Zapata de nuevo... Moray, Mckay, o Miller.


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El 19 de noviembre del 2009 dio a conocer el INAH una nota informativa, en ella Mayra Mendoza Avilés, subdirectora de la Fototeca Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), nos da el anticipo de su artículo publicado en la revista Alquimia, número 36.

En la famosa fotografía de Emiliano Zapata donde aparece en atuendo de general, por un tiempo atribuida a Hugo Brehme, bajo un meticuloso análisis se pudo rescatar la siguiente inscripción sobre la imagen: “Zapata, Photo and Copyright by F.M…”. Mayra Mendoza apunta, “podría ser obra de algún fotógrafo estadounidense poco conocido, llamado F. Moray o F. McKay.” En la revista no se da mayor información, quedando lo esencial en la nota.

Cuál es la noticia: que seguimos sin saber quién tomó la imagen…

Más de una docena de diarios, nacionales e internacionales, y muchos sitios de internet hicieron eco de las declaraciones de Mayra Mendoza.

Ella argumenta 4 razones para negarle la paternidad a Hugo Brehme:

1. La caligrafía usada en la fotografía difiere de la usada por Brehme; la marca “F.M...” no tiene ninguna relación con él.
2. Brehme no acostumbra hacer anotaciones al interior de la imagen, y sus anotaciones al margen eran con letra mayúscula de molde.
3. Brehme no practicó la lengua inglesa.
4. No se ha localizado el negativo original firmado por Brehme, ni copias en algún archivo relacionado con el alemán.

Mayra Mendoza en las notas del artículo da el crédito de la limpieza digital y recuperación del rótulo a: José Antonio Rodríguez y Gerardo Montiel Klint; quienes dieron las opciones en la reconstrucción del apellido.

La nota 7, empieza: “Es inevitable asociar las iniciales F. M., con Félix Miret…”; para luego dar una pequeña explicación de porqué Miret no puede ser el autor. Lo primero que deberíamos tomar en consideración es que en los años previos a la Revolución, y durante el trascurso de ella existieron tres marcas comerciales en México que pueden ser relacionadas con esas iniciales. Félix Miret, quien nunca las usa comercialmente, Félix Martín, quien por razones de diseño usa un logo con las letras “MF”; y un tercer productor de postales con la marca “F. M.”, de la cual desconocemos su significado. No olvidemos, la firma inicia con una "F" y continúa con un apellido con "M", y no solo la marca "F.M.".

Pero como Mayra M. apunta, la fotografía no se registra en Propiedad Artística y Literaria, ni se publica bajo la firma comercial de nadie, ni siquiera Casasola lo hace, y a pesar de la fama actual no se difunde masivamente, dejando abierta la incógnita.

Ahora nos tendríamos que remitir a los autores de las opciones del “apellido”; sin mucha dificultad podemos comprobar que el nombre empieza con una “F”, para continuar después de un pequeño espacio por una “M”, y finalizar con cuatro letras minúsculas.

La primera de las minúsculas difícilmente podríamos decir que es una “o”, siendo las opciones: “i, e, c”, recordemos que la caligrafía es Palmer y en las tres el trazo implica el mismo movimiento, sobre todo al tratarse de la primera minúscula después de la capital con el trazo discontinuo, así podríamos seguir con el resto…

El 20 de noviembre del 2009 el diario Milenio en entrevista con Miguel Ángel Berumen asienta:

"Al respecto, Miguel Ángel Berumen comentó que efectivamente la imagen reproducida en libros, revistas y souvernirs no es de Brehme y afirmó que así lo ha comentado con Mayra Mendoza.

Respecto a los nombres que maneja la subdirectora de la Fototeca —“podría ser de algún fotógrafo estadunidense poco conocido llamado F. Moray o F. McKay”—, Berumen rechaza esa afirmación."

Bueno, el 23 de agosto de 1912 se registró en los Estados Unidos una fotografía, titulada: Zapata, y quien reclama la autoría es: Fred Miller, coincidencia…

Al platicar con Berumen sobre el tema, él desconocía el registro de Fred Miller.

Al momento no sabemos qué imagen registró Fred Miller, de la misma forma al destino de los registros de propiedad Artística y Literaria en México, en los Estados Unidos se separaron los registros de las imágenes, siendo complicado encontrar la fotografía correspondiente.

La descripción es tan ambigua, que solo podemos tener certeza del registro de una fotografía, pero sin saber sí se refiere a un personaje o un lugar. En el caso de tratarse de una persona, estamos hablando del mismo Zapata… El nombre y la fecha son intrigantes, los registros de fotografías de Emiliano Zapata tanto en México como en Estados Unidos son muy escasos.

Regresemos a la imagen sujeto de la investigación, Mayra afirma que se trata de una reprografía, entonces se firmo con tinta blanca el negativo o es la firma sobre una impresión…

Durante los años de la Revolución Mexicana acontecen dos fenómenos en cuanto a los derechos de autor, hay fotógrafos que no registran legalmente sus imágenes pero las marcan como sí en verdad estuvieran registradas, poniendo marcas como: “©”, o “Prop.”, etc. Hay individuos que registran legalmente imágenes sin ser los creadores.

Suponiendo que efectivamente la lectura de la firma es “F Miller”, y que el registro corresponde a la misma fotografía, eso no da garantía de la autoría. Pudiendo existir otros candidatos por razones diferentes y con buenos argumentos para ser el autor de la imagen. Como Berumen comenta, y punto de vista sobre el cual me inclino.

¿Quién era Fred Miller?

Fred Miller, da como dirección el pequeño poblado de Kingsville, Texas, no muy lejano a la frontera mexicana. Kingsville era una ranchería hasta 1904 cuando llegó el ferrocarril, y se le dio el estatuto de ciudad, y paso de ser un área dedicada primordialmente a la crianza de ganado, a vivir de diferentes actividades en torno al ferrocarril. El primer censo a que se ve sujeta la población es el de 1920, en él, de sus 4770 habitantes, solo aparece una familia de nombre Miller, el páter familia: Fred Miller, de profesión conductor de locomotoras.

¿Estaremos hablando de la misma persona?

Fred Miller, nació de padres alemanes, aunque él norteamericano de Illinois, no hemos podido localizar su acta de nacimiento, esto es relevante pues su nombre original pudo ser Frederick Miller, la versión alemana del nombre, y hay indicios de un ingeniero Frederick Miller trabajando en México entre 1909 y 1911; los conductores de las locomotoras eran ingenieros, en el mismo periodo en México casi la totalidad de ellos eran extranjeros.

Cabos sueltos, pues no podemos asegurar de forma tajante que uno y otro eran la misma persona.



Artículo relacionado:
Fotografiando a Zapata.
Aquí podemos encontrar otro caso de una fotografía de Emiliano Zapata, a veces firmada por Hugo Brehme, y que no realizó él.

Actualización, 27 de marzo del 2010.

LA FIRMA.

Esta es la mejor reproducción disponible por nosotros, para el estudio de la firma, la cual no hemos modificado en ningún sentido para mejorar la visión de la escritura. Con la premisa "Zapata, Photo and Copyright by..." podemos leer el texto sin dificultad. El primer inconveniente es la letra capital de "Zapata", en la forma original (1), carece de un trazo para ser una "Z" (2), aparentando una "F", y leemos "Fapata", el ejemplo (3) correspondería a una "Z" completamente trazada, que por demás difiere en su trazo a la "F" capital usada en "F. M..."


En segundo término veámos el trazo de la firma en sí y de la letra "y", que se repite dos veces en el texto de la misma forma. De las opciones planteadas para el nombre: "Moray, Mckay, Miller", Moray es el que tiene menos posibilidades de ser leído. Para leer Mckay hay ciertamente posibilidades, en lo cual es importante tomar en cuenta las otras dos "y".


En el apellido, la última letra tiene la particularidad de terminar con dos trazos (círculos rosas), algo incompatible con una "y", la línea que cruza sobre la letra del trazado del pavimento, contribuye a distorsionar su visión, y en el área marcada con el circulo claro se entre cruzan dos líneas. Es muy frecuente encontrar en las firmas de los fotógrafos, una línea a forma de subrayado, viendo el trazo de esta forma, sin dificultad leemos "F. Miller"...



Artículo relacionado:
En busca del fotógrafo de Zapata, parte I.


La opinión de Mayra Mendoza en video.


México: Fotografía y Revolución


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México: Fotografía y Revolución: es una de las novedades editoriales de finales del 2009, un proyecto coordinado por Miguel Ángel Berumen Campos, y la participación de especialistas como: Mauricio Tenorio Trillo, Marion Gutreau, Laura González y Claudia Canales. En su esfuerzo por documentar por primera vez el fenómeno fotográfico durante la revolución mexicana, en el se da a la luz un listado de nombres, “fotógrafos”. Como ellos mismos apuntan no hay un conocimiento certero de cuantos y quienes fueron; 305, es el número que lograron recopilar.

En el Anexo II del libro, aparecen de forma alfabética en dos apartados con el siguiente título:

Relación de fotógrafos que documentaron la revolución.

El equipo de Berumen debió aportar más nombres; de hecho en su libro aparecen algunos en otra forma. En la relación encontramos el nombre de Manuel Ramos (Manuel Ramos Sánchez); y en la página 8 una fotografía firmada como “Ramos y Cia. Fots”, sin que se agregue esta última firma en el listado. En el pie de la fotografía se asume la autoría de Manuel Ramos a pesar de encontrarse él en la imagen en una posición algo complicada como para ser autorretrato.


Aquí vemos dos circunstancias: a quién se le acredita formalmente la autoría, y quién reclama la misma.

