Antecedentes. La "H. J,. Gutiérrez" previo a la decena.
La Decena Trágica. Los fotógrafos.
La Decena trágica. La cámara anónima.
La Decena Trágica. La competencia.
La Decena Trágica. Gutiérrez-Retes.
La Decena Trágica. Tarjetas conmemorativas I. Serie editada por la American Book & Printing Co.
Decena Trágica. Daguerre o Escobar.
Decena Trágica. H. J. Gutiérrez. Serie de 63 fotografías.
"H. J. Gutiérrez", la Decena Trágica. Análisis de la serie fotográfica de la "H. J. Gutiérrez".
LOS HECHOS:
Domingo 9
Santiago Tlaltelolco.
Lunes 10
Martes 11
Miércoles 12
Jueves 13
Viernes 14
Sábado 15
Domingo 16
Lunes 17
Martes 18
Miércoles 19
Jueves 20
Hay un gran desconocimiento de los daños reales sufridos por la ciudad de México por los combates de la Decena Trágica, en febrero de 1913. A nadie le intereso llevar un recuento puntual, cada quien tuvo que ver por sí mismo; a no ser por algunas pocas quejas documentadas en el Archivo Histórico de la Secretaría de la defensa Nacional, no sabríamos nada a parte del testimonio fotográfico. Parte de las quejas son en busca de ayuda o dentro del proceso de reclamación de un seguro contra incendio.
El presbítero Delfino Ugalde escribió al general Manuel Mondragón una carta escueta, pero clara en la descripción de los daños ocurridos en el templo a su cargo:
Al Ministro de Guerra y Marina, General
Manuel Mondragón
El que subscribe, encargado del templo del Salto del Agua, fabricado según tradición por Hernán Cortés, después de la época de la conquista, y por esta razón edificio histórico; ante Ud respetuosamente expone: que el templo de mi cargo fue lastimosamente deteriorado por encontrarse en una de las principales zonas de fuego y también por haber sido blanco de los proyectiles que venían de la batería de Enrico Martínez. Muchos fueron los proyectiles que recibió la iglesia; pero los que principalmente la han deteriorado son; uno que destruyó la clave del arco que sostiene la bóveda de la primera nave, los que destruyeron la torre, uno que destruyo la bóveda que forma la parte anterior del cimborrio de la cúpula central; tres socavones hechos en la fachada, y la destrucción del pilar del norte de la fachada, base de la torre o campanario, que está cayéndose paulatinamente con peligro de los transeúntes, pues forma la esquina de las calles de Niño Perdido y San Miguel, estos desperfectos, principalmente el de el arco de que he hablado pueden convertir en ruinas al templo, porque dicho arco es el apoyo de la nave del coro y por consecuencia de una parte de la fachada.
Tengo que advertir que este templo no es parroquia, sino una capilla que en el último barrio de la ciudad se sostiene con las pequeñísimas limosnas de los pobres vecinos radicados en este rumbo.
Ud suplico por todo lo expuesto se digne impartir su protección para la reparación de los desperfectos descritos. Tengo la convicción de que su generosidad verá con benevolencia la suplica que le hace por medio de este escrito.
Protesto a Ud incondicionalmente mis respetos y particular estimación.
México 31 de marzo de 1913.
Postal, vista de la fuente y templo del Salto del Agua después de los combates de febrero de 1913. Publicada por H. J. Gutiérrez, autor: Aurelio Escobar C.
Supondríamos que la respuesta fue satisfactoria, a la fecha año 2009 el edificio continua en pie y en servicio, no sin continuos esfuerzos en su conservación, pues su ubicación física lo coloco en la actualidad en un punto de continuo estrés urbano; el cruce de dos de la avenidas más transitadas de la ciudad de México, el Eje Central y Arcos de Belem, a su vez se perforó junto a sus cimientos dos de las líneas subterráneas del Metro, la 1 y 8.
Durante el año 2008 se realizó la restauración estructural, entre otras cosas añadiéndole cintos metálicos a su torre para reforzarla e impedir el gran temor de Don Delfino Ugalde; su caída.
Por desgracia esta dedicación solo la encontramos en pocos casos, como Delfino Ugalde apunta en su carta se trataba de un monumento histórico actualmente protegido por la legislación mexicana. Hay una gran lista de edificios que sin embargo no cuentan con dicho resguardo; la sexta comisaría de policía en la esquina de Revillagigedo y Victoria también fue severamente dañada, y se restauró, al pasar de los años dejo de ser un edificio funcional y albergó el museo del cuerpo de Bomberos, tristemente lleva años cerrado en el más completo abandono.