¿La firma “Prop. M. Ramos”, indudablemente ligada a Manuel Ramos es diferente de “Ramos y Cia. Fots”?

La respuesta es…Si

“Prop. M. Ramos” une a la imagen y a su creador material: Manuel Ramos. “Ramos y Cia. Fots” Implica a Manuel Ramos, pero no da certeza de una autoría real por parte de él, expliquemos mejor el punto. “Prop. M. Ramos” es una firma personal, mientras “Ramos y Cia. Fots” es una firma comercial: “Ramos y Compañía Fotos”. Cada uno de estos nombres aduce circunstancias históricas diferentes y también la creación de “individuos” disímbolos. Por lo cual ameritan entradas diferentes en el listado. Lo mismo podemos decir de las firmas “Abitia” y “Abitia Hermanos”, “Scott” y “Scott Co.”, entre otros ejemplos.

La firma “Ramos y Cia. Fots” y la fotografía donde aparece, tiene otro valor.

¿La imagen representa a la “Compañía”?

De ser así tenemos dos datos: 1º la existencia de una empresa fotográfica; 2º los miembros que la conformaban.

Agustín Víctor Casasola por mucho tiempo se le ha ostentado como el fundador de la primera agencia fotográfica mexicana, “Agencia mexicana de Información Gráfica”, durante el 8° Encuentro Nacional de Fototecas, 2007, a la "La Agencia Casasola", se le recompone llamándola la “primera agencia fotográfica moderna del país”. Implícitamente se reconoce que puede no ser la primera…

Y nos tendrían que explicar que quieren decir con “moderna”, por lo menos tenemos dos casos previos a Casasola.

En 1909 “H. J. Gutiérrez Fot.” inicia su trabajo como agencia fotográfica, entre sus miembros se encuentran: Aurelio y Enrique Escobar Castellanos, Ignacio Escobar Hernández, Salvador Vallin y Emilio Pérez Figueroa, de estos solo de A. Escobar podemos reconocerle su trabajo puntual, y a los hermanos Escobar de forma grupal con la firma propia “Escobar Hnos.”; E. Pérez Figueroa en 1918 migra a los Estados Unidos donde ejerce la profesión fotográfica, de S. Vallin conocemos una postal.

En el caso “Ramos y Cia. Fots” podemos suponer que también es anterior a la iniciativa de Casasola; por lo siguiente: Ramos sería colaborador de la agencia de Casasola y en este caso es a la inversa. Por la edad aparente de los miembros en la fotografía publicada por Berumen, es probablemente previa a 1910. En gran parte los miembros de “Ramos y Cia. Fots” colaborarían posteriormente en la empresa de Casasola; son reconocidos fotorreporteros, de quienes se puede identificar su trabajo individual; Armando Morales, Antonio G. Garduño, Miguel Uribe, Abraham Lupercio, Ezequiel Álvarez Tostado, Gerónimo Hernández y Antonio Carrillo.

Otra de las deficiencias que encontramos en el anexo: “Relación de fotógrafos que documentaron la revolución.” Es su desglose y falta de conclusiones.

La lista se divide en dos partes, en una se puede contar con cierta información biográfica sobre los “creadores”, y en la otra el dato mínimo, “la firma o marca”.

Pero hay diferentes categorías involucradas sin tomarse en cuenta de forma metódica. A todos los presentes en la lista se les cataloga como: “fotógrafos que documentaron la revolución”.

Lo cual es una falacia, verdad a medias…

Una primera diferenciación sería: quienes crean imágenes y quienes las usan. Para darle forma al listado se basó principalmente en la evidencia física: fotografías; postales; e impresos, revistas, diarios, etc., y no en el análisis de cada uno de los individuos.

Se ponen a la par, por ejemplo: Miguel Casasola Velazco; Underwood & Underwood; o International News Service. Miguel es un reconocido fotorreportero de la capital mexicana, hermano de Agustín V. Casasola, los otros dos son firmas comerciales, el primero es mexicano radicado en el país y los segundos empresas norteamericanas ubicadas en los Estados Unidos.

Postal editada y registrada por Underwood & Underwood. Veracruz 1914.

Underwood & Underwood, fue inicialmente un productor y distribuidor de fotografías estereoscópicas, fundada en 1882, Kansas, por los hermanos Elmer y Bert Underwood, y eventualmente llegó a ser productor de tarjetas postales y a trabajar como agencia fotográfica; en 1920 la mayor parte de su catálogo se vendió a Keystone View Co.

En las postales editadas por Underwood & Underwood es difícil identificar al fotógrafo original, ya que se usa material creado por terceros y a veces estos mismos reutilizan materia de otros fotógrafos, y generalmente no se dan créditos. Entre 1916 y 1917, en la llamada Expedición Punitiva, Underwood & Underwood obtiene la exclusividad para acompañar y documentar las acciones militares en territorio mexicano, por parte del ejercito norteamericano, para lo cual se le autorizar un máximo de 10 fotógrafos en un momento dado, para cubrir el movimiento de las diferentes columnas. Las fotografías obtenidas de esta forma se ponían a disposición de agencias o interesados en comercializarlas, bajo el principio de un precio fijo para todos, después de pasar por la censura, pero respetando los derechos de Underwood & Underwood.

Postal, Mexican War Series, editada y registrada por International News Service.

International News Service, es una agencia fundada en 1909, por el magnate de los medios de comunicación, William Randolph Hearst, con base en Nueva York. INS recurrentemente registra los derechos de sus materiales en los Estados Unidos, pero astutamente lo hace como ilustraciones, nunca como fotografías. Y en muchos casos se puede rastrear el origen en fotógrafos y fotorreporteros mexicanos como Manuel Ramos. Por lo tanto una imagen registrada en los Estados Unidos por INS, también podría estar registrada en México por otro fotógrafo, o simplemente aparecer como postal anónima, o firmada por alguien más sin registro...

Esto nos lleva a otra división, quién registra legalmente material gráfico siendo su legítimo creador, quién lo hace para garantizar derechos materiales sin ser su creador, y quién simplemente no lo hace.

Postal editada y registrada por Kauth, 1914.

Eliot Kauth, nombre que no aparece en la lista de Berumen registró en los Estados Unidos, el 27 de mayo de 1914, una serie de 12 postales concernientes a la ocupación del puerto de Veracruz, en realidad son falsificaciones de postales creadas durante la Decena Trágica por fotógrafos de la ciudad de México. Al parecer Kauth no era fotógrafo, ni profesional ni aficionado, simplemente un marino que quiso aprovechar la oportunidad económica, lo podríamos llamar un especulador fotográfico.

Fotografía registrada por M. P. Thous, 1913.

Manuel Pérez Thous, tampoco miembro de la lista, registra el 18 de marzo de 1913 en la ciudad de México una fotografía, que representa “Los cadáveres incinerándose en Balbuena”, acontecimiento desarrollado en febrero de ese año, es la única imagen registrada y conocida de él durante el periodo revolucionario, y a pesar de ostentarse como dueño de un establecimiento llamado: “La Hispano Mexicana Casa Amplificadora de Retratos”, por lo cual podemos suponer era fotógrafo, nos preguntarnos porqué solo una imagen. Se trata de una fotografía muy distribuida y reproducida por otros autores, lo cual podría poner en tela de juicio la autoría de alguno de ellos...

Tenemos por otra parte al reconocido productor de tarjetas postales “Félix Miret”, a él sí se le incluye en la lista. Durante los años de 1911 a 1917, a pesar de su abundante producción, son contados sus registros en Propiedad Artística y Literaria, como un par de retratos en 1913; uno de Francisco I. Madero y otro de Porfirio Díaz. Una buena razón para ello, la tenemos en que usa material perteneciente a diferentes autores. Ejemplo: en la Revista Cosmos 1914, página 1424, “Sr. General D. Porfirio Díaz, Ex- presidente de la República mexicana.-Ultimo retrato del respetable estadista hecho en París. Y enviado por el mismo General a la casa Miret de México, a solicitud de esta casa.”…

Postal Miret, Veracruz 1914.

Félix Miret era un español que llegó a México a principios del siglo XX, o finales del XIX, y se le ha considerado “fotógrafo”. La “Casa Miret” se jactaba en su publicidad de ser "la primera y más antigua del País”. Jactancia a fin de cuentas, pues conocemos claramente que los impresores Ruhland & Ahlschier son los primeros en producir tarjetas postales en México, 1897. Aunque siendo un comercio especializado en postales probablemente podría ser el más antiguo, The Massey-Gilbert Blue Book of Mexico 1901, nos hace la referencia: “Nobleza, La (Felix Miret), fancy goods, Pte. S. Francisco 16”; el negocio conocido como la “Nobleza” es la dirección comercial que da Félix Miret para el registro de sus postales en la Propiedad Artística y Literaria, el año de 1908, con la salvedad de ubicarla en los bajos de Av. Juárez 4. En el año de 1903 Félix Miret también se anuncia bajo los rubros de: tabaquería, cambio de moneda y juguetería, siempre con el establecimiento de La Nobleza. Para 1909 encontramos dos establecimientos con el nombre de “Casa Miret”, especializadas en tarjetas postales, una en la calle de Plateros 4 y la otra en San Francisco 54. Finalmente en el transcurso del año de 1918 Félix Miret y su familia regresan definitivamente a España, en su documentación de migración se ostenta como “Comerciante”. En México adquiere experiencia como editor con la publicación, “El Monitor Financiero”, 1910-1911, y probablemente tenga relación con la editorial Miret, de Barcelona que aparece en 1919. Todo parece indicar que Félix Miret era empresario, y nunca fotógrafo.

Hay que reconocer que todos los nombres incluidos en la lista, merecen su lugar, por una u otra razón, que sí redujéramos la lista a los fotógrafos 100% comprobados nos daría una realidad parcial; siendo una mejor idea nombrar la relación de la siguiente manera:

Promotores que documentaron gráficamente la revolución Mexicana.

En ella incluiríamos: Creadores: fotógrafos: aficionados; profesionales, fotógrafos de Estudio, Retratistas, Fotorreporteros, Cine camarógrafos. Productores: editores de libros, revistas, diarios, y tarjetas postales. Distribuidores: Agencias. Coleccionistas. Y Especuladores.

Nos podemos dar cuenta que algunos personajes estarían en una categoría exclusiva, y otros podrían compartir dos o más, pero asignadas las categorías por relevancia.

Manuel Ramos al inicio de su carrera mantuvo un Estudio Fotográfico, para luego dedicarse al Fotoperiodismo, durante todo el periodo de la Revolución Mexicana trabaja de esta forma, ergo lo catalogaríamos como Fotorreportero.

Heliodo Juan Gutiérrez Escobar (H. J. Gutiérrez) antes de cualquiera de sus actividades comerciales, era un fotógrafo de Estudio, especializado en el retrato, durante la Revolución su aportación individual fue con retratos de Estudio, entre ellos uno muy conocido de Emiliano Zapata de 1914; entonces sería catalogado como Retratista. Sin embargo H. J. Gutiérrez tuvo una incidencia en otros campos al mismo tiempo, como fundador y responsable de “H. J. Gutiérrez Foto”, a pesar de no participar directamente como fotógrafo de campo, para eso contaba con una plantilla de empleados, aquí lo colocaríamos como Agencia y Productor, en específico de tarjetas postales.

Hugo Brehme, su nicho de mercado era la producción de tarjetas postales, donde el mismo aportaba el material fotográfico, y con el tiempo se apoyo en maquiladores para la impresión, de forma de llamarlo Producto individual de tarjetas postales.

Hablemos un poco más de los Productores de tarjetas postales.

La tarjeta postal se convirtió en el medio predilecto de distribución de imágenes durante la Revolución Mexicana, no con esto podemos decir que cualquiera imprimiendo una tarjeta postal, en automático lo consideramos un productor de tarjetas postales. Hay que ponderar el volumen de producción, y la intención comercial.

Antes del boom ocasionado por la disponibilidad de tarjetas sensibilizadas para imprimirse fotográficamente como postales, una tarjeta postal en su realización material era trabajo exclusivo de un impresor, bajo diferentes procesos mecánicos como la litografía, y en su concepción intelectual podía haber fotógrafos, grabadores, dibujantes, pintores, etc. Hubo empresa dedicadas desde su concepción exclusivamente a esto, y otras con infraestructura similar que aprovecharon el nicho de mercado; los editores.

Postal editada por M. Stein, collage de escenas villistas.

Max Stein Co., editor con oficinas en State street y Dearborn street, Chicago, empezó a operar en 1900 hasta 1920, de editar títulos de Julio Verne, Bocaccio, o Treasures of humor and thought; paso a imprimir cientos de miles de postales durante la Revolución Mexicana, en gran medida pirateando la fotografías de W. H. Horne, quien no protegía sus derechos de autor. La vocación inicial de Max Stein es la de editor, pero en el caso específico de “promotores que documentaron gráficamente la revolución Mexicana”, su actividad principal fue producir tarjetas postales, en su mayor parte de baja calidad.

Postal editada y registrada por International Film Service. Casas Grandes 1916.

Otra empresa de este tipo por su magnitud de producción fue, International Film Services (IFS); creada por William Randolph Hearst en 1915, con la intención de explotar la popularidad de las tiras cómicas, controladas por el emporio de Hearst, entre otras cosas dueño de 17 diarios y revistas, de International News Service, e International Picture Service. Al ampliarse al mercado de las tarjetas postales, podríamos suponer de donde provenían las imágenes; de sus Agencias fotográficas, y extrayendo tomas fijas de películas.

Una de sus subsidiaras era Hearst-Vitagraph News Pictorial, a través de ella a principios de 1916 de forma irregular, Tracy Mathewson su camarógrafo logra filmar 8 rollos y por lo menos hacer 30 negativos fotográficos de la entrada de las tropas norteamericanas en territorio mexicano, siguiendo la columna militar por algunos días. Este material sería confiscado por el War Department, y tras su censura y un convenio firmado entre Pathe Exchange Inc., Gaumont Co., Seling Tribune, International Film Service Inc., y Universal Film manufacturing Co., Universal Animated Weekly, se libero el material sobre la base del contrato establecido con Underwood & Underwood para la fotografías fijas.

Las arbitrariedades propiciadas por William Randolph Hearst, fueron muchas y reiteradas en relación al manejo de la información concerniente a la Revolución Mexicana; en ello había interés personal.

Hearst, fue amigo del Presidente Porfirio Díaz, a quien visitó en algunas ocasiones en México mientras vacacionaba; había heredado grandes propiedades en México, donde se incluía la hacienda de San José Babícora, Chihuahua, con una extensión de 361,390 hectáreas, amén a otras en Guadalajara y Yucatán. La propiedad del magnate Hearst abarcaba lo que hoy conocemos como el Municipio de Gómez Farías, Ignacio Zaragoza, Madera y Namiquipa. La propiedad estuvo bajo control Villista por dos años y finalmente se expropio, no sin redoblados esfuerzos de Hearst por recobrarla, se dice que se llevó miles de cabezas de ganado a los Estados Unidos, arrebatándoselas a los villistas por medio de un ejército personal, busco por todos los medios la intervención directa del ejército Norteamericano, tratando de inclinara la opinión pública y al gobierno de su país, hacia una guerra abierta entre México y los Estados Unidos. De ahí que la promoción gráfica de la revolución Mexicana, hecha por Hearst no atendía al interés informático, ni económico resultado de la venta de postales o imágenes a diarios y revistas, sino a su propia política, sin negar que obtuviera jugosas ganancias monetarias en el proceso.

William Randolph Hearst sin ser fotógrafo, tuvo la suficiente influencia para determinar de forma masiva, que, cuando y como se mostraba al público norteamericano su visión de la revolución mexicana, e inclusive en Europa.

Postal fotográfica editada por W.H. Horne, 1916.

La producción masiva de tarjetas postales fotográficas fue posible alrededor de 1908, con la invención de impresoras fotográficas mecanisadas; Ellis Graber’s Photographic Machine Works, Tunbridge Wells England, era uno de los fabricantes, quien hacía ostensión que en México Aurelio Loyo Ortega y la American Photo Supply Co. habían comprado sus equipos, así como ACME Photo Co. en los Estados Unidos, Kodak también los adquirió. Estas máquinas en 1910, podían imprimir, revelar y fijar 1500 postales por hora, incluyendo una impresión tipográfica en el reverso. Se sabe que Walter H. Horne gasto $1,500 dólares en la compra de una equipo, sin conocer de cual fabricante, y que llegó a imprimir 5 mil postales en un día. Por el tipo de impresiones dejadas por La Casa Miret, podemos suponer que ella también ocupo el sistema, durante 1910 inclusive llegó a manejar finas postales con los rótulos impresos en hueco gravado con las letras doradas.

Aquí mencionaríamos la mancuerna de la Casa editorial de Miguel Retes, de Mazatlán, Sinaloa, editora del El Correo de la Mañana, y El Regular; con el fotógrafo y empresario capitalino Heliodoro J. Gutiérrez, para producir tarjetas postales en 1910, 1911 y 1913.

Productores de menor monta en los Estados Unidos, eran: Mexican War Photo Postcard Co., Kavanaughh’s War Postals, Am B & P Co. photo, America's Feature Film Co., Mutual Film Corporation, Photoprint, Keystone View, H.H. Stratton, Underwood & Underwood.

Productores a nivel personal: Robert Ruyon, Schockey, Walter H. Horne, Kauth, Jorchke photo, etc.

En México es muy difícil establecer un comparativo en cuanto a los niveles de producción con su contraparte norteamericana, no existen datos, un gran productor mexicano como Miret probablemente sería mediano en los Estados Unidos, o inclusive podría ser superado por individuos como W. H. Horne. En algo donde no puede ser superado con facilidad es en su calidad.

Casa Miret, H. J. Gutiérrez Foto, F. K., son de los “grandes” productores por volumen en México. De los productores de tarjetas postales a nivel personal podemos mencionar a Sabino Osuna, Hugo Brehme, y los Hermanos Escobar, Arriaga Hos., F. I. Ferrando, Garduño, Hopkins, M. M. Alba, etc.

Es curioso que de los abundantes fabricantes de tarjetas establecidos en México antes de la revolución muy pocos continuaran trabajando con la nueva temática, sobre todo con la crisis del papel de 1915.

Después tendríamos una larga lista de fotógrafos y fotorreporteros, que usan las tarjetas postales como medio de supervivencia ante las difíciles condiciones económicas en México, o como una actividad de oportunidad en los Estados Unidos, sin ser su medio nato.





H. J. Gutiérrez, Propiedad Artística y Literaria, mayo 11, 1911


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Actualizado enero del 2012.
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Heliodoro Juan Gutiérrez Escobar, es de los pocos fotógrafos mexicanos con inclinación por registrar oficialmente sus trabajos. Había iniciado esta actividad de manera muy esporádica en 1907. Durante los primeros años de la Revolución Mexicana, será notorio el gran número de imágenes registradas a su nombre, el primero de dichos registros se hace el 11 de mayo de 1911, con 16 fotografías.