El llamado Reloj Chino en la glorieta de Bucareli y Atenas, obsequio de Pu yi, último emperador de China, con motivo de las celebraciones del Centenario del inicio de la guerra de Independencia de México en 1910 fue completamente destrozado, bajo su sombra se emplazaron los dos primeros cañones dirigidos contra la Ciudadela. El 29 septiembre de 1921 a las doce horas el presidente municipal de la ciudad de México lo reinauguraría con motivo de otro aniversario, el centenario de la independencia de México, en realidad se trata de un nuevo reloj.
La postal anterior con un montaje de la conocida imagen publicada por H. J. Gutiérrez, del Reloj Chino y sus alrededores destrudos por el bombardeo; autor: Aurelio Escobar C.
La Ciudadela actualmente es la Biblioteca de México José Vasconcelos. El 27 de noviembre de 1946 el presidente Manuel Ávila Camacho inaugura La Biblioteca, nombrando como director a José Vasconcelos, cargo que preside hasta 1959, año de su muerte. Durante 1987, este edificio es restaurado por orden de la Secretaría de Educación Pública, confiando el trabajo al arquitecto Abraham Zabludowsky y a la dirección de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Por desgracia el edifico ha sido continuamente atacado por el grafiti, y gran parte de su fachada se encuentra oculta por los puestos callejeros.
La Ciudadela y la calle de Balderas al ser retirado el escombro la mañana del 19 de febrero de 1913, previo al desfile triunfal de los Felicistas, en un montaje de una fotografía actual. Fotografía 5x7 publicada por H. J. Gutiérrez, autor: Aurelio Escobar C.
Fotografía actual de la Ciudadela vista desde el cruce de Balderas y Arcos de Belem, mejor diríamos vista de los puestos ambulantes sobre Balderas... hasta el jardín Morelos encontramos la misma escena. Autor: Arturo Guevara E.
De los fabulosos edificios que engalanaban el Paseo de la Reforma, podemos contar a los sobrevivientes con los dedos de las manos, y no por los graves daños causados en ellos, que si bien algunos los recibieron; se pudieron haber reparado…
Fue el completo desprecio hacia el legado porfiriano, hacia una sociedad con errores, pero también con virtudes, que fortaleció indudablemente en muchos aspectos al México actual y que como modelo de productividad sigue siendo ejemplo; sobre todo el empuje que se le dio a la arquitectura civil en cantidad y calidad, durante los 35 años del régimen porfiriato se construyó más que en los 300 del mal llamado periodo colonial (no estamos considerando la arquitectura religiosa), y ni que hablar de los primeros 60 años de vida independiente y el periodo post-revolucionario.
Lo mismo podemos decir de la colonia Juárez en la ciudad de México, que al recorrerla por medio de los testimonios fotográficos, nos quedamos sorprendidos de la belleza de sus calles, lo fantasioso de sus construcciones, salidas de una desbordante imaginación.
Postal de principios del siglo XX de autor desconocido, calles de Roma y Lisboa en la colonia Juárez, ciudad de México.
No podemos evitar el pensamiento al ver esas imágenes por primera vez, sí eso fue real, de dónde quedo esa ciudad, sin duda de haberse conservado la herencia arquitectónica de la sociedad porfiriana en la ciudad de México, y no solo sus grandes monumentos; esas calles serían patrimonio de la humanidad.
En otras ciudades de México sin el pretexto concedido por la Decena Trágica se ha repetido el modelo, la destrucción sistemática del legado porfiriano, claro como en todo hay excepciones…
También se puede leer:
Shrapnel.
El horror. Cremación de cuerpos en la vía pública.
La Decena Trágica. Antecedentes. La "H. J,. Gutiérrez" previo a la decena.
La Decena Trágica. Los fotógrafos.
La Decena trágica. La cámara anónima.
La Decena Trágica. La competencia.
La Decena Trágica. Gutiérrez-Retes.
La Decena Trágica. Tarjetas conmemorativas I. Serie editada por la American Book & Printing Co.
Decena Trágica. Daguerre o Escobar.
Decena Trágica. H. J. Gutiérrez. Serie de 63 fotografías.
"H. J. Gutiérrez", la Decena Trágica. Análisis de la serie fotográfica de la "H. J. Gutiérrez".
LOS HECHOS:
Domingo 9
Santiago Tlaltelolco.
Lunes 10
Martes 11
Miércoles 12
Jueves 13
Viernes 14
Sábado 15
Domingo 16
Lunes 17
Martes 18
Miércoles 19
Jueves 20
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