De primera instancia se podría pensar que se trata de material relativo a la revolución Maderista. A pesar que desde abril de ese año el fotógrafo Aurelio Escobar Castellanos ya está suministrandole imágenes del conflicto a la agencia fotográfica “H. J. Gutiérrez Foto”, los registros del 11 de mayo, son fotografías realizadas el año de 1910.


Las 16 imágenes son concernientes a tres acontecimientos previos al alzamiento del 20 de noviembre de 1910:

1º. La convención de los partidos Nacionalista Democrático y del Nacional Antirreleccionista, iniciada el 15 de abril de 1910, en el parque y teatro Tívoli del Elíseo, ciudad de México. Arrendado para ello durante tres días. Como Francisco I. Madero estaba sujeto a una orden de aprehensión y se mantenía oculto, no se presentó al inicio de la convención.

2º. Una vez votadas las propuestas para las candidaturas; ganadas por Francisco I. Madero para la presidencia y del doctor Vázquez Gómez en la vicepresidencia, ambos personajes se presentaron públicamente el día 17 de abril de 1910.

3º. Madero aparece en público gracias al apoyo popular, y la presión que se ejerció durante las manifestaciones los días 17 y 18 de abril, en la ciudad de México, por lo cual el Gobierno consideró imprudente ejecutar la orden de aprehensión en contra de él. La primera manifestación por las imágenes, se realizó a lo largo de Av. Juárez, San Francisco y desembocó en el Zócalo. La segunda fue en el exterior e inmediaciones de la vivienda de los Madero en las calles de Liverpool y Berlín.

Tomando en cuenta estos tres hechos, podemos apreciar que el orden dado a las fotografías en su registro no es cronológico. La numeración en las fotografías publicadas en formato 8x10, o en postales, en todos los casos coincide con el registro en Propiedad Artística y Literaria, aunque los rótulos en algunos casos cambian.

Nº2. Francisco I. Madero dirigiéndose al pueblo.
Portada del libro: La Revolución en la Ciudad de México 1900-1920.

La primera, con el rótulo: “Francisco I. Madero y Dr. Vázquez Gómez.”, con toda probabilidad se realizo el día 17, lo mismo la “Nº3”: “Aceptación de candidaturas”. Mientras la “Nº2”: “Francisco I. Madero dirigiéndose al pueblo”, corresponde a la manifestación del día 18. La “Nº4”: “Convención Nacional Democrática” podría ser al inicio de las sesiones el día 15. De la misma convención son las registradas con los números: 6, 7, y 8. Mientras las 5, 10, 14 son del día 17.

Es interesante notar como esta serie se registra al día siguiente de la toma de Ciudad Juárez, punto de quiebre para la revolución maderista, en su camino para convertise en gobierno. Y como ha señalado John Mraz, resulta un claro ejemplo del compromiso político de la "H. J. Gutiérrez" con el maderismo y el oportunismo económico con que actuaba. La victoria maderista se anticipa recalcando el carácter político de su movimiento, y no los medios militares, aunque posteriormente así se hace.

Para consultar la serie fotográfica 

Se busca... H. J. Gutiérrez, segunda parte.


Publicado por Arturo Guevara Escobar

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Hace casi seis meses en este mismo Blog publique una entrada titulada: “Se busca…H. J. Gutiérrez”. En ella hacía la invitación para la participación de ustedes estimados lectores, para compartirnos sus imágenes de H. J. Gutiérrez. He recibido algunas respuestas las cuales agradezco, y en esta ocasión, aparte de reiterarles la convocatoria, doy a conocer sus aportaciones.

Daniel Escorza, investigador del INAH, mandó una fotografía del estudio de H. J. Gutiérrez, que se encontró en una publicación llamada Álbum Histórico Mexicano, editado por Alejandro Sodi y Salvador L. Betancourt, en 1923. En la misma aparece retratado don Heliodoro Juan Gutiérrez Escobar, como pie de imagen se lee: “Con medalla de Oro en la Exposición de Milán”, dato testimonial de la obtención de la presea.


Jaime Moran, mandó dos fotografías, la primera de la boda de sus abuelos: Raymundo Morán Fidalgo y Sara Hurtado, en el estudio H. J. Gutiérrez de Madero 34, sin conocer la fecha exacta la ubica cerca de 1920. La segunda es la imagen de un niño o niña, en su presentación de los tres años, o su bautizo… También del estudio de Madero.



Carlos Villasana, amablemente me obsequió la fotografía de una niña en su primera comunión.


Por último el investigador e historiador Samuel Villela compartió tres fotografías de su colección particular, de las cuales presentamos dos, ya que coincidentemente la tercera es una copia de la obsequiad por Villasana; que pequeño es el mundo...



Los grandes esfuerzos están compuestos de la suma de diminutos pasos, he aquí la prueba de ello. Esperamos poco a poco ir sumado más, para reconocer el valor de este fotógrafo cuyo archivo está irremediablemente perdido.

Seguimos recibiendo sus colaboraciones de fotografías firmadas por: H.J. Gutiérrez, estudio Marst, o fotografía París.



De la Ciudadela al malecón.


Publicado por Arturo Guevara Escobar

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Nos referimos a la Ciudadela, ciudad de México, y aquí no hay malecón…

La Decena Trágica en 1913 no trajo ni la paz a México, ni el reconocimiento del gobierno de facto por parte de su padre putativo; los Estados Unidos de Norteamérica.

La relación del Presidente Victoriano Huerta nunca fue buena con su homólogo norteamericano Wilson Woodrow, por el contrario se convirtió en un asunto de índole personal para Woodrow, terminar con Huerta.

Los obscuros métodos con los que actúa muchas veces la diplomacia Norteamericana, se resume en ocasiones en buscar un pretexto para la intervención armada. En la ecuación Woodrow/Huerta, fue una de ellas.

Provocando al gobierno mexicano con el embargo de armas, y con la vista en uno y otro litoral de las flotas yanquis, se esperaba el momento oportuno.

Mientras todos pensaban que la acción se desarrollaría en Tampico; Wilson ordeno la captura de la aduna de Veracruz al enterarse de la próxima llegada del barco alemán Ypiranga, cargado de municiones y ametralladoras para el gobierno de Huerta, al tratarse de un embarque triangulado desde los Estados Unidos, más que justificada la decisión.

Con tan solo unas horas de antelación, se le dieron instrucciones al almirante F. F. Fletcher para planear y realizar el asalto. La fuerza naval llego a las costas de Veracruz a las 11:20 am del 21 de abril de 1914. La fuerza de desembarco consistía en 787 hombres, 502 marines y el resto de bluejackets, bajo el mando del capitán del Florida, William R Rush.

Solo el cañonero Prairie se había internado en la bahía pues el calado de los otros dos buques, Utah y Florida se los impedía. Al general Gustavo Mass, entonces comandante de la plaza, se le notifico por medio del cónsul norteamericano William W. Canada, de la pretendida ocupación, claro sin menoscabo de la integridad nacional…

Porsupuesto en simultaneo a la conversación, se llevaba a cabo el desembarco, por lo cual el general Mass apenas tuvo tiempo de mandar algunas pequeñas unidades al puerto mientras el resto de sus mil hombres los colocaba en posiciones al interior de la ciudad. Los mariners controlaron sin dificultad el muelle y las instalaciones adyacentes, sin logra capturar a los tres trenes en espera del cargamento de armas, que se retiraron al percatarse del desembarco.

A las 11:57 se encaminaban los invasores hacia la aduana, donde un pequeño grupo de 100 soldados y civiles los encaran. Una vez iniciado el combate, era necesario el control de toda la ciudad, defendida por algunos tiradores, un grupo de cadetes de la escuela naval; pues al resto de las tropas se les había ordenado retirarse hacia posiciones a unos kilómetros de distancia, ocasionando una débil defensa del puerto.
Cerca del atardecer y durante la noche llegan desde Tampico, los buques san Francisco y Chester, temprano por la maña se les une el transporte de tropas Hancock con 1,000 mariners, incrementando el número de tropas americanas para el día 22 a 3,000.

A las 11:00 am del 22 todo había terminado, con el cateo casa por casa para localizar y neutralizar a los tiradores, y el bombardeo de la Escuela Naval, dejaba la muerte de 200 mexicanos, y 19 agresores; aunque algunos tiradores aislados todavía actuaron por algunos días.

Los acontecimientos del desembarco en Veracruz, fueron rápidos, y en cierta forma imprevistos, para los fotógrafos una corta oportunidad.



Coincidentemente el General Maas participó de los combates de la Decena Trágica y era el encargado de la defensa de Veracruz en abril de 1914.

La postal anterior publicada por E. Kauth, “Nº2 Gen. Maas before retreating, 1914”, es clasificada como perteneciente a los acontecimientos de la invasión norteamericana de Veracruz en 1914.

¿Es esto verdad?

La firma en una fotografía se podría pensar es un testimonio irrefutable de la autoría, pero en cuanto al periodo histórico de la Revolución Mexicana, sabemos que no es así. La suplantación, reutilización y robo de imágenes fue normal, y muchas veces necesitamos de datos que ratifiquen la trayectoria laboral de un fotógrafo para despejar dudas.

La postal que mostramos la hemos encontrado en otras versiones sin firma…

El rótulo, “General Maas antes de retirarse”, y la fecha, 1914; nos suena coherente a los acontecimientos de Veracruz, pero… la imagen es de la rinconada de San Diego en la ciudad de México, un año antes, 1913.

Una golondrina no hace verano… o sí.






Del mismo E. Kauth presentamos otras tres postales (4, 5, 6), de una serie de12 imágenes "referentes a Veracruz", de ellas conocemos 9. "At the water front" y "Roof of the Hotel Diligencias" son algunos de sus rótulos. Toda la serie contiene imágenes extraídas de la Decena Trágica; fotografías originales de Sabino Osuna, de A. Escobar, de TM, etc. En algunas simplemente se coloca un rótulo alusivo, en otras se llega a un retoque bastante "naive". Podemos inferir que E. Kauth no estuvo en Veracruz el día de la invación Nortemericána... Por desgracia sabemos poco de Elliott Kauth; oriundo de N.Y., probablemente oficial de la U.S.N., el 27 de mayo de 1914 encontramos en el "Catalog of copright entries:...", el registro de sus 12 fotografías: J 192852-192864.

Hay otro caso, el del fotógrafo oficial del U.S.S. Chester, Ernest J. Trinkle. En la colección de la Universida de Yale, Beinecke Rare Book And Manuscript Library, se conserva un grupo de postales atribuidas a él. La mayoría con un sello a su reverso indicando la propiedad de Trinkle, la única con firma sobre el negativo corresponde al fotógrafo norteamericano avecindado en Veracruz, Walter P. Hadsell, y hay algunas provenientes de la Decena Trágica de la autoría de Manuel Ramos y A. Escobar. El Chester llegó la noche del 21 de abril a Veracruz, desembarcando sus tropas a las 3 a.m. del 22.

Por los cometarios escritos por Trinkle, nos damos cuenta de su convencimiento en cuanto a la veracidad de las imágenes, para él son de Veracruz. ¿Llegó solo al equívoco o quien se las hizo llegar lo engaño? Eso no lo sabremos...

El U.S.S. Chester fungió como barco correo entre otras cosas hasta el 19 de junio de 1914.

En la entrada “Miércoles 19”, relativa a la Decena Trágica, colocamos un par de postales marcadas por Trinkle.

No sabemos sí este fenómeno de transferencia de imágenes fue más generalizado, de lo cual sí hay constancia clara, es de como durante la Decena Trágica, en número mucho mayor los fotógrafos intervienen, con más tiempo de acción y producción más abundante; en relación a Veracruz.




Yale Collection of Western Americana, Beinecke Rare Book and Manuscript Library, también de aquí proviene esta postal; en origen la fotografía corresponde a la calle de Balderas en la ciudad de México, durante la Decena Trágica, junto a algunas otras se les clasifica con lugar de origen "Veracruz", sin poder definir porqué se hace esto. En su reverso se encuentran las iníciales "VC".

También se puede leer:

Shrapnel.
El horror. Cremación de cuerpos en la vía pública.
La Decena Trágica. Antecedentes. La "H. J,. Gutiérrez" previo a la decena.
La Decena Trágica. Los fotógrafos.
La Decena trágica. La cámara anónima.
La Decena Trágica. La competencia.
La Decena Trágica. Gutiérrez-Retes.
La Decena Trágica. Tarjetas conmemorativas I. Serie editada por la American Book & Printing Co.
Decena Trágica. Daguerre o Escobar.
Decena Trágica. H. J. Gutiérrez. Serie de 63 fotografías.
"H. J. Gutiérrez", la Decena Trágica. Análisis de la serie fotográfica de la "H. J. Gutiérrez".

LOS HECHOS:

Domingo 9
Santiago Tlaltelolco.
Lunes 10
Martes 11
Miércoles 12
Jueves 13
Viernes 14
Sábado 15
Domingo 16
Lunes 17
Martes 18
Miércoles 19
Jueves 20

Martes 11.


Publicado por Arturo Guevara Escobar en

Sin comentarios

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El ataque se inició a las 10 y 12 del martes 11.

Plano de operaciones para el día 11 de febrero de 1913. Versión en alta resolución 4051.56 KB.
Closeup parte central.

La columna del Gral. Maas, encargada de operar por la parte Norte, comenzó por emplazar un mortero y un cañón en la Rinconada de San Diego, con el fin de enfilar sus fuegos por la calle de Balderas y proteger en el momento oportuno el avance de los infantes; mientras el Coronel Francisco J. Vasconcelos, con fuerzas pertenecientes al 38 batallón, trataba de tomar posiciones en la citada calle.

Esta pequeña columna llevaba una pieza de artillería y una ametralladora, y al aparecer en la bocacalle fue obligada a retroceder por el fuego de cañón y fusilería de los destacamentos apostados en los edificios inmediatos a la Ciudadela. El Teniente que conducía la ametralladora y veinte soldados pagaron con la vida la tentativa y el resto de la columna, se replegó hacia la calle de Nuevo México, teniendo el Teniente Coronel Vasconcelos y uno de los sargentos que retirar personalmente la pieza para, evitar que los felicistas la desmontaran.

Repuestos de este fracaso parcial, los soldados entablaron con los sublevados un tiroteo que se prolongó hasta el anochecer, en que desalojaron el lugar para incorporarse al resto de las tropas, dejando que sus adversarios extendieran su campo de defensa hasta el crucero de las calles de Balderas y Nuevo México.

El 38/o. Batallón, proveniente de Chalco, avanza por la calle Ancha, reforzado por una sección del 20/o. batallón, esta última en el cruce con la calle de Victoria, huye abandonando su cañón, posteriormente es recuperado y arrastrado de regreso al Jardín Santos Degollado, en la calle de Independencia. (1)
El día 11 del corriente a las 10 a.m. y procedente de Celaya del estado de Guanajuato, por el Ferrocarril Central llegué a esta Plaza con un Oficial y 100 individuos de tropa del 42/o. Batallón. Desde luego me puse a las órdenes Señor General José Delgado, quien dispuso obrar según las órdenes del señor General Agustín Sanginés. El General Sanginés me ordenó que me aproximara cuanto fuera posible a los puestos del enemigo, y me dirigí por las calles de Revillagigedo, a la 4ª de Nuevo México y en la esquina que hace esta con la de Balderas, permanecí estableciendo el servicio de seguridad que debía observar al enemigo que se encontraba a la vista a una cuadra de distancia ocupando el edificio de la “Asociación Cristiana de Jóvenes” y de donde nos dominaban completamente. Además por estar la calle de Balderas cruzada por proyectiles de cañón de grueso calibre y ametralladoras, no pude avanzar más adelante. Luis G. Palacios 42/o Batallón.


Imagen extraída de "Memorias de un Mexicano" de S. Toscano, rinconada de San Diego mirando hacia la Alameda, mientras se acciona un cañón Mondragón sobre Balderas.


Imagen de autor anónimo. Se trata de la posición de la rinconada de San Diego, con un cañón Shmeider-Canet. En la postal de abajo de autor desconocido, encontramos la misma posición con el cañón retraído hacia el callejón, para quitarlo de la vista de los felicistas.

Un cañón Mondragón fue desmontado cerca de las 12 de la mañana, y al poco tiempo remplazado por el Canet del Capitán 1º de Artillería Enrique Huerta, con dos carros de municiones.



La pieza emplazada en la Rinconada do San Diego rompió sus fuegos como a las 11 y estuvo funcionando con breves intermitencias casi todo el día, sostenida por soldados del 1er. Regimiento, rurales del 15 y algunos infantes tomados de diferentes cuerpos.

Cerca de las 12 llegaron del interior en un tren del Ferrocarril Central 200 hombres de los batallones irregulares 42 y 49, y entraron en orden abierto por las calles de Mina y Zarco a reforzar las filas del gobierno.

Más o menos a la misma hora llegó el 7º batallón al mando del Col. Juan G. Castillo y paso inmediatamente a la línea de fuego. El 7º entró también por las calles de Mina y Zarco, y traía como vanguardia veinte hombres del 1er. Regimiento de Caballería y un pelotón de rurales en su extrema retaguardia. Las personas que presenciaron el desfile nos informan que se compondría como de quinientas plazas y que traía cuatro fusiles Rexer. Los soldados marchaban cabizbajos y con la bandera del Batallón enfundada.

Fusil automático Rexer, arma de origen inglés.


El Coronel Castillo murió momentos después en la calle de Balderas, lo mismo que muchos oficiales y soldados que trataron de avanzar con vigoroso empuje hacia la Ciudadela, y el Teniente Coronel Alatriste tomó el mando del Batallón.
En el mismo lugar fue alcanzada por una metralla una pieza que las fuerzas del gobierno habían conseguido emplazar después, y herido gravemente el Teniente Moreno que dirigía el fuego.

Se cuenta que este valiente militar no abandonó el puesto hasta que dio instrucciones a su sustituto el Capitán Enrique Huerta para continuar el mando de las piezas que quedaban, y que para este rasgo de fortaleza se le ascendió sobre el mismo campo a Capitán 2º.

El Coronel Francisco Romero, Presidente de la Cámara de Diputados se presentó espontáneamente al Gral. Maas, y estuvo dirigiendo los disparos de las baterías situadas en el lado poniente de la Alameda.

Los felicistas perdieron al Oficial Ponce de León que dirigía la batería situada en la bocacalle de Balderas. Una certera granada le desmontó uno de sus cañones y mató al valiente artillero.

Postal de autor anónimo, colección de la UACJ, se lee: Arcos de Belem/1913. Es una vista de poniente a oriente de la calle de Arcos de Belem, el edificio a la derecha con una cúpula es la capilla de San Pedro Pascual de Belem, un poco atrás, la arbolada corresponde al Parque de Ingenieros.

La columna del Gral. Cauz avanzó hasta la pequeña iglesia de Belem, contigua al Parque de Ingenieros, e instaló allí dos morteros cuyos fuegos fueron al poco tiempo acallados por las balas de la Ciudadela que llovían como granizo sobre la posición.

Varios oficiales llevaron violentamente dos cañones a la esquina del Campo Florido y estuvieron disparando mucho tiempo sobre los sublevados. En esa esquina quedo muerto al pie de las piezas uno de los oficiales que dirigían el tiro.

Fotografía anónima, iglesia de Campo Florido, actualmente en la calle de Doctor Lavista, la imagen muestra la fachada oriente. El ataque lo inició la batería mixta al mando del Coronel Rubio Navarrete, servida por 18 cadetes de Colegio Militar, entre ellos López Portillo, apoyados por el Batallón Irregular al mando del Capitán Ernesto Robert y los Carabineros de Coahuila. El primer movimiento se llevó a cabo desde el emplazamiento de la batería en la prolongación de la calle de Bolívar, para llevarla a la fuerza frente a la fábrica de textiles La Perfeccionada, por la calle de San Miguel (José María Izazaga), a la altura de la actual calle de Doctor Barragán. De ahí no pasaron por la batería felicista de 80 mm. enfilada por esa calle, y a la falta de refuerzos. En las cercanías del templo de Campo Florido fue necesario desmontar una ametralladora que los felicistas habían colocado en las alturas de la torre. Por su parte el Mayor Francisco Barragán jefe del Detal del 46/o. Batallón, por iniciativa propia, tomó tropas bajo su mando que estaban estacionadas en las calles Ancha, junto a las del 7/o., y 2/o. Batallones, enfilándose rumbo al parque de Ingenieros, encontrándose en el camino con el Mayor Agustín C. Hernández, proponiéndole pasar su batería (cañón Bange de 80 mm.) a Campo Florido, dada la ausencia de órdenes, lo cual hicieron cruzando la línea de fuego felicista por la plazoleta del Buen Tono (Plaza San Juan), hasta llegar a Campo Florido. Al día siguiente regresaron a calle Ancha. (1)

En la iglesia del Salto del Agua fue también emplazado un mortero cuyos disparos no dieron el resultado que se esperaba, pues causó muy pocos daños en las posiciones enemigas. En cambio, produjo grandes destrozos en las líneas telefónicas y de la luz eléctrica instaladas por esa parte de la ciudad.

La tienda de "El Paraíso" y la Capilla del Salto del Agua sufrieron bastantes desperfectos durante este combate. Los felicistas perdieron al Cabo apuntador de una ametralladora que estaba en un puesto avanzado junto a Belén. Esta ametralladora se hallaba al cuidado inmediato de un aspirante que dio pruebas de valor y serenidad Nos dicen de este heroico militar, que al dirigirse del puesto a la Ciudadela, con el fin de proveerse de parque, reventó cerca de él una granada; y que el aspirante, que por un verdadero milagro salió ileso, continuó imperturbable su camino.

Fotografía 5x7 de Aurelio Escobar Castellanos, publicada por H. J. Gutiérrez, se lee: Fuente del salto del Agua. Al fondo izquierda: la tienda El Paraíso, y a la derceha la parroquia del Salto del Agua.

De fuentes oficiales se sabe que ese mismo día el 39 Batallón de infantería, que formaba parte de la columna del Gral. Cauz, se posesiono de la cárcel de Belén. El Batallón iba a las órdenes del Capitán 1º Ernesto Robert y el avance se hizo con sumas dificultades a causa del vivo fuego de la Ciudadela, que barría materialmente el campo que ocupaban los soldados federales y que quedó regado de muertos y heridos.

Fotografía de Antonio Garduño, tropas federales del 39/o. Batallón entre la ruinas de la cárcel de Belem. En la cárcel de Belem, se habían apostado 50 hombres del Batallón de Seguridad, y antes de abandonar el puesto casi aniquilan al 39/o. Batallón.

C. Teniente Coronel: Tengo la honra de poner de superior conocimiento de Ud. Que el día 10 del mes en curso emprendí la marcha de Cuernavaca por orden del General en Jefe de las operaciones en aquel estado con el efectivo de dos Oficiales, 52 de tropa y un caballo, sirviendo en el camino como escolta del que fue Presidente C. Francisco I. Madero, habiendo pernoctado en el pueblo de Churubusco. El día 11 formando parte de una columna que a las ordenes del Teniente Coronel Bernard marchó a colocarse en el Salto del Agua, hoy jardín Musiño, en este lugar la fuerza a mi mando tomó posesiones en diferentes puntos; incontinente se nos dio a conocer como Jefe de esta columna al Coronel de Guardia Nacional y Jefe del 51/o. Cuerpo Rural C. Félix Villegas. A las 1 h. 30 a.m. de la mañana se ordenó contestar los fuegos del enemigo resultando que se emprendió un ataque sobre él, hasta la Prisión de Belem, la vanguardia que lo era la fuerza del 11/o. Batallón, resistió los fuegos de la artillería, siendo más tarde rebasada por una Sección del 51/o. Cuerpo Rural. En este ataque fueron envueltos 6 soldados de la fuerza de mí mando, los cuales doy por dispersos por ignorarse la suerte que corrieron, pero en mi humilde concepto fueron víctimas de los fuegos del enemigo.

En este combate parcial, el Capitán Robert fue eficazmente secundado per el Mayor Víctor Hernández, quien se condujo en el trance con gran valor.

De la misma fuente se sabe que los cañones que las tropas del Gobierno emplearon en el Parque de Ingenieros, desmontaron una pieza felicista colocada en el crucero de los Arcos de Belén y Balderas, matando a diez y ocho artilleros de los que le servían. Los jefes sublevados enviaron inmediatamente otra pieza con su correspondiente personal, y el cañoneo continuó con el mismo vigor.

Postal de autor anónimo publicada por Miret. Calle de Arcos de Belem, esquina Balderas, aun es poco el daño en las instalciones urbanas.

La columna del Gral. Delgado contaba con más escasos elementos, y debido a esto poco pudo hacer durante el primer día de lucha.

Como a las dos de la tarde fue emplazado un cañón en el crucero de las calles San Agustín y San Juan de Letrán y se hicieron con él varios disparos. Después llegaron al mismo punto tres cañones más a las órdenes de un oficial apellidado Gamboa, quien procedió desde luego a emplazarlos. Probablemente estas piezas estaban destinadas a apoyar algún movimiento ofensivo que no llegó a efectuarse, pues no se hizo uso de ellas.

Fotografía de Sabino Osuna, se lee: Artillería federal. Crucero de San Agustín y San Juan de Letrán, la artillería mira al poniente.

Minutos antes de las once fue colocado un cañón en el crucero de las calles Victoria y Ancha con el fin de ametrallar el edificio de la asociación Cristiana de Jóvenes, ocupado ya por un fuerte destacamento de las tropas sublevadas. Los felicistas habían instalado dos ametralladoras en las alturas y al romperse el fuego cayó sobre los soldados encargados de la pieza, tal número de proyectiles, que abandonaron el lugar y retiraron el cañón.

El oficial que mandaba este pequeño grupo de fuerzas andaba a caballo y quedó a Los primeros tiros desmontado.

Pocos datos tenemos de las operaciones emprendidas el martes por la columna del Gral. Ángeles, encargada de atacar por el lado Poniente. Según nuestros informes el combate fue iniciado por un cuerpo de rurales que trataba de colocar una pieza en una de las bocacalles inmediatas a la Ciudadela, cosa que no pudieron efectuar porque un disparo de cañón les inutilizó la pieza y les causó cuarenta bajas, y un segundo disparo hizo retroceder en completo desorden a todo el resto de la fuerza.

Se dice qua el Gral. Ángeles logró ocupar después algunas posiciones ventajosas, y que desde ellas hostilizó con algún éxito a los felicistas, haciendo exclusivamente uso de la fusilería y las ametralladoras.

El General Ángeles coloco al Batallón de Zapadores de Yautepec en tres posiciones: 1.- La esquina de Lucerna y Viena para después controlar las alturas del Edifico Best. 2.- En el Café Colón. 3.- En la glorieta de Cuauhtémoc, calle de Atenas y Alberca Pane. Ese día la batería de Ángeles estaba bajo la dirección del Gral. Rubio Navarrete, colocada en la calle de Teja (Villalongín) a un costado de la estación Colonia, el Gral. Rubio se negó a bombardear la Ciudadela, por no causar daños a los civiles. Al mismo tiempo que se dio a la tarea de aprovisionar de granadas al Ejército federal, ordenando la fabricación y acopio de ellas, en un inicio solo se contaba con 60 granadas torpedo. Durante los días de la decena se fabricaron 3 mil, el 1º Cuerpo Rural del Coronel Cruz Guerrero se encargó de su traslado y custodia, para lo cual se estacionó en los llanos de la Condesa. Las municiones se almacenaron en el antiguo molino de pólvora ubicado en el ex convento de Mercedarios de Bethlem de las Flores (convento de la Merced).

Se dice igualmente que una columna lanzada en el curso del día contra la Ciudadela fue rechazada con grandes pérdidas y obligada a retirarse hacia al Palacio Legislativo, donde pudo reorganizarse y contestar el fuego de los sublevados que habían salido de sus posiciones tiroteándola.

Postal de Aurelio Escobar Castellanos, se lee: Ciudadela- Estatua de Morelos. Esquina de Enrico Martínez y jardín Morelos; sobre la esquina de la Ciudadela vemos el avantrén de una batería y sobre el pavimento mucha metralla. La fotografía fue tomada en la tarde.

A las once de la mañana fue detenido en la Ciudadela un individuo a quien por su conducta sospechosa se consideró como espía del Gobierno. Los subleva lo registraron y le recogieron dos pistolas y una navaja de grandes dimensiones.

Al ser interrogado por el Sr. Gral. Mondragón, a quien se dio cuenta de lo que pasaba, incurrió en muchas contradicciones, no pudiendo explicar satisfactoriamente su presencia allí, por lo cual el jefe rebelde ordenó que se fusilara inmediatamente al sospechoso, para escarmiento de los demás que pudieran haberse incorporado en las filas.

El infeliz suplicó tanto, que el Sr. Gral. Mondragón, conmovido, aplazó la ejecución hasta que se obtuvieran datos más seguros sobre las intenciones del prisionero.


DESPERFECTOS y DESGRACIAS.

Al retirarse las tropas de la calles de Nuevo México, algunos rateros aprovecharon la oportunidad para saquear los estanquillos y las misceláneas que existían por ese barrio.

Fotografía 5x7 de Aurelio Escobar Castellanos, publicada por H. J. Gutiérrez, se lee: Bombardeo felicista Iglesia de San Hipólito.

Una bomba disparada por y los cañones de la Ciudadela atravesó de parte a parte una casa de tres pisos situada en la Avenida de los Hombres Ilustres, y otra causó grandes destrozos en la torre del Templo de San Hipólito. La pequeña cúpula de la parte septentrional del mismo templo fue casi deshecha por una granada, y las vidrieras de las ventanillas se encuentran acribilladas a balazos como si se hubiera dirigido sobre ellas el fuego de una ametralladora.

En la Rinconada de San Diego sufrieron enormes destrozos las casas números 13, 15 y 17, situadas frente a la batería felicista emplazada en la calle de Balderas.

Por desgracia muchas veces los comerciantes de libros y revistas "viejas", las destruyen para venderlas hoja por hoja, como la ilustración precedente, por lo mismo desconocemos el nombre de la publicación, en inglés leemos: "Showing the great damage done by shells during the fighting of february 11, the United States Consulate". Esquina de Balderas y Avenida Juárez, la fotografía se acredita a Roneau...

El Hospital Juárez sufrió igualmente serios desperfectos. Desde las diez y media empezaron a caer en el edificio algunas granadas que pusieron fuera de servicio a varios miembros del personal de la institución.
Entre los heridos ese día se contaron el Sr. Dr. Rafael Dávila y los practicantes Vidal González, Carlos M. Vela, Carlos Hesless, Manuel Huesca y José Arellano.

En las calles del Sol, Magnolia, Moctezuma y Mosqueta cayeron también algunas granadas.

Es imposible precisar el número de bajas de las dos partes contendientes en los combates del martes 11. El diario del Sr. Ernesto Madero calcula que ascendieron a tres cientos muertos y quinientos heridos, cifras que no nos parecen exageradas si se tiene en cuenta el encarnizamiento con que se peleó y duración de la lucha.

El personal directivo de las operaciones del martes 11 tenía la siguiente distribución.

General en Jefe, Victoriano Huerta, Palacio Nacional,
Gral Sanginés, Avenida 16 de Septiembre.
Gral. Maass, San Digo y Balderas.
Gral. Ángeles, Café Colón.
Gral. Delgado, San Juan de Letrán.
Grat. Cauz, Calle del Niño Perdido.

Las fuerzas de que disponía el gobierno en esa fecha, según informes fidedignos, se componían de algunos gendarmes montados, el personal de artillería que permaneció fiel al Sr. Madero, los Batallones 16, 2, 42, 20, 38 y 11, sin contar con el grueso número de fuerzas rurales adictas, que el Sr. Madero concentró rápidamente en la Capital.

De los Cuerpos de Rurales que se encontraban en la Cuidad o que llegaron ese día, se pueden mencionar: 1/o al mando del Comandante de Rurales Teniente Coronel Cruz Guerrero, el 4/o, el 7/o del Mayor Francisco Cárdenas, el 8/o de Luis Medina Barrón, el celebre 18/o del Capitán Salvador Gutiérrez, el 20/o que estaba de servicio en la Villa de Guadalupe, el 30/o del Capitán González, 21/o provenientes del Edo. De México, 24/o, 44/o a cargo de Martín Triana; sumando unos 900 hombres.

El Gobierno tenía por precaución un depósito de parque en el edificio de la antigua Aduana de Santo Domingo, y dio órdenes para que fuera trasladado inmediatamente a Palacio. Se esperaba, además, un cargamento de parque procedente de Veracruz. El depósito de Santo Domingo ascendía a dos millones de cartuchos. Existía también ahí una pequeña cantidad de granadas.

La Decena Trágica en México, Datos verídicos tomados en el mismo teatro de los sucesos por un escritor metropolitano. Edición de “El Obrero”, León Gto., 1913.

El texto en cursivas corresponde a información extraída de otras fuentes.
(1) Notas extraídas de: "La Decena Trágica" de Juan Manuel Torrea.

También se puede leer:

Shrapnel.
El horror. Cremación de cuerpos en la vía pública.
La Decena Trágica. Antecedentes. La "H. J,. Gutiérrez" previo a la decena.
La Decena Trágica. Los fotógrafos.
La Decena trágica. La cámara anónima.
La Decena Trágica. La competencia.
La Decena Trágica. Gutiérrez-Retes.
La Decena Trágica. Tarjetas conmemorativas I. Serie editada por la American Book & Printing Co.
Decena Trágica. Daguerre o Escobar.
Decena Trágica. H. J. Gutiérrez. Serie de 63 fotografías.
"H. J. Gutiérrez", la Decena Trágica. Análisis de la serie fotográfica de la "H. J. Gutiérrez".

LOS HECHOS:

Domingo 9
Santiago Tlaltelolco.
Lunes 10
Martes 11
Miércoles 12
Jueves 13
Viernes 14
Sábado 15
Domingo 16
Lunes 17
Martes 18
Miércoles 19
Jueves 20

Miercoles 12


Publicado por Arturo Guevara Escobar en

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Es imposible precisar el número de bajas de las dos partes contendientes en los combates del martes 11.

El diario del Sr. Ernesto Madero calcula que ascendieron a trescientos muertos y quinientos heridos, cifras quo no nos parecen exageradas si se tiene en cuenta el encarnizamiento con que se peleó y duración de la lucha.

MIERCOLES 12.

La noche no registró al parecer ningún combate formal. Se oyeron con largos intervalos de silencio breves tiroteos y uno que otro disparo de cañón.

Al amanecer, los soldados volvieron a ocupar sus puestos y se reanudo el fuego.
Poco después entró por la calle de Zarco una fuerza federal y empezó a tomar posiciones.

Probablemente en la Ciudadela tuvieron noticia de esta circunstancia, porque algunas granadas empezaron a reventar en el camino que seguía la tropa.

Como a las ocho y media una bala de cañón rompió la puerta Mariana del Palacio Nacional y mató al Comandante de la Guardia y a 6 soldados que allí se hallaban, destruyendo a la vez dos fusiles Maxim que por precaución habían sido emplazados en la misma entrada.

El Jefe del departamento de la Secretaría de Guerra reunió a los empleados para exhortarlos a qua ayudaran al Gobierno y tomaran las armas para defender en caso necesario el edificio. De doscientos aceptaron únicamente quince. Los demás dieron un paso al frente para indicar quo no estaban dispuestos a sostener al Sr. Madero en la forma que no los pedía. Y Las granadas continuaban estallando contra las paredes del viejo palacio virreinal y enviando en todas direcciones sus fragmentos de hierro...

A las once la Secretaría de Guerra recibió mil quinientos fusiles Mauser, quince millones de cartuchos y algunas cajas de granadas para cañones Hostchis de 37 mm.

En torno de la Ciudadela seguía con breves treguas el encarnizado combate.

En la mañana los soldados del 39º Batallón situado rumbo a la Indianilla se retiraron precipitadamente. Las balas crepitaban en las paredes haciendo saltar pedazos de yeso, abriendo pequeños surcos en el asfalto, y pasaban silbando musicalmente. La tropa apresuraba el paso, iba casi en fuga con el ansia de alejarse de aquella zona de muerte.

Un paisano que al abrigo de una fines presenciaba el desfile, le gritó:

¿Por qué corren?

Algunos soldados se volvieron coléricos y mataron al desdichado.


Imagen estática, extraída de un film de la Decena Trágica, Filmoteca UNAM. Tropas del Gral. Cauz en la calle de Cuahtemotzin.

Reporte del Mayor Robert: a las 8 am, la fuerza que ocupaba la referida cárcel se retiro al Parque de Ingenieros, en virtud de la orden verbal del C. Coronel Francisco Romero, jefe de la línea. A las 12 am y a causa de nueva orden superior, la fuerza de mi mando se retiro nuevamente, junto con tropa de los batallones 3º, al mando del coronel de ingenieros Francisco Romero y 49º parque de ingenieros y 51º cuerpo de rurales, por calles de Cuauhtemotzin hasta el crucero con las calles de San Juan de Letrán, donde se estableció también una sección de artillería.

Fotografía anónima, FINAH. Soldados en la esquina de Niño Perdido y Cuahtemotzin, hoy Fray Servando Teresa de Mier.


Fotografía de Aurelio Escobar Castellanos, publicada por H. J. Gutiérrez, "Nº2 Federales atacando Felicistas.", fechada el 12 de Feb. La calle de Cuauhtemotzin, terminaba en un callejón hacía el poniente, sin existir la actual calle de Dr. Río de la Loza.

El cañón colocado en la esquina del Campo Florido permaneció inactivo todo el día, pues en la tarde aun tenía completa la dotación de parque. Esta pieza se hallaba a cargo de un oficial y de soldados y era sostenida por un reten de rurales y hombres del 38º Batallón.

Dos oficiales fueron a Tacubaya por dos cañones que allá se encontraban.

En Chapultepec, además de los cadetes había una guarnición de cien hombres entre rurales y soldados del 1er Batallón. Fue prohibida terminantemente la entrada al castillo, y cuantos se aventuraban por el paseo era inmediatamente, detenidos y registrados.

En el llano situado en el ala Poniente de la Reforma fueron emplazadas ocho piezas de artillería con su correspondiente dotación de parque.

Postal anónima, "nº39 Artillería del Gral. Ángeles". En ocasiones, verciones de la misma imagen se han atribuido a Hugo Brehme. En la fotografía solo se aprecian 4 de la ocho piezas de artillería, mismas que estaban en las inmediaciones de la Columna de la Independencia.

COMBATE EN LA 6a. COMISARIA.

Durante la noche anterior los felicistas habían ocupado el edificio de la 6ª Comisaría y emplazado una ametralladora en la torrecilla. Desde ella hostilizaban continuamente a las tropas del Gral. Delgado, distribuidas convenientemente en las calles de Revillagigedo, Victoria, Independencia y San Juan de Letrán. El Gral. Delgado comprendió que era indispensable acabar con ese puesto avanzado, y lanzó una columna contra la Comisaría, entablándose un espantoso combate en que jugó principal papel la artillería. La torre fue abierta a cañonazos, la ametralladora despedazada, muertos la mayor parte de los defensores. Los demás felicistas que se encontraban en el Edificio se retiraron favorecidos por el fuego de las posiciones amigas no sin dejar muchos heridos y muertos en el camino.

El ataque se continua hasta el jardín Carlos Pacheco, anteriormente conocido como Plaza de la Candelarita, retirándose las tropas felicistas que se habían posesionado de las casas en la calle de Pescaditos. Razón por la cual más tarde se dan los trabajos para cavar una trinchera sobre la calle de San Antonio, y evitar el avance sobre la Ciudadela.


Secuencia extraída de "Memorias de un Mexicano" de S. Toscano, disparo y acierto sobre la torre de la 6ª Comisaría, el cañón se colocó en la esquina de Revillagigedo y Nuevo México. Con probabilidad se trata de la pieza a cargo del 20/o Batallón de Agustín Llaguno.


Postal de Aurelio Escobar Castellanos, marcada con el número 28, "6ª Comisaría de Policía", poco después de ser abandonada por los felicistas, vista sobre la calle de Revillagigedo, cuelga una bandera de los Estados Unidos en la contra esquina... En la imagen inferior del mismo autor: "Demarcación de Policía", con la vista sobre la calle de Victoria. Una tercera toma Nº 20, editada por H. J. Gutiérrez se publicó anteriormente en otro post, en la que aparece Enrique Escobar Castellanos. Mostramos otras 3 fotografías anónimas del mismo edificio, y se pueden encontrar en las siguientes ligas: 1, 2, 3, la primera la publicó Enrique Krauze en "Madero Vivo" donde se lee: "Relox de la 6ª Comisaría Victoria y Revillagigedo.08"; la segunda pertenece al Archivo Casasola, 451447, la última publicada por Casasola en "Historia Gráfica de la Revolución Mexican".

Abajo, secuencia extraída de "Memorias de un Mexicano" de S. Toscano; disparo de un cañón asentado en la bocacalle de Revillagigedo y Juárez, por el calibre de la pieza y la ubicación, resulta lógico que se esté apuntando a la 6ª Comisaría, o rumbo a la calle de Pescaditos, las sobras nos indican que es de mañana. Al fondo vemos el esqueleto del Palacio Legislativo, que nunca se concluyo. Se trata probablemente de la sección de artillería del 49/o Batallón a cargo de Francisco Romero.
Por el corto calibre de la artillería involucrada, y por el daño aparente en la misma Comisaría así como en edificios vecinos, se puede inferir que para derruír la torre se requirió de varios impactos.


Abajo, postal anónima, de la colección de la UACJ. Bocacalle de Balderas y San Antonio, sobre la de San Antonio se cava una trinchera, al pasar de los días veremos como va aumentando el volumen del parapeto y acumulación de despojos.

Mientras esto pasaba en la 6a Comisarla, parte de las fuerzas del Gral. Ángeles que habían logrado posesionarse del Hotel Imperial, era desalojado por el fuego de los revolucionarios apostados en el edificio de la Asociación Cristiana de Jóvenes. Los soldados volvieron poco después a la carga y fueron nuevamente rechazados hacia el Paseo de la Reforma, pasándoles igual cosa en las diferentes tentativas que hicieron en el resto del día para recobrar la posición.

Por el sur las fuerzas del Capitán Robert se hacen fuertes en la Cárcel de Belem y son desalojados por violentísimo cañoneo.

INTRODUCCION DE VIVERES.

El 12 fue día feliz par los revolucionarios, porque logaron introducir a la Ciudadela varios carros de pan y una gran cantidad de leche.

De los grandes llanos y Clemente Jaques adquirieron además muchos artículos de primera necesidad. Se dijo que la introducción de víveres fue al amparo de la Cruz Roja y con este motivo el gobierno desconoció a la institución y dictó algunas órdenes para que se impidiera a los miembros de ésta el paso por la zona de combate.

El mismo día el gobierno se posesionó de las oficinas de la "Compañía Telefónica 'Ericson" y puso allí en calidad de inspector a un diputado apellidado García de la Cadena. Igual cosa trató de hacer con la "Compañía de Teléfonos "La Mexicana," pero ésta no quiso plegarse a las exigencias del gobierno y no se insistió más por tratarse de intereses americanos.

El Embajador de los Estados Unidos y los Ministros de España y Alemania hicieron una visita, al Presidente y hablaron largamente sobre la delicada situación de la República y especialmente de la Capital. El Sr. Madero se mostró muy optimista y sonriendo como siempre aseguró a los diplomáticos qua la rebelión sería dominada en 24 o 36 horas.

Embajador y Ministro estuvieron después a ver al Sr. Gral. Félix Díaz en la Ciudadela, donde los recibieron con los honores de ordenanza. A las representaciones que le hicieron, el Jefe sublevado contestó que no había hecho fuego sobre la ciudad sino para repeler el avance de las columnas maderistas. En seguida mostró personalmente la fortaleza a los distinguidos visitantes para que pudieran apreciar por si mismos el estado de ella, los elementos de combate con que contaba y la excelente moral de su gente.

Ese mismo día el Presidente Taft celebró una junta extraordinaria para tratar los asuntos de México. Concurrieron el Secretario Knox y los Ministros do Guerra y de Marina. Se acordó enviar buques de guerra a Veracruz, Tampico y Mazatlán.

Los Senadores americanos se negaron a hacer declaraciones. Solo el senador Fillman consintió en decir algo.

"El Presidente Taft, —expresó— debe ser muy cauto a fin de no comprometer a los Estados Unidos en una guerra con México en los momentos de entregar su puesto al sucesor. Ninguna desgracia sería comparable a la de una guerra inicua en estas circunstancias. Debemos hacer lo estrictamente indispensable para proteger el honor nacional, y si por alguna causa tenemos que mezclarnos en los asuntos de México, hagámonos a un lado lo más pronto posible."

La noticia de la junta causó penosa impresión. El vago peligro de la intervención empezaba a concretarse. Era evidente para todos que si la contienda no terminaba pronto, estallaría sobre la República la temida tempestad. Solo el Sr. Madero sonreía y continuaba diciendo:

—No es nada, no es nada...


Postal anónima, colección UACJ, "Conducción de los presos Belem".
Abajo, fotografía editada por Casasola en "Historia Gráfica de la Revolución Mexican".


Durante estas operaciones fueron hechos varios prisioneros y remitidos a la Mayoría de Plaza, y se recogieron 21 fusiles sin marca a los presos y dispersos de la cárcel de Belén. Al desocuparse la expresada cárcel el día 12, los presos, libres de custodia, huyeron en masa de la prisión habiendo logrado reaprender con la fuerza a mis órdenes a 900 de ellos aproximadamente, siendo conducidos al Parque de Ingenieros a disposición del C. Coronel Jefe de la Línea. Ernesto Robert, Capitán 1º del Estado Mayor, comandante del Batallón Irregular.

La decena Trágica en México, Datos verídicos tomados en el mismo teatro de los sucesos por un escritor metropolitano. Edición de “El Obrero”, León Gto., 1913.

Notas en cursivas extraídas de documentos del Archivo Histórico SEDENA, y otras fuentes bibliográficas.

También se puede leer:

Shrapnel.
El horror. Cremación de cuerpos en la vía pública.
La Decena Trágica. Antecedentes. La "H. J,. Gutiérrez" previo a la decena.
La Decena Trágica. Los fotógrafos.
La Decena trágica. La cámara anónima.
La Decena Trágica. La competencia.
La Decena Trágica. Gutiérrez-Retes.
La Decena Trágica. Tarjetas conmemorativas I. Serie editada por la American Book & Printing Co.
Decena Trágica. Daguerre o Escobar.
Decena Trágica. H. J. Gutiérrez. Serie de 63 fotografías.
"H. J. Gutiérrez", la Decena Trágica. Análisis de la serie fotográfica de la "H. J. Gutiérrez".

LOS HECHOS:

Domingo 9
Santiago Tlaltelolco.
